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lizarla: “Aquí nos pusimos a disposición de la administración de forma gratuita para que el ciudadano tuviese lo necesario, ya sea medica- ción o productos sanitarios, en la puerta de su casa, llevada por el farmacéutico de su barrio. Y eso es lo que debemos reaprender. Observar lo quehapasadoymejorar enesesentido, en loque respecta al farmacéutico, y veo que ahí hemos fallado. Deberíamos poder tener una respuesta más rápida y concisa”. Medicamentos hospitalarios Cuando comenzó toda la crisis en el mes de marzo, el COF Castellón tuvo acceso al conve- nio que firmaron los farmacéuticos catalanes con la Generalitat de Catalunya, y lo manda- ron a la dirección general de la Comunidad Valenciana. En él, la distribución y las oficinas de farmacia seponíanadisposiciónde laGene- ralitat, a través de los hospitales se preparaba la medicación hospitalaria y se le mandaba a la farmacia más cercana al paciente. A conti- nuación, un farmacéutico llevaba esta medicación hasta el domicilio, tomando los registros y a coste cero. El presidente manifiesta que “trasladé todo esto a la dirección general de aquí y no hubo respuesta. Y al poco tiempo me enteré de que aquí habían llegado a un acuerdo con una empresa de mensajería. Estoy en total desacuerdo, primero porque esto tiene un coste para el ciudadano que pagamos a través de los impuestos. Nuestra propuesta y la de la distribución era gratuita, y además está perfectamente adecuada para ese transporte y cumple con las buenas prácticas de la distribución. Eso hay que decirlo y tiene que quedar bien claro, yo no sé si la empresa de mensajería las cumple. Tampocoentiendoquedeterminadosactoresde la farmaciahospitalariadefiendanel repartodemedicamentos conservicios demensajeríaa las casas de los pacientes. Como si elmedicamento fuese un paquete de arroz”. Un antes y un después Para la farmacia, de manera inmediata, la crisis sanitaria ha supuesto una reforma mayor o menor de la botica: mamparas, vinilos, metacri- latos…Al margen de esto, la farmacia se ha dado cuenta que hay una atención sanitariamás allá de la simple dispensación al paciente. “Una cosa es el trabajo diario de dispensación de losmedicamentos, pero ade- más habíamultitud de cuestiones que preocupaban a la gente. También hemos vistoquehabíaque trabajar deotramanera, volver a los orígenes, enseñarmecanismos de higiene, que es lobásico. Cosas que tenemos tan dentro de nosotros que pensábamos que ya estaban aprendidas, pero no, ha habido que hacer mucha educación sanitaria a la población, y la dispensación ha sidomás secundaria”, afirma Marco. En la provincia de Castellón ha habido apenas tres o cuatro afectados por el Covid-19 entre personal de farmacia y farmacéuticos, y a pesar de tener los síntomas no saben si han sido positivos, porque no se les ha hecho la prueba, “pero por sentido común se han ido a su casa y se han autoimpuesto una cuarentena de unos 15 días” . Los retos que se plantean tras la pandemia son muchos, pero para Marco hay uno fundamental: “Aprender a trabajar en equipo con nues- tros compañeros hospitalarios. Porque está visto que en algunos sitios funcionamos muy bien, aquí en Castellón hemos trabajado muy bien, pero cuando veonoticias anivel nacional parece que somos dosmundos “SI QUIERES PONER UN PRECIOMÁXIMO AUTORIZADOTIENES QUE ASEGURARTE DE QUE HAY PRODUCTO POR DEBAJO DE ESE PRECIO” diferentes. El pacientedehoyendíanecesitamuchísimoesacolaboración, porqueesunpacienteque secomparte, estáensucasapero tienemedica- cióndehospital, estácontroladoenel hospital peronopuedevivirallí.Una de las cosas que hemos visto en esta crisis es que a pesar de los hospitales que tenemos, parece ser que no tenemos tantas camas especializadas o de UCIs cuando pasa algo tan grave, y eso que hay hospitales en cada esquina. Pero han sido incapaces de absorbernos”. Mascarillas La problemática sobre la escasez demascarillas y los precios prohibiti- vos ha sidounode losmuchos quebraderos de cabeza que han tenido que enfrentar los farmacéuticos durante esta pandemia, un tema que ha generado mucha indignación. Al respecto, el presidente nos explica que la farmacia se ha visto envuelta sin querer en una situación en la que, en el mes de enero aproximadamente, el país sequedó sinmascarillas, porque al principio de la crisis en China los ciudadanos asiáticos que viven en España se llevaron todas las mascarillas. “ Y cuando nuestro país llegó a la crisis, no había, nos quedamos sin ellas. Te pones a buscar mascarillas, y el productor si hay demanda, sube el precio, y como ve que se lo compran lo sigue subiendo. Nosotros no somos los culpables, el farmacéutico se ha encontrado ante el dilema de comprar un producto al precio que te lo vendan, onocomprarloydejardeproporcionaral clienteunproductoque entendemos todos ahora que es tan necesario. Porque al principio de la crisis los dirigentes decían que lamascarilla no era fundamental y ahora es obligatoria”. Afirma que muchos compañeros tomaron la decisión de no comprar, y otros compraron al precio que encontraron, y eso ocasionó verdaderas diferencias en precios. Cuando el Gobierno fijó el precio a 0,96 perjudicó amuchos. “Si quieres poner unpreciomáximo autorizado tienes que asegurarte de que hay producto por debajo de ese precio, yami entender tienes quedar una salidaa lagentequehayapodi- do invertir algoenese tipodeproducto, si no, leabocasautomáticamente a vender a pérdidas, y eso no está bien por parte de un Gobierno que nos administraa todos. Puedo entender que han sido tresmesesmuy duros, y de toma de decisiones muy importantes y rápidas, pero creo que esto ha sido consecuencia de una falta de previsión, aunque una situación como esta entiendo que es muy difícil de prever”.

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