Cuidado y mimo para nuestros ojos

Al hallarse en permanente contacto con el medio externo, los ojos están expuestos a agresiones físicas, químicas y biológicas que pueden producir lesiones de cierta importancia.

13/02/2015

Son delicados, precisan cuidados y pueden presentar patologías de origen diverso que deben ser corregidas y tratadas. Es aconsejable un cuidado regular de los ojos y visitar periódicamente al oftalmólogo para prevenir lesiones o tratarlas sin dilación. Las lágrimas se forman permanentemente, y mantienen humedecidas las estructuras oculares que se ...

Son delicados, precisan cuidados y pueden presentar patologías de origen diverso que deben ser corregidas y tratadas. Es aconsejable un cuidado regular de los ojos y visitar periódicamente al oftalmólogo para prevenir lesiones o tratarlas sin dilación. Las lágrimas se forman permanentemente, y mantienen humedecidas las estructuras oculares que se hallan en contacto con el exterior, facilitando el arrastre de pequeñas partículas y cuerpos extraños. Contienen agua, sales, proteínas y sustancias con actividad antiinfecciosa. La conjuntiva es una fina membrana transparente que recubre interiormente los párpados y la esclerótica.

Los párpados y las pestañas protegen los ojos de la desecación, de posibles lesiones y de cuerpos extraños. Debido al contacto diario con sustancias contaminantes, productos cosméticos o el aire seco, los párpados precisan un cuidado y atención regulares. Las enfermedades de los párpados provocan la segregación de secreciones y la formación de costras, que pueden resultar perjudiciales para los párpados y la córnea. Mediante la oclusión del ojo los párpados nos protegen de posibles lesiones y de la alta incidencia de luz. El movimiento regular y casi siempre inconsciente de los párpados (de 8 a 12 veces por minuto) humedece la superficie ocular extendiendo el líquido lagrimal. Los bordes de los párpados están cubiertos con una secreción que evita el derrame del líquido lagrimal. El párpado superior es mayor y más ágil que el inferior.

La retina del ojo es una estructura fotosensible recipiente de luz, que se caracteriza por su alta actividad metabólica. Bajo estas condiciones (luz, alta actividad metabólica) se crean radicales libres. Los radicales libres son productos intermedios nocivos que tienen un efecto muy violento y destructivo. Aparte de las sustancias nocivas que se dan dentro del organismo de forma natural, también hay sustancias del medio ambiente, como el humo de tabaco, el sol (la luz ultravioleta) u otros tipos de radiación, que pueden formar radicales libres. Se trata de compuestos que carecen de un electrón en su estructura molecular, lo cual les confiere una gran potencia destructiva de oxidación. Existe una teoría que afirma que los radicales libres participan en la génesis de ciertas patologías oculares. Por esta razón muchos oftalmólogos recomiendan cada vez más, sobre todo a personas mayores, la administración de complementos alimenticios que contengan vitaminas, carotenoides y minerales seleccionados (especialmente el zinc) para la protección de sus funciones oculares. 

Autor: IM Farmacias
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