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Investigadores de la Universidad de Sichuán han descubierto que la dieta rica en fructosa estimula la producción de linfocitos T de tipos Th1 y Th17, poblaciones que tienen un importante papel en el desarrollo de enfermedades inflamatorias. En animales de experimentación expuestos a esta dieta, la proporción de linfocitos Th1 ...
Investigadores de la Universidad de Sichuán han descubierto que la dieta rica en fructosa estimula la producción de linfocitos T de tipos Th1 y Th17, poblaciones que tienen un importante papel en el desarrollo de enfermedades inflamatorias. En animales de experimentación expuestos a esta dieta, la proporción de linfocitos Th1 aumentó a los dos meses en el bazo, el colon y los ganglios linfáticos mesentéricos, lo que se asoció al agravamiento de la colitis inducida por un agente químico.
Dunfang Zhang, codirector del estudio, afirma que además de presentar mayor grado de inflamación intestinal y acortamiento relativo del colon, estos ratones perdieron más peso corporal que los animales alimentados con una dieta normal. Aunque en este modelo no se constató un incremento de los Th17 intestinales, estos linfocitos sí participan en el agravamiento de la colitis, como se demostró en un modelo adicional de transferencia celular adoptiva, en el que tanto los Th1 como los Th17 resultaron ser esenciales en el desarrollo de la enfermedad.
Zhang prosigue indicando que ambas poblaciones linfocitarias pueden ser inducidas in vitro mediante la adición de fructosa al cultivo celular. En efecto, bajo estas condiciones, los científicos hallaron un incremento en la expresión de factor de transcripción T-bet y del receptor RORγt, necesarios para la generación de los Th1 y los Th17, respectivamente. Notablemente, el desfavorable impacto de la fructosa sobre la generación de estos linfocitos pudo ser revertido por la metformina, fármaco comúnmente usado en la terapia de la diabetes de tipo 2. El tratamiento con este fármaco, iniciado a las 5 semanas de la introducción de la dieta con fructosa, suprimió la inducción de los Th1 y Th17, sin afectar a otras subpoblaciones de linfocitos T, reduciendo además el agravamiento de la colitis. Los hallazgos ponen de manifiesto la necesidad de controlar el consumo de fructosa en la dieta habitual, concluye Zhang