¿Cómo ha evolucionado el papel del farmacéutico? ¿Hacia dónde se dirige la farmacia como espacio de salud? A pie de calle, en contacto directo con los profesionales del sector, buscamos respuestas a éstas y otras preguntas clave.
Proviene de una familia legendaria de farmacéuticos. Desde que el abuelo de Jesús Catalán abriera la antigua botica allá por 1909 han pasado muchos años en los que ha adquirido, aún más si cabe, una rica experiencia. Criado en el entorno farmacéutico, el boticario zaragozano inició sus primeros pasos en ...
Proviene de una familia legendaria de farmacéuticos. Desde que el abuelo de Jesús Catalán abriera la antigua botica allá por 1909 han pasado muchos años en los que ha adquirido, aún más si cabe, una rica experiencia. Criado en el entorno farmacéutico, el boticario zaragozano inició sus primeros pasos en un pequeño municipio de Zaragoza que actualmente cuenta con apenas 700 habitantes.
Nos recibe en la histórica farmacia a la que acuden cada día los habitantes de Luna, y en la que se respira un olor a tradición y sabiduría. Jesús lleva más de 35 años como farmacéutico comunitario, por lo que nos ofrece una visión de futuro fundamentada en el pasado, con la singularidad de la farmacia rural. “Nos encontramos en el genuino medio rural, incluso con botiquines en los pueblos circundantes con muy poca población. Considero que la esencia de la oficina de farmacia y su servicio al mejoramiento de la salud de los pacientes es indiferente bien sea rural o urbana”.
El denominador común de las boticas de pequeños municipios es el perfil del usuario. Todas coinciden con un tipo de cliente que se corresponde con una persona pensionista con diversas patologías crónicas y, en consecuencia, polimedicada. A ello suele añadirse un agravante, y es que se trata de ciudadanos que viven solos y que encuentran mucha dificultad para seguir el tratamiento de forma adecuada. Aquí el papel del farmacéutico es fundamental. “Es cierto que la farmacia ha cambiado notablemente en estos últimos años, pero el tiempo nos ha proporcionado algo muy ventajoso: ha aumentado la confianza de las personas en la farmacia, lo cual facilita nuestra labor”.
El producto estrella sigue siendo el medicamento, al cual corresponden el 90% de las ventas de la farmacia Catalán Sesma. No obstante Jesús incide en la trascendencia que están cobrando otras áreas como la fitoterapia, y la implantación de servicios, como los SPDs, a los cual van asociados muchas ventajas. “Son muy útiles en personas mayores, y, por ello, considero que debieran estar remunerados en su justa medida, puesto que requieren de un tiempo de dedicación. En cuanto a la toma de la tensión arterial, ha sido un servicio que se ha prestado de forma gratuito hasta la fecha”.
Para Jesús la clave de la supervivencia del modelo de farmacia, acuciado por los recortes, se resume en “seguir trabajando en la línea asistencial a la población que ya venía ejerciendo nuestros antepasados”. Aunque admite que la cuenta de resultados se ha reducido considerablemente, lo cual hace pensar en un futuro preocupante; sin embargo, confía en que los profesionales seguirán manteniendo como prioridad “la dedicación al mejoramiento de la salud de nuestros vecinos, por encima de ninguna otra consideración”.
En cuanto a las medidas anticrisis, advierte de la problemática que están causando sobre la red de farmacia de Aragón los impagos por parte de la administración. “La situación es preocupante ya que llevamos sin cobrar varios meses, esto, junto con otras decisiones para afrontar la crisis, han provocado un colapso en el funcionamiento de las farmacias. Considero que el gasto se podría haber orientado hacia otras áreas como la hospitalaria”.
Se despide de nosotros con un mensaje optimista. “Confío en nuestra capacidad para aunar esfuerzos y seguir apostando por la calidad de la atención farmacéutica. La sostenibilidad de la farmacia a largo plazo pasa por asegurar la excelencia de nuestros servicios, manteniendo siempre la salud de nuestros pacientes por encima de cualquier otro criterio”.
