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| 92 ANUARIO 2019-20 Grandes dificultades para las farmacias turísticas canarias En las Islas Canarias, el gasto farmacéutico en 2019 creció conside- rablemente, un 7,60%en el acumulado interanual, mientras que la subida fue aúnmayor si nos fijamos únicamente en el datodel mes de diciembre, un 11,79% superior que en el mismo mes de 2018. Atendiendo ahora a las cifras de 2020, los crecimientos también son elevados, del 8,31% en el acumulado interanual hasta el mes de mayo, y del 8,28% en la cifra de enero hasta abril. Con respecto a los afectados por el virus en la comunidad, el pre- sidente del COF Tenerife , Manuel Ángel Galván González , insiste en que “no se trata de cuántos profesionales se han visto afectados, que los hemos tenido, sino de cuántos habrían sido si no hubiéramos activado sistemas de autoprotección y protocolos, si no hubiéramos instalado mamparas desde el mismo día de la declaración del esta- do de alarma, si no tuviéramos la importante formación no sólo en medicamentos, sinoensaludpúblicaque tenemos los farmacéuticos”. La farmacia rural canaria ha hecho un trabajo importantísimo e imprescindible en estos meses. Además, recuerda el presidente, “las farmacias turísticas soportan unas condiciones casi heroicas, al estar abiertas prácticamente sin usuarios durante todo este tiempo, conmuchasdificultadesyunasostenibilidadeconómicaenentredicho. Esas zonas turísticas han quedado vacías y su recuperación será aún muchomaslenta.Desdeloscolegiossehaintermediadoconentidades financierasparaquecreenfinanciaciones específicas. Eso tambiénnos hacepensar que los ratiosdepoblación, queenCanarias computanal 50%de las plazas hoteleras, para la creación del mapa farmacéutico, deben replantearse en el futuro”. Medicamentos hospitalarios En las Islas Canarias, como denuncia Galván, por decisiones erróneas de la administración, no se ha podido hacer la dispen- sación de medicamentos hospitalarios en la farmacia, cuando ya estaba todo en marcha. “Ha sido una desafortunada decisión que debe también reflexionarse cuando termine la crisis. Debemos hacer caso a los pacientes, éstos quieren tener sus medicamentos en sus farmacias, y nunca un mensajero sustituirá la labor de un farmacéutico, nunca un teléfono podrá sustituir a la atención de un farmacéutico. Además, se pierde toda la conexión e información con la medicación que el paciente adquiere por otros medios, como la medicina privada u otros productos que no necesitan receta. Se perderá una oportunidad única de mejorar los resultados en salud y de beneficiar a los pacientes. Es necesario rectificar y establecer canales de comunicación, objetivos y protocolos entre la farmacia hospitalaria y la comunitaria”. El farmacéutico se enfrenta a muchos retos, entre ellos a la com- plejidad del mercado, con actores que no realizan ningún tipo de atención farmacéutica y pretenden, a través de herramientas tec- nológicas, vender productos sanitarios, intentando aprovecharse de la percepción que tiene la población del servicio farmacéutico. Además, “nos enfrentamos al reto del establecimiento de los servi- cios profesionales remunerados, que aporten valor a los pacientes y mejoren su salud y calidad de vida, y contribuyan a la sostenibilidad de la farmacia, en una situación en la que cada día hay mas presión sobre el precio del medicamento, sin que se pare a evaluar su valor”.

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