Debate sobre la administración de inyectables desde la farmacia comunitaria

¿Administrar inyectables desde la farmacia comunitaria? De eso se habló en la primera mesa redonda de la jornada del viernes del VII Congreso Nacional de Salud de SEFAC; moderada por María del Carmen Magro, farmacéutica comunitario en Torrejón de Ardoz (Madrid) y coordinadora del Grupo de Inmunología de SEFAC, y patrocinada por Sanofi Pasteur MSD. Magro, en la introducción, comentó que hay posibilidad de instaurar un servicio de administración de inyectables en la farmacia comunitaria. “El farmacéutico comunitario está infravalorado y no nos utiliza adecuadamente la Administración. Estamos interesados en ayudar y nos preocupa el paciente. Somos además los que más captamos los problemas de la población”, aseguró. Javier Velasco, farmacéutico comunitario en Inglaterra, habló del caso británico desde el punto de vista de Sanofi. Allí, “el sistema de Salud se ha dado cuenta de que somos un mecanismo para ampliar la efectividad de la vacunación”. En ese sentido, se ayuda a incrementar el número de pacientes vacunados. “Somos convenientes, abrimos muchas horas y se confía en nosotros”, manifestó.

Carlos Mauricio Barbosa, farmacéutico, exbastonário de la Ordem dos Farmacêuticos de Portugal y profesor titular de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Oporto (Portugal), destacó en su intervención que utilizar a las farmacias para la vacunación es una actitud muy inteligente. “Las farmacias permiten incrementar mucho la tasa de vacunación. Los farmacéuticos tienen que tener capacidad para responder a este desafío de la Administración. Es lo que ha pasado en Portugal”, justificó. Añadió que se ha incrementado mucho la centralización en las farmacias de los servicios. “El producto es una herramienta para la farmacia”, recordó. Los farmacéuticos allí vacunan subcutáneo e intravascular y vacunas no incluidas en el Plan Nacional de Vacunación. Sostuvo asimismo que hay que considerar aspectos de la implementación de este servicio, con el objetivo de asegurar la calidad y la seguridad. El farmacéutico tiene que tener la formación específica, un sitio privado para hacer el servicio y un seguro de responsabilidad civil, entre otros requisitos. En la formación específica; hay un 25% de formación práctica y un 75% de teórica. Esta capacitación tiene una validez de cinco años y hay que renovarla cada lustro, haciendo un curso de actualización y demostrando que se ha realizado el servicio durante los cinco años. Más de 2.000 farmacias (de 2.900) vacunan en Portugal.

Rosa Magallón, médico de familia en Zaragoza y presidenta de la Red Española de Atención Primaria (REAP), dio el contrapunto y la visión de sus compañeros de profesión. Lo primero que hizo fue enfatizar que es entusiasta de la farmacia comunitaria, consciente de que podía crear polémica en la sala. “Tenemos muchos farmacéuticos integrados en nuestra asociación. Es una sociedad multidisciplinar. Mi visión de la farmacia comunitaria no corresponde a más que un 1% de mis compañeros de profesión”, prometió. Uno de los mayores inconvenientes para la administración de inyectables en la farmacia que citó es que no todas las vacunas son iguales. Las hay de cobertura universal, otras que no son recomendables, etcétera. Por este motivo, “hay que llegar a un consenso por el pro del paciente, sobre qué vacunas hay que administrar al paciente”. La opinión más mayoritaria de sus compañeros de profesión, señaló, es si de verdad los farmacéuticos quieren poner inyectables. “Para nosotros, el plan A sería una visión de farmacias integradas en los centros de Salud. Como no es posible, proponemos un plan B que es de servicios integrados o, por lo menos, coordinados. Proponemos desde nuestra sociedad un procedimiento. Yo tengo mis dudas sobre quién debe dar la acreditación, si la universidad o los colegios”, confesó. “Si no vencemos resistencias, podemos jugar a que colaboramos, pero no beneficiamos a los pacientes. Las guías de práctica clínica conjunta son fundamentales. Yo soy una defensora de la farmacia comunitaria y sin ellas no estaría de acuerdo. Quiero cambiar el lema de este congreso, ya que doy el contrapunto, ‘estamos muy cerca, seguimos muy lejos”, terminó. Barbosa quiso matizarle que, en Portugal, las vacunas que pone el farmacéutico son de prescripción médica.