Con la elevada prevalencia de esta enfermedad y con la previsión de que el número de pacientes diabéticos aumente en todo el mundo de aquí a 20 años, están apareciendo en el mercado nuevos tratamientos, así como novedosas dianas terapéuticas.
La jornada vespertina bajo el título “Nuevos antidiabéticos, ¿qué necesitamos saber?” ha contado con la participación como ponentes de Julio Sagredo Pérez, médico de familia del Centro de Salud Los Rosales, de Madrid, y coordinador del Grupo de trabajo en Diabetes de SoMaMFyC, y de José Antonio Fornos, coordinador del ...
La jornada vespertina bajo el título “Nuevos antidiabéticos, ¿qué necesitamos saber?” ha contado con la participación como ponentes de Julio Sagredo Pérez, médico de familia del Centro de Salud Los Rosales, de Madrid, y coordinador del Grupo de trabajo en Diabetes de SoMaMFyC, y de José Antonio Fornos, coordinador del Grupo Diabetes SEFAC. A ambos les dio paso Marta Galipienzo, presidenta del COF de Navarra, que señaló la alta prevalencia que la diabetes tiene en España, en particular, y en todo el mundo, en general, con el consiguiente consumo elevado de recursos sanitarios. Por ello, abogó por que no se conciba una gestión sanitaria de estos pacientes sin que participen los dos actores fundamentales de la salud en este proceso: el farmacéutico y el médico de cabecera.
José Antonio Fornos comenzó su conferencia con unas cifras alarmantes: la prevalencia de la diabetes crecerá en todo el mundo, de aquí hasta el año 2035. Aun así, y a pesar de que hay diagnosticados un 14% de diabéticos en España, cerca del 6% no sabe que tiene dicha enfermedad. Por ello, el papel del farmacéutico, según el experto, es fundamental. Sobre todo, porque está tratando con un paciente que no solo tiene diabetes, sino que sufre otra serie de patologías, por lo que, además, es polimedicado. En este sentido, Fornos destacó que “estos pacientes, junto con el control que se haga de sus medicamentos y el objetivo que se busque con dichos fármacos, tienen que tener un control y modificación en su estilo de vida”. De ahí la necesidad de valorar el riesgo de esos medicamentos, si la actuación de ese medicamento es el adecuado o la contraindicación con otros fármacos que está tomando el paciente. Y es aquí donde el farmacéutico juega un papel básico.
Por su parte, el coordinador del Grupo Diabetes SEFAC trató la relación entre la obesidad y la diabetes. Para este experto, es habitual que el paciente diabético sea obeso, si bien no siempre se cumple la premisa de que el paciente obeso tenga diabetes. “El control de la diabetes es personalizado. Con el tratamiento que pongamos, lo que hacemos es un traje a medida del paciente”. Sagredo Pérez cerró su intervención afirmando la necesidad que controlar otros aspectos en el paciente diabético, tales como la presión arterial, el peso o el tabaco, factores todos ellos que requieren ser controlados para mejorar el control de la diabetes.
