La grasa oculta contribuye 'silenciosamente' a las enfermedades cardíacas

La grasa visceral y hepática está estrechamente relacionada con el engrosamiento y la obstrucción de las arterias carótidas del cuello, encargadas de irrigar el cerebro. Su estrechamiento es un factor clave para predecir accidentes cerebrovasculares e infartos de miocardio.

Estado: Esperando

22/10/2025

La prevalencia mundial de la obesidad adulta se ha más que duplicado desde 1990. Al menos 2,8 millones de personas mueren anualmente como resultado del sobrepeso o la obesidad, y se estima que 35,8 millones (2,3%) de los años de vida ajustados por discapacidad a nivel mundial son causados ​​por ...

La prevalencia mundial de la obesidad adulta se ha más que duplicado desde 1990. Al menos 2,8 millones de personas mueren anualmente como resultado del sobrepeso o la obesidad, y se estima que 35,8 millones (2,3%) de los años de vida ajustados por discapacidad a nivel mundial son causados ​​por estos factores.

Se sabe que la grasa visceral, un tipo de grasa que se almacena en el abdomen, así como la acumulación de grasa en el hígado aumentan el riesgo de patologías como la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial y otras enfermedades cardíacas.

Con el objetivo de determinar cómo distintos tipos de grasa afectan la salud arterial, investigadores de la Universidad McMaster en Ontario (Canadá) han realizado un estudio cuyos resultados se han publicado, recientemente en la revista 'Communications Medicine'. "Hemos pretendido demostrar que, incluso después de tener en cuenta los factores de riesgo cardiovascular tradicionales, como el colesterol y la presión arterial, la grasa visceral y hepática, estos contribuyen al daño arterial", explicó Russell de Souza, coautor principal del estudio y profesor asociado en el Departamento de Métodos de Investigación en Salud, Evidencia e Impacto en McMaster.

Para su investigación, estos expertos utilizaron imágenes de resonancia magnética avanzada y datos de más de 33 000 adultos en Canadá y el Reino Unido. Gracias a ello, pudieron comprobar cómo  la grasa visceral y hepática está estrechamente relacionada con el engrosamiento y la obstrucción de las arterias carótidas del cuello. Estas arterias irrigan el cerebro, y su estrechamiento es un factor clave para predecir accidentes cerebrovasculares e infartos de miocardio.

"Este tipo de grasa es metabólicamente activa y peligrosa; está relacionada con la inflamación y el daño arterial incluso en personas sin sobrepeso visible. Por eso es tan importante replantearnos cómo evaluamos la obesidad y el riesgo cardiovascular", señaló, al respecto, la Dra. Sonia Anand, autora correspondiente del estudio, especialista en medicina vascular en Hamilton Health Sciences y profesora del Departamento de Medicina de McMaster.

Los mecanismos por los cuales la grasa visceral y hepática puede promover la aterosclerosis independientemente de los factores de riesgo CV tradicionales no están establecidos, según indicaron los autores. La teoría del "desbordamiento de grasa" sugiere que la acumulación de grasa visceral ocurre solo cuando se excede la capacidad de almacenamiento subcutáneo. Este depósito de grasa visceral en expansión se inflama debido a la infiltración de macrófagos de adipocitos hipertrofiados, lo que aumenta las citocinas que influyen en las vías metabólicas, inflamatorias y vasculares involucradas en la progresión de la aterosclerosis

En definitiva, las implicaciones son de gran alcance, según los autores del estudio. Por una parte, para los médicos, subraya la necesidad de ir más allá del IMC y la circunferencia de la cintura y considerar evaluaciones de la distribución de la grasa basadas en imágenes. Para los adultos de mediana edad, es un recordatorio de que la grasa oculta, y no solo el peso visible, puede aumentar 'silenciosamente' el riesgo cardiovascular.

Autor: IM Farmacias