Psicología y Omega-3 para niños con problemas de conducta

En la sociedad actual, cada vez son más habituales los trastornos conductuales que afectan a la infancia. Los pediatras se decantan por terapias no farmacológicas, como es el caso de los complementos alimenticios con Omega-3.

15/02/2016

El desarrollo y maduración infantil tiene lugar de una forma armónica y paralela, tanto desde el punto de vista físico como emocional, permitiendo que el niño se adapte de forma natural a las exigencias de su entorno, mostrando una conducta relativamente predecible. Sin embargo, existe un grupo de población pediátrica ...

El desarrollo y maduración infantil tiene lugar de una forma armónica y paralela, tanto desde el punto de vista físico como emocional, permitiendo que el niño se adapte de forma natural a las exigencias de su entorno, mostrando una conducta relativamente predecible. Sin embargo, existe un grupo de población pediátrica en el que esta armonía no se manifiesta, determinando estilos cognitivos y conductuales diferentes. Sobre el caso concreto de los niños con TDAH, existen numerosas publicaciones describiendo su problemática particular y la influencia de la misma sobre su entorno escolar y familiar, pero sobre los niños con problemas de conducta que no llegan a ser diagnosticados de TDAH, la información disponible es mucho más escasa.

Pese a ello, el análisis de los resultados de la última Encuesta Nacional de Salud (2011) ha permitido determinar que el 11,4% de los niños de entre 6 y 12 años ha padecido alguna vez algún tipo de trastorno de la conducta y/o mental, como depresión o ansiedad, y/o ha visitado a un psicólogo, psicoterapeuta o logopeda, y en algunos casos ha utilizado algún tipo de tranquilizante o relajante para dormir. El Estudio Época es un estudio observacional cuyo objetivo principal fue valorar el impacto sobre el estado de salud y la calidad de vida de los problemas de conducta en niños de entre 6 y 12 años.

Aunque este tipo de trastornos se consideran leves, pueden alterar el entorno familiar y educativo del niño y afectar a la calidad de vida de las familias. En estos casos, puede ser de gran ayuda prescribir una suplementación nutricional que aporte ácidos grasos Omega-3, junto a la psicoeducación, el entrenamiento en el manejo conductual y el apoyo académico. De hecho, los menores que mostraron un mayor grado de mejora fueron aquellos que combinaron otras medidas junto a la suplementación alimenticia con ácidos grasos Omega-3, nutrientes que está comprobado son fundamentales en la dieta para mantener una adecuada función cerebral.

Los datos del estudio, que se han publicado en el número de octubre de 2015 de la revista Acta Pediátrica, sugieren que existe un alto porcentaje de niños aparentemente sanos que una vez evaluados presentan probables problemas de salud mental, que afectan a su salud, su calidad de vida y la de sus padres. Por esta razón, es de particular importancia que los pediatras y, en general, los profesionales de la salud, que reciban consultas por parte de los padres y tutores sobre problemas de conducta o comportamiento, realicen una evaluación profesional de los mismos y apliquen medidas no farmacológicas que ayuden a reducirlos. (…)

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Autor: IM Farmacias
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