La única forma de responder a las sandeces sobre la alimentación es la evidencia científica

Lo que más engorda es no comer, porque no hay control y se llega a la siguiente comida con excesiva hambre para controlar la ingesta. Se derriban los principales mitos que hay alrededor de la comida en la conferencia de clausura de la Sexta Jornada Nacional de Alimentación.

Estado: Esperando

03/10/2025

La conferencia de clausura de la Sexta Jornada Nacional de Alimentación, del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, este viernes por la tarde, la impartió Josep Antoni Tur Marí, vocal de Alimentación del Colegio de Farmacéuticos de Illes Balears y catedrático de Fisiología de la Universidad Illes Balears. Versó sobre la evidencia científica frente a los ...


La conferencia de clausura de la Sexta Jornada Nacional de Alimentación, del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, este viernes por la tarde, la impartió Josep Antoni Tur Marí, vocal de Alimentación del Colegio de Farmacéuticos de Illes Balears y catedrático de Fisiología de la Universidad Illes Balears. Versó sobre la evidencia científica frente a los mitos y bulos de la alimentación y la nutrición. Su intención además fue transmitir mensajes útiles para el día a día del farmacéutico. Dio elementos para responder a esos mensajes apocalípticos que aparecen en las redes sociales o de boca a boca, "sandeces que se suelen decir". La única forma de contrarrestarlas es la evidencia científica, según sus palabras.

El primer bulo que desmontó es que "el pan engorda". El 53,8 % de la población así lo afirma. Actualmente, se ha reducido el consumo de pan. El pan industrial suele tener grasas añadidas. El pan es rico en carbohidratos y aporta en su versión integral fibra, que da saciedad, por lo que contribuye a regular el apetito y controlar el peso corporal. Es una fuente económica de energía. El pan de la panadería no contiene colesterol. Por tanto, es cardiosaludable. Lo que aumenta las calorías del pan es lo que lo acompaña. El pan aporta las mismas calorías por fuera que por dentro, da lo mismo si es la miga o la corteza.

También negó que el agua engorde. Es un alimento acalórico, no aporta energía. Bener antes de las comidas puede producir saciedad y, al orinar a menudo, se pierde peso. Por eso, se recomienda en dietas de adelgazamiento. Si bien, tampoco quema calorías.

Otro mito es que los frutos secos engordan. No engordan por sí mismos y tienen un efecto saciante, al poseer fibra. No suben el peso, y además son protectores ante la enfermedad cardiovascular. Lo que hay que tomar es lo que te cabe en el puño, unos 100 gramos. No han de ser fritos, porque entonces se añaden calorías, y sin sal, por tema de la tensión. Recordó que el 98 % del azúcar moreno que se consume es blanco teñido.

Las patatas, por sí mismas, tienen pocas calorías; lo determinante es la forma en que se cocinan. El azúcar es sacarosa y únicamente aporta calorías vacías. En cuanto a la miel, la duda frecuente es si "engorda": aporta unas 3 kcal por gramo, frente a las 4 kcal por gramo del azúcar. Tiene prácticamente las mismas calorías.

Por otro lado, el ponente subrayó que es falso el mito de que no se deban combinar en la misma comida alimentos de distintos grupos. Advirtió de que, en realidad, casi todos los alimentos son mezclas de nutrientes.

En el caso de la fruta, expuso que aporta las mismas calorías antes o después de las comidas, de modo que el momento de consumo no influye en el aporte energético. Tomarla antes de las comidas, eso sí, puede producir un efecto saciante gracias a su contenido en fibra y agua. El hábito de tomarla de postre responde más bien a la costumbre de finalizar con un sabor dulce agradable.

Cuando se cena, lo importante es que haya un mínimo de dos horas entre la cena y acostarse. No importa en qué momento se coma, sino qué, cuánto y cuándo comer. No conviene tomar chocolate por la noche porque tiene un 1 % de cafeína. La lechuga es sedante, combinando con vegetales. Aseveró que lo que más engorda es no comer, porque no hay control y se llega a la siguiente comida con excesiva hambre para controlar la ingesta. No hay alimentos buenos o malos, sino dietas buenas o malas, por su combinación. La fruta está muy recomendada para los diabéticos.

Antes, Estefanía Sánchez Rodríguez, del Centro de Investigación Biomédica en Red de Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBEROBN), del Instituto de Salud Carlos III, habló del Índice omega-3 como marcador de riesgo cardiovascular en población española y del Estudio OMEGAPRED. Comentó que existen en el mercado alimentos enriquecidos, que contribuyen a aumentar los ácidos grasos omega-3 en el organismo. Al menos, debemos tomar 250 mg al día. En embarazo y lactancia, se recomienda 100-200 mg de DHA, evitando, eso sí, pescados grandes. Se consigue tomando más de dos raciones de pescado a la semana. Una ha de ser pescado azul. Los omega-3 representan beneficios de salud cardiometabólica. Hay efectos beneficios en enfermedades con base inflamatoria.

Hay tres niveles en el índice: bajo (inferior al 4 %), intermedio (entre 4 y 8 %) y óptimo (valores por encima del 8 %). El método oficial de determinación es por análisis de sangre, para calcular el perfil lipídico. Hay otros métodos menos invasivos como el del pinchazo en el dedo, denominado dried spots. Una ventaja es que no necesita refrigeración. El Estudio OMEGAPRED ha encontrado que, a nivel de Granada, la mayoría de los participantes de Granada no tiene los niveles óptimos. Ahora, se realizará una fase a nivel nacional. Este estudio OMEGAPRED permitirá validar una metodología rápida de determinación del Índice omega-3 y medirlo en un total de 3.000 personas españolas mayores de 60 años. No se han realizado estudios previos que evalúen el estatus de ácidos grasos omega-3 en población española ni se han realizado estudios bien diseñados para evaluar el Índice omega-3.

Con todo, el consumo de pescado, suplementos o alimentos enriquecidos en ácidos grasos omega-3 contribuyen a la presencia de omega-3 en el organismo. Una mayor ingesta de ácidos grasos omega-3 de cadena larga y un Índice omega-3 elevado se asocian a una reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares y otras enfermedades de base inflamatoria.



Autor: IM Farmacias
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