Menopausia: cuidarse para verse bien

Según el último Congreso Mundial de Medicina Antienvejecimiento celebrado en Montecarlo, el 54% de mujeres menopáusicas se siente insegura con su imagen. Cuidar piel y cabello favorece a encajar el cambio.

17/06/2015

La mujer en España vive un tercio de su vida en la menopausia, ya que la esperanza de vida de la misma es de 85 años. Pero cuando más experiencia tienen, más han vivido y más saben, se ven peor. Más de la mitad así lo manifiestan. Porque, según datos ...

La mujer en España vive un tercio de su vida en la menopausia, ya que la esperanza de vida de la misma es de 85 años. Pero cuando más experiencia tienen, más han vivido y más saben, se ven peor. Más de la mitad así lo manifiestan. Porque, según datos presentados en el Congreso Mundial de Medicina Antienvejecimiento de Montecarlo, el 54% se siente insegura con su imagen, y un 87% de las mujeres nota cambios en su piel durante este tiempo.

La menopausia trae como consecuencia una piel seca, deshidratada y con arrugas. El 5% del colágeno se pierde durante los primeros 5 años. A cualquier edad, la piel en la mujer es más fina que en el hombre (0,5-3 mm, mientras que la masculina es un 25% más gruesa). Con el paso del tiempo envejece y sus funciones (defendernos de gérmenes y radiación solar, regular la temperatura corporal, almacenar sustancias, etc.) se alteran. Los primeros signos de envejecimiento pueden aparecer en diferentes momentos, en función de la herencia genética y del estilo de vida. Pero en general, a partir de los 50, la piel se muestra más seca, fina, flácida y áspera, con arrugas y cambios de pigmentación, con dilataciones vasculares, con dificultad de cicatrización o crecimiento de diversas formaciones benignas (queratosis, hiperpigmentaciones…). La hidratación cutánea disminuye, por efecto fisiológico o por culpa del sol.

La dermatóloga María José Alonso, dermatóloga del Hospital Torrecárdenas de Almería y miembro de la AEDV, habla del enlentecimiento celular: “Disminuye la capacidad de reparación de los tejidos, aumenta la laxitud cutánea, sobre todo en aquellas mujeres que no siguen un tratamiento hormonal sustitutivo y quienes reciben gran cantidad de radiación ultravioleta a lo largo de su vida. Al haber menos colágeno, la piel es menos elástica: el 5% se pierde durante los primeros 5 años. Aminora la elasticidad y aparece la flacidez, sobre todo en el rostro, brazos y muslos”.

Los estrógenos controlan el funcionamiento de los melanocitos, células encargadas del tono cutáneo: su número disminuye, perdiendo el control sobre la melanina y provocando la aparición de manchas de la edad y lentigos. La piel de las palmas de las manos y plantas de los pies se hace más gruesa y con tendencia a las grietas, sobre todo si hay exceso de peso. La piel de la zona genital es también sensible a los cambios hormonales, ya que es donde se encuentran la mayor cantidad de receptores estrogénicos.

Aparece la atrofia vulvovaginal, que puede desaparecer con tratamiento hormonal sustitutivo y cambiando los jabones agresivos por otros lubricantes.

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Autor: IM Farmacias
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