La obra recuerda que los medicamentos prescritos son la tercera causa de muerte en Europa y Estado Unidos, por detrás de las enfermedades cardíacas y el cáncer.
Estado: Esperando
Ayer, 9 de septiembre, los asistentes a la presentación del libro “Medicamentos que matan y crimen organizado” de Peter C. Gøtzsche asistieron a un contundente argumentario contra importantes compañías farmacéuticas y su capacidad de influencia en los medios políticos y sanitarios de los países más importantes del mundo. Gøtzsche es ...
Ayer, 9 de septiembre, los asistentes a la presentación del libro “Medicamentos que matan y crimen organizado” de Peter C. Gøtzsche asistieron a un contundente argumentario contra importantes compañías farmacéuticas y su capacidad de influencia en los medios políticos y sanitarios de los países más importantes del mundo. Gøtzsche es profesor de la Universidad de Copenhague y responsable del Nordic Cochrane Center. Doctor en Medicina, actualmente declara no tener conflictos de intereses, aunque inició su carrera en el campo de la regulación de medicamentos, trabajando en los departamentos de ensayos clínicos de importantes farmacéuticas.
La propia portada del libro es una píldora que se dispara desde un arma, como metáfora del efecto letal que tienen algunos fármacos en las vidas de muchos pacientes. Durante la presentación pudo escucharse que son 200.000 las personas que fallecen en la Europa de los 400 millones de ciudadanos, cada año, pudiendo llegar esa cifra a los 6.000 en España. Gøtzsche también es conocido por su persecución intelectual hacia los cribados con mamografías. Acompañaron al médico danés el profesor de la Escuela Nacional de Sanidad, doctor Juan Gérvas, y el también médico y presidente de la ONG “NoGracias”, Abel Novoa. Mientras que el primero aseguró que hoy en día la Medicina sustituye a la Religión de nuestros padres, y que actualmente está sometida a fortísimas presiones económicas por la poderosa Industria farmacéutica mundial. Por su parte, Novoa aseguró que asistimos a una gran crisis en el modelo biomédico actual y que resulta altamente preocupante que los laboratorios dediquen el doble de sus recursos a promoción y publicidad antes que a investigar nuevos fármacos eficaces.
La presentación de Gøtzsche tuvo muy duras palabras para las agencias reguladoras de medicamentos, como la FDA americana. Según sus palabras, se trata de una entidad que no sabe arbitrar bien las alarmas sanitarias relacionadas con los fármacos y que no hace un buen seguimiento post-comercialización, de los efectos adversos que producen aquellos. También criticó el autor del polémico libro que estas agencias fallan en la aprobación de medicamentos. Así, pudiéndose comprender que se realicen autorizaciones de urgencia para tratamientos contra el ébola, en mitad de una crisis epidémica, no es admisible esa falta de rigor para otros medicamentos como, por ejemplo, Vioxx, cuya indicación para dolor debería requerir extremar los cuidados en cuanto a eficacia y seguridad del fármaco. En cuanto al episodio de la Gripe A, las palabras que Gøtzsche dedicó a Tamiflu pueden ser fáciles de imaginar por parte de nuestros lectores.
De la misma forma, Gøtzsche fue también extremadamente duro con la Psiquiatría actual, cuestionando gran cantidad de antidepresivos.