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El cuidado personal ya no es solo cosmético o indulgente, es un pilar fundamental de la salud y el bienestar. Según un estudio reciente realizado por Kenvue1, casi 9 de cada 10 consumidores (88 %) a nivel mundial creen que las rutinas de cuidado personal impactan positivamente en su salud, ...
El cuidado personal ya no es solo cosmético o indulgente, es un pilar fundamental de la salud y el bienestar. Según un estudio reciente realizado por Kenvue1, casi 9 de cada 10 consumidores (88 %) a nivel mundial creen que las rutinas de cuidado personal impactan positivamente en su salud, y las generaciones más jóvenes invierten en comportamientos diarios que apoyan la vitalidad a largo plazo. Estos datos reflejan un cambio hacia la consideración del enfoque del cuidado como una herramienta para el bienestar general, más que como herramienta para mejorar la apariencia.
En este panorama en evolución, la imagen tradicional de los farmacéuticos como proveedores de medicamentos está quedando rápidamente obsoleta. Las investigaciones muestran que los profesionales de la salud, entre los que se incluyen los farmacéuticos, son las voces en las que más se confía para el asesoramiento sobre cuidado personal, con casi dos tercios (62 %) de los consumidores depositando su confianza en su experiencia. Su papel es más crítico que nunca para brindar asesoramiento sobre cómo mantener el bienestar general y empoderar a las personas para que tomen decisiones informadas sobre su salud.
Pero no solo eso, sino que los farmacéuticos también ayudan a aliviar la carga de los sistemas de atención médica sobrecargados, al ofrecer asesoramiento médico experto y conveniente sobre cómo practicar el autocuidado con confianza y tratar dolencias menores con medicamentos de venta libre. AESGP, la Asociación de la Industria Europea del Autocuidado, estima que el 10-25 % de las visitas actuales al médico de cabecera podrían ser sustituidas por el autocuidado, lo que generaría un ahorro potencial de 17.600 millones de euros2.
Es más, sin acceso al autocuidado, necesitaríamos 120.000 médicos adicionales o 2,4 horas adicionales por médico de cabecera al día3. En un momento en que los países europeos se enfrentan a una fuerza laboral cada vez más reducida y luchan por reemplazar a los médicos jubilados4, esta accesibilidad nunca ha sido tan importante. Con el apoyo adecuado dirigido por farmacéuticos, las personas pueden abordar problemas de salud menores de forma independiente, reservando las visitas al médico para problemas más graves. Este enfoque ahorra tiempo, reduce la presión sobre ellos y genera retornos económicos medibles: en promedio, cada euro gastado en medicamentos de venta libre ahorra a los sistemas de salud nacionales y a las economías 6,70 euros5, un argumento convincente para ampliar el papel del farmacéutico en la promoción del cuidado personal y el autocuidado.
Para que el cuidado personal y el autocuidado alcancen su máximo potencial, es esencial reconocer a los farmacéuticos como profesionales de la salud integrales. En este Día Mundial del Farmacéutico, debemos valorar su papel en la consecución de una atención sanitaria sostenible y centrada en el paciente. Los gobiernos, los proveedores y las partes interesadas de la industria deben seguir colaborando con el sector farmacéutico para garantizar que las personas tengan acceso a una orientación sanitaria rápida, eficaz y segura.
Nosotros, como consumidores, debemos seguir confiando en nuestros farmacéuticos para tomar decisiones sobre nuestra salud basadas en la ciencia y así desbloquear un futuro en el que las personas estén más sanas, los sistemas sean más resilientes y el cuidado personal y el autocuidado sean una elección segura e informada para todos.
Referencias: