Estado: Esperando
En las mujeres, la disminución de la calidad y cantidad de ovocitos relacionada con la edad se ha reconocido como un factor principal que contribuye a la infertilidad, especialmente después de los 35 años. Respecto a algunas de las alternativas vigentes, se sabe que, por ejemplo, la fecundación in vitro ...
En las mujeres, la disminución de la calidad y cantidad de ovocitos relacionada con la edad se ha reconocido como un factor principal que contribuye a la infertilidad, especialmente después de los 35 años. Respecto a algunas de las alternativas vigentes, se sabe que, por ejemplo, la fecundación in vitro (FIV) es ineficaz para las pacientes que carecen de gametos funcionales, lo que las deja sin opción de tener hijos genéticamente emparentados, excepto mediante el uso de gametos de donantes.
En este terreno, investigadores de la Universidad de Salud y Ciencias de Oregón (OHSU) (EEUU) podrían tener en sus manos revolucionar el futuro de la infertilidad convirtiendo células de la piel en óvulos capaces de producir embriones humanos tempranos.
"Además de ofrecer esperanza a millones de personas con infertilidad debido a la falta de óvulos o espermatozoides, este método ofrecería la posibilidad de que las parejas del mismo sexo tengan un hijo genéticamente relacionado con ambos miembros de la pareja", según la coautora del trabajo, Dra. Paula Amato, profesora de obstetricia y ginecología en la Facultad de Medicina de OHSU.
Los investigadores caracterizaron su técnica como "mitomeiosis", en alusión a la combinación de los dos principales procesos conocidos de división celular en biología. Por una parte, la mitosis genera dos células genéticamente idénticas a partir de una sola célula, la base del crecimiento celular en cualquier organismo vivo. Por otra, la meiosis está estrechamente relacionada con el espermatozoide y el óvulo en la reproducción sexual, lo que permite reducir a la mitad el número de cromosomas en cada uno para que la combinación -en este caso, mediante fecundación in vitro- dé como resultado un embrión con el número correcto de cromosomas. En los humanos, son 23 pares de cromosomas, lo que suma un total de 46.
La técnica empleada por los investigadores de OHSU está basada en la transferencia nuclear de células somáticas. Esta técnica consiste en trasplantar el núcleo de una célula cutánea a un óvulo donante desprovisto de núcleo y, en este caso, dio como resultado embriones con cromosomas aportados por ambos progenitores.
Procedimiento en tres pasos
El proceso, según se describe en 'Nature Commuications', se desarrolló en tres pasos: en primer lugar, los investigadores trasplantan el núcleo de una célula de la piel a un óvulo, u ovocito, despojado de su propio núcleo. Impulsado por el citoplasma del óvulo donante, el núcleo de la célula cutánea implantada idealmente elimina la mitad de sus cromosomas en un proceso similar a la meiosis. Este es el paso clave, que da como resultado un óvulo haploide con un solo juego de 23 cromosomas en lugar de 46. Finalmente, fertilizaron el nuevo óvulo con espermatozoides mediante el proceso estándar de FIV. Esto creó un embrión diploide con dos juegos de cromosomas, lo que finalmente resultaría en una descendencia sana con contribuciones genéticas iguales de ambos progenitores.
Respecto a los resultados finales, tal como destacaron: en un principio lograron producir 82 ovocitos funcionales que luego fueron fertilizados con esperma a través de FIV. Sin embargo, la mayoría no progresó más allá de la etapa de 4 a 8 células y presentó anomalías cromosómicas. Otro número relativamente pequeño (el 9%) alcanzó la etapa de blastocisto seis días después de la fecundación, momento en el que se suelen transferir los embriones para lograr un embarazo mediante FIV.
"La investigación continuará para comprender mejor cómo los cromosomas se aparean y separan correctamente para crear ovocitos con el número correcto de cromosomas. Los embriones generalmente no se desarrollan si tienen demasiados o muy pocos cromosomas, una condición conocida como aneuploidía", según expuso la Dra. Nuria Martí Gutiérrez, científica del Centro de Terapia Embrionaria y Celular de OHSU.