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En el universo de la salud femenina hay un problema silencioso, pero sorprendentemente frecuente: las infecciones de orina, conocidas en el ámbito médico como infecciones del tracto urinario. Muchas las identificamos rápidamente por su nombre más popular, cistitis, aunque esta palabra no siempre engloba todas las variantes de este malestar ni revela por qué se ...
En el universo de la salud femenina hay un problema silencioso, pero sorprendentemente frecuente: las infecciones de orina, conocidas en el ámbito médico como infecciones del tracto urinario. Muchas las identificamos rápidamente por su nombre más popular, cistitis, aunque esta palabra no siempre engloba todas las variantes de este malestar ni revela por qué se manifiesta con mayor frecuencia en ciertas etapas de la vida, como la perimenopausia o la menopausia.
Detrás de ese ardor incómodo y esa urgencia constante de ir al baño hay un proceso claro: microbios que logran llegar a la vejiga y desencadenan una infección que altera la calidad de la orina. Y si no se trata a tiempo, esta afección puede escalar y comprometer incluso la salud de los riñones.
En definitiva, no es solo un problema pasajero: es una señal de que nuestro cuerpo está cambiando y necesita cuidados específicos en cada etapa de la vida.
¿Cistitis e infecciones de orina son lo mismo?
En el día a día solemos hablar de cistitis como si fuera sinónimo de infección urinaria, pero no siempre es así. Cuando decimos cistitis en la mujer, nos referimos de forma específica a la inflamación de la vejiga, casi siempre provocada por bacterias. Y aunque es el tipo más frecuente, no es la única infección que puede aparecer en esta zona tan delicada.
Las infecciones de orina pueden presentarse en distintas partes del sistema urinario: en la uretra (lo que se conoce como uretritis), en la vejiga (la ya mencionada cistitis) o incluso en los riñones (pielonefritis). Por eso, aunque muchas veces usamos estos términos de manera intercambiable, no siempre significan lo mismo ni se tratan de igual forma.
Con la llegada de la menopausia, la disminución de estrógenos debilita las defensas naturales de la zona íntima, dejando la puerta abierta a bacterias como la famosa E. coli. Resultado: los episodios de infecciones urinarias se vuelven más habituales o más persistentes. Por eso, en esta etapa, aprender a identificar los síntomas y buscar tratamiento a tiempo se convierte en una herramienta imprescindible para cuidar nuestra salud íntima.
Infecciones de orina: señales a las que hay que prestar atención
Detectarlas a tiempo es clave. Muchas veces los síntomas son evidentes, pero en otras ocasiones se confunden con molestias menores, algo muy común durante la menopausia. Estos son algunos indicios a los que deberías prestar atención, según el Dr. Alejandro Olloqui, ginecólogo especializado en menopausia y salud integrativa de la mujer, y colaborador de Days of Confidence:
Si notas que estos signos se repiten, aunque sean suaves, no los ignores. Acudir a tu ginecólogo o especialista es el primer paso para confirmar el diagnóstico y evitar complicaciones a largo plazo. Tu salud íntima merece esa atención extra, sobre todo en las etapas de cambio como la perimenopausia y la menopausia.
¿Tienen tratamiento las infecciones de orina?
La respuesta es un rotundo sí. Según el Dr. Alejandro Olloqui "Hoy en día contamos con múltiples estrategias para tratar y prevenir las infecciones urinarias, adaptadas según se trate de un episodio puntual o de un problema recurrente. Aunque el tratamiento más clásico sigue siendo el uso de antibióticos, en muchos casos no es suficiente. Un trastorno frecuente de la menopausia es el síndrome genitourinario consistente en una alteración de toda la mucosa genital debido a la caída de los estrógenos, dando lugar a una alteración de la barrera natural, propiciando la proliferación de microorganismos, causantes de infecciones de orina".
En los casos de infecciones recurrentes en la menopausia o perimenopausia, además del antibiótico como primera línea de tratamiento, debemos abordar el problema desde la raíz y mejorar la mucosa genital desde un punto de vista hormonal.
Con el tratamiento del síndrome genitourinario, además de mejorar las molestias ginecológicas, podemos prevenir las infecciones urinarias de repetición esta época de la vida de la mujer.
Opciones actuales para tratarlas y prevenirlas:
En definitiva, tratar las infecciones de orina hoy va más allá de "tomar un antibiótico": implica un enfoque integral que combina medicina, prevención y autocuidado para mantener tu bienestar íntimo a lo largo de todas las etapas de la vida.
Bálsamo íntimo hidratante
Además, para paliar la sequedad de la zona íntima así como protegerla de infecciones DAYS OF CONFIDENCE propone una alternativa más segura y efectiva: el Bálsamo Íntimo Hidratante.
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Modo de uso: aplicar un pump mañana y noche. Aplícalo sobre la vulva con las manos limpias y secas. Su envase airless permite dispensar la dosis perfecta en cada uso.