En estos momentos, la situación de las farmacias aragonesas, tanto urbanas como rurales, es complicada. Se debe principalmente a los retrasos en los pagos que están sufriendo en los últimos meses, algo que provoca gran inestabilidad.
La provincia de Zaragoza cuenta en la actualidad con 1.297 colegiados. Desde su colegio farmacéutico denuncian enérgicamente las dificultades que están atravesando. “El acceso a la medicación es un derecho básico y fundamental de la población. Garantizar este derecho es responsabilidad de la Administración Sanitaria del Gobierno de Aragón. Pero ...
La provincia de Zaragoza cuenta en la actualidad con 1.297 colegiados. Desde su colegio farmacéutico denuncian enérgicamente las dificultades que están atravesando. “El acceso a la medicación es un derecho básico y fundamental de la población. Garantizar este derecho es responsabilidad de la Administración Sanitaria del Gobierno de Aragón. Pero ahora mismo quienes están garantizando este derecho somos los farmacéuticos. Ante los retrasos en los pagos, las farmacias deben buscar recursos propios, poniendo en riesgo en muchos casos su viabilidad económica, para no dejar de prestar el servicio, y proporcionar los medicamentos que necesitan los aragoneses. Esta misma responsabilidad que nosotros estamos asumiendo es la que pedimos a la administración. Es el gobierno de Aragón y no los farmacéuticos, el que debe garantizar el acceso a los medicamentos”, afirma contundente Ramón Jordán Álava, presidente del COF Zaragoza.
Desde su perspectiva, una de las claves que pueden ayudar a paliar el déficit en el que se encuentra inmersa la sanidad pública es, precisamente, la farmacia. “Por su capilaridad, por la cercanía al ciudadano, por los amplios horarios y por la formación de los farmacéuticos, ningún otro eslabón en el sistema sanitario es más propicio que el de nuestra oficina de farmacia para trabajar por la promoción activa de la salud, que es algo que hasta ahora no se le ha dado suficiente importancia”, afirma Jordán.
En su opinión, se trata de un asunto vital, que debe convertirse en prioritario e incorporarse de verdad a las políticas públicas, o de lo contrario no habrá sistema sanitario europeo capaz de ser sostenible y adaptarse a un contexto sociodemográfico completamente diferente, marcado por el envejecimiento de la población y la creciente prevalencia de enfermedades crónicas.
El presidente enumera las múltiples razones por las que, cada día más, se demuestra que la farmacia es un eslabón valiosísimo en la cadena sanitaria. “Dos millones de personas son atendidas cada día en las farmacias españolas, sin listas de espera y sin cita previa y en muchas poblaciones, especialmente en Aragón, la farmacia constituye, además, el único establecimiento sanitario. Tenemos dos millones de razones para colaborar con el resto de profesionales y estructuras sanitarias. Dos millones de razones para formar parte de las estrategias y planes de salud que se ponen en marcha desde la Consejería de Sanidad en atención al paciente crónico, salud pública, salud cardiovascular, consejos nutricionales, detección precoz de enfermedades, y vacunaciones, entre otras muchas”.
La evolución y adaptación a los nuevos tiempos que se ha visto obligada a experimentar la farmacia en los últimos años es innegable, y ha servido, en muchos casos, para provocar una auténtica reinvención. (…)
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