"Bajamos las roturas y el capital invertido en stock"

Slimstock, con más de 600 clientes, es una empresa que está especializada en la previsión de la demanda y la optimización de inventarios. Su software Slim4 ayuda a obtener el stock justo, en el lugar correcto y en el momento adecuado. Con ello, se bajan las roturas y el capital invertido en stock de manera simultánea.

03/06/2015

Slimstock calcula la demanda futura que va a tener su cliente y calcula el stock necesario para poder hacer frente a esta demanda prevista. Sus consultores poseen una dilatada experiencia en la gestión de la cadena de suministros. “Una vez está claro lo que deberíamos tener; generamos la orden ajustándonos ...

Slimstock calcula la demanda futura que va a tener su cliente y calcula el stock necesario para poder hacer frente a esta demanda prevista. Sus consultores poseen una dilatada experiencia en la gestión de la cadena de suministros. “Una vez está claro lo que deberíamos tener; generamos la orden ajustándonos a lo que ya tenemos. Si trabajamos con un distribuidor, como un hospital o una cooperativa farmacéutica, esta orden es una orden de compra que se convierte en período de aprovisionamiento. Si trabajamos para un laboratorio farmacéutico, esta orden se transforma en una orden de producción. El objetivo es que no haya roturas de stock”, señala Edt Goris, director general de Slimstock España.

Se persigue un mejor nivel de servicio, con menos volumen de inventario. Goris detalla que el secreto de su software Slim4, la solución que Slimstock brinda a sus clientes, es una buena previsión de la demanda y un buen cálculo del stock de seguridad.

Se trata de un proyecto de consultoría. Para implementarlo, en primer lugar, los expertos de Slimstock estudian exhaustivamente el proceso actual de su cliente. “Casi siempre nos dicen que lo están haciendo de una manera, pero les gustaría hacerlo de otra. Una vez concretamos lo que quieren conseguir, sabemos qué es lo que debería aportar Slimstock en este proyecto”, explica Goris. Este análisis es la base para establecer el plan de mejora, que incluye los objetivos cuantificados a conseguir. A continuación, los consultores definen el interfase, que es el canal de comunicación con el ERP del cliente, y posteriormente se instala y configura el software. En esta primera fase se prepara técnicamente el proyecto. Es decir, se definen los objetivos del cliente y para asegurar el cumplimiento de los objetivos se implanta el software de tal manera que cumple con estos objetivos.

La segunda fase consiste en enseñar cómo se maneja el software a los futuros usuarios, por lo cual se lleva a cabo una formación básica –más adelante se efectuará una avanzada– y se inicia la puesta en marcha. “Tanto la formación de los usuarios, como la puesta en marcha y las primeras pruebas, son muy importantes”, manifiesta Goris. La tercera fase consiste en optimizar el funcionamiento, en automatizar aún más los procesos y, además, en una evaluación de los resultados. Desde que se inicia el proyecto hasta que se llega a la tercera fase, más concretamente entre arranque y puesta en marcha, transcurren unos tres meses. La duración de la última fase, la de optimización, depende del tipo de cliente, pero suelen ser otros tres meses más. Durante esta etapa se hacen visitas frecuentes de seguimiento.

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Autor: IM Farmacias
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