Los resultados del examen de la respuesta celular en 4 pacientes tratados en los EE.UU. podrían guiar el desarrollo de nuevas vacunas.
Investigadores del Centro de Control de Enfermedades en Atlanta han conseguido obtener un perfil de la respuesta inmunitaria en supervivientes de la infección por el virus Ébola, examinando linfocitos T y B durante la fase aguda de la infección. Estas células mostraron claros signos de activación, observación que está en ...
Investigadores del Centro de Control de Enfermedades en Atlanta han conseguido obtener un perfil de la respuesta inmunitaria en supervivientes de la infección por el virus Ébola, examinando linfocitos T y B durante la fase aguda de la infección. Estas células mostraron claros signos de activación, observación que está en contraste con la establecida creencia de que la infección suprime la inmunidad.
En el caso de las células B, la frecuencia de plasmablastos osciló entre el 10 y el 50%, comparado con menos del 1% en individuos sanos. La mayoría de estos plasmablastos presentaba inmunoglobulina (IgG) de superficie, coincidente con la presencia en suero de IgG específica del virus. De manera análoga, el número de linfocitos T aumentó hasta un 30%, en comparación con el 1-2% en individuos sanos. La respuesta más pronunciada fue observada en la subpoblación CD8+, en la que más del 50% mostró expresión de marcadores de activación y proliferación. Los científicos constataron que, aunque las respuestas CD4 y CD8 van dirigidas a múltiples proteínas virales, la dirigidas a las nucleoproteínas son preponderantes.
La activación del sistema inmunitario persistió tras la eliminación del virus del plasma, detectándose células CD8+ activadas incluso un mes después de que el paciente fuera dado de alta. Los hallazgos sugieren que la estimulación antigénica continúa tras la resolución de la enfermedad y renuevan el valor de los cuidados paliativos, los cuales podrían proporcionar el margen crítico para que el sistema inmunitario reaccione frente al invasor.
