"Algunos hablan de cartera de servicios común y remunerada para la farmacia, pero yo no creo que sea el momento"

El tema que más preocupa a los farmacéuticos melillenses es la consolidación del proyecto de receta electrónica, y desarrollar todas sus funciones aprovechando su potencial. Calculan que a final de año estarán a pleno rendimiento.

03/09/2014

La Ciudad Autónoma de Melilla cuenta con 22 farmacias, 77 colegiados en total que se agrupan en un COF pequeño que se esfuerza por dar cada vez más servicios a los colegiados. “Ese era uno de los principales retos que tenía nuestra junta de gobierno cuando empezó”, explica Francisco Pérez, ...

La Ciudad Autónoma de Melilla cuenta con 22 farmacias, 77 colegiados en total que se agrupan en un COF pequeño que se esfuerza por dar cada vez más servicios a los colegiados. “Ese era uno de los principales retos que tenía nuestra junta de gobierno cuando empezó”, explica Francisco Pérez, presidente del COF Melilla desde hace ocho años. Sobre la economía de las farmacias, explica que la mayoría “están trabajando lo mismo, pero cada vez con un margen más pequeño, y quizás eso sea lo más preocupante”.

La receta electrónica, proyecto que está operativo en la ciudad desde hace un año y medio, se encuentra en un porcentaje de un 42% y está a punto de consolidarse totalmente. “El tema está estabilizado, aunque de vez en cuando surge algún problema, los mismos que han tenido otras comunidades que ya han pasado por estas fases, a veces cortes de suministro o que se pueda caer la red, pero se van superando. Aquí no hubo plan piloto, desde un principio empezamos todos a la vez porque somos pocos. En cuanto a oficinas de farmacia estamos al 100%, y en cuanto a farmacéuticos al 80%, todo el mundo está implicado en el tema de receta electrónica”, nos explica el presidente. En su opinión, será una herramienta fundamental para fomentar el uso seguro y responsable de los medicamentos, y contribuir a la mejora de la adherencia a los tratamientos. “Yo creo que esa es la gran oportunidad de la receta electrónica y puede ser muy interesante a medio plazo”.

En cuanto a afrontar las medidas derivadas del recorte del gasto farmacéutico, no ve una solución sencilla. “Algunos hablan de cartera de servicios común y remunerada para la farmacia, pero yo no creo que sea el momento, con este periodo de crisis, de ponerle precio a servicios que ya se dan. Habrá que ver cómo se van desarrollando estas medidas de contención del gasto e intentar no improvisar, sino estudiar las alternativas y ser coherentes con lo que tenemos, que no es poco, una farmacia tradicional que es muy importante. La farmacia asistencial es la clásica, la que conocemos de toda la vida. Hacer experimentos es muy complicado”.

Pérez cree que la receta para capear el temporal es la paciencia y la profesionalidad, y que no hay otra manera, “poco a poco iremos buscando soluciones a los problemas. Tenemos una buena farmacia asistencial y reconocida, en primer lugar por los pacientes”.

Antes de marcharnos, nos cuenta su vocación por la atención farmacéutica. “Yo he tenido la suerte de estar en la oficina de farmacia y en la enseñanza, y me quedo con la atención farmacéutica, porque ves que hay respuesta. Nos hemos ganado a pulso ser el profesional sanitario más cercano, sin lugar a dudas, y es un aspecto vocacional importantísimo de nuestra profesión”.

Autor: IM Farmacias
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