El mercado de Cardiovascular pierde pulso

En estas líneas tomamos el pulso al mercado de los medicamentos indicados para prevenir o tratar diversas afecciones y patologías que afectan al aparato cardiovascular, tantas veces caracterizadas por producir “arritmias” en sus ventas. “Bradicardias y taquicardias” observadas en las ventas realizadas a los pacientes desde las oficinas de farmacia (sell out). Evidenciando que muchas marcas ya han pasado a la fase de madurez, en un mercado que, sin embargo, sigue bombeando con fuerza capacidad de negocio, en un contexto de población envejecida y malos hábitos de vida. Como siempre en este tipo de trabajos, resultan imprescindibles los datos aportados por la multinacional IMS Health, experta en detectar cuando sube la “presión arterial” en los mercados farmacéuticos o cuando los malos resultados permiten hablar, metafóricamente, de “anginas o infartos” en algunos manufacturers o productos.

28/01/2016

A pesar de que se conoce en profundidad la mayor parte de los factores de riesgo de la Enfermedad Cardiovascular (ECV), ésta sigue siendo la primera causa de muerte en España. Con 2 grandes entidades que causan la mayor parte de los fallecimientos, como son la cardiopatía isquémica (CI) y ...

A pesar de que se conoce en profundidad la mayor parte de los factores de riesgo de la Enfermedad Cardiovascular (ECV), ésta sigue siendo la primera causa de muerte en España. Con 2 grandes entidades que causan la mayor parte de los fallecimientos, como son la cardiopatía isquémica (CI) y la enfermedad cerebrovascular, últimamente se ha visto comprometido el descenso de dicha mortalidad, previamente logrado gracias a los grandes avances farmacológicos. A ello está contribuyendo la progresiva pérdida de los hábitos cardiosaludables que provoca que más de la mitad de la población española con algún factor de riesgo identificado no cumpla los objetivos terapéuticos. Un factor coincidente, y paralelo según los casos, al progresivo envejecimiento de la población.

La ECV es la segunda causa de muerte en personas de mediana edad y la causa hegemónica de óbito a partir de los 75 años. Siendo un problema que afecta tanto a las mujeres, como primera causa de mortalidad, como en los varones, segunda solo después de las muertes causadas por tumores. La enfermedad cardiovascular es un embudo en el que muchas veces confluyen serios problemas de salud como el tabaquismo, el consumo de grasas que desemboca en las hipercolesterolemia y dislipemias, la diabetes y la obesidad. Entre sus efectos más acusados está la hipertensión arterial (HTA), factor de riesgo cardiovascular más frecuente en España, con una prevalencia superior al 40% en pacientes mayores de 35 años de edad, habiéndose detectado dos tercios de hipertensos en los pacientes mayores de 60 años, con un alto índice de ausencia de diagnóstico (45%) y bajo número de casos con control médico y farmacológicos efectivos.

Atención especial merecen también las arritmias, trastornos de la frecuencia cardíaca (pulso) o del ritmo cardíaco cuando es demasiado rápido (taquicardia), excesivamente lento (bradicardia) o simplemente irregular. Dichos problemas pueden ser debidos a daños cardíacos (miocardio, infarto), cardiopatías congénitas, insuficiencia cardíaca, agrandamiento del corazón, hipertiroidismo, o consumo de sustancias tóxicas, excitantes o algunos neurofármacos (depresión, psicosis). Como ritmos cardíacos anormales, pueden citarse la fibrilación (aleteo auricular), determinadas taquicardias (AVRNT, auricular multifocal, supraventricular paroxística), el bloqueo cardíaco (aurículo-ventricular), el Síndrome del seno enfermo o el Síndrome de Wolff-Parkinson-White, entre otros. Fenómenos acompañados potencialmente de dolor torácico, desmayos, mareos, vértigos, palidez, dificultad para respirar o sudoración.

Para restablecer el ritmo cardiaco normal, se recurre a desfibrilación, marcapasos temporal y farmacoterapia intravenosa u oral. Entre estos últimos, los antiarrítmicos se dividen en 4 categorías: los bloqueantes sódicos (clase I), los betabloqueantes (clase II), los betabloqueantes de los canales de potasio del corazón (clase III) y los betabloqueantes de los canales de calcio del corazón (clase IV).

Hace prácticamente un año, otro análisis similar al presente, realizaba una foto fija del mercado farmacéutico de Aparato Cardiovascular. Entonces registramos la evolución de las ventas del Sistema reninaangiotensina, los Antagonistas del Calcio, los Diuréticos, los Agentes Beta-bloqueantes y los Hipotensores. Por el contrario, 12 meses más tarde, el panorama ha cambiado sustancialmente. Han quedado fuera del grupo de las Top5 clases terapéuticas estudiadas los diuréticos, los agentes beta-bloqueantes y los hipotensores; dando entrada a esta élite mercantil a los Fármacos Antiatero-escleróticos y Reguladores Lipídicos, los Antihemorroidales y Antivaricosos y los medicamentos para Terapia Cardiaca. Grupos terapéuticos que han tenido diferentes comportamientos en ventas.

En este caso, las Top5 clases terapeuticas a nivel 2 del mercado de Aparato Cardiovascular y los Top5 Manufacturer son estudiados a partir de los datos nacionales a Sell out (NPA), sobre las ventas efectuadas en las oficinas de farmacia a los pacientes. Como se aprecia en las gráficas, la información se facilita en miles de euros (Valor) y miles de unidades (Unidades), con cifras expresadas a Precio de Venta Laboratorio (PVL) del Mercado Farmacéutico Nacional (MNF), recogiendo los crecimientos-decrecimientos y las cuotas de mercado. Todo ello a efectos del MAT de octubre de 2015, que comprende el período fijado entre noviembre 2014 y octubre 2015. (…)

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Autor: IM Farmacias
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