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responsabilidad profesional de los farmacéuticos comunitarios: “ Hay tanta evidencia cientí ca mundial sobre el valor de la farmacia asisten- cial que debería considerarse un delito grave no integrar las farmacias comunitarias demaneramás e caz en laAtenciónPrimariadelmañana ”. ¿Qué creeque la crisis del Covid-19ha puesto encima de lamesa sobre la farmacia asistencial?“ Ahora, más que nunca, hemos demostrado que nuestra propuesta de valor pasa por aprovechar nuestra función sani- taria, social y humana como profesionales sanitarios integrados dentro del sistema sanitario. Queremos, y tenemos que, explotar nuestramisión como expertos en el medicamento y, para ello, debemos llevar a cabo nuestra asistencia, demanera homogénea y protocolizada con calidad y seguridad ”, responde. Los farmacéuticos en todos sus ámbitos de ejer- cicio –industria, hospitales, Atención Primaria, farmacia comunitaria y enSaludpública–han sido claves parapoder gestionar estapandemia. Söderlund sostiene que se ha comprobado cómo “ la farmacia comu- nitaria ha sido estratégica en la respuesta sanitaria al coronavirus, que el farmacéutico es el profesional sanitario más accesible y que ningún ciu- dadanosehaquedadosinsumedicamento ”. Determina que estamos en elmomentodedesarrollar la farmacia comunitaria. Mejores resultados para los pacientes gracias a la farmacia comunitaria conllevarían un modelo sanitariomoderno, más accesible, más sostenible y demayor calidad a menor coste. Extremadamente alentador Explica que el hecho de que las farmacias se hayan mostrado tan dispuestas, en la anterior ola de la pandemia del Covid-19, a adoptar nuevas formas de trabajar y a incorporar nuevas soluciones resulta “ extremadamente alentador ”. “ También es muy grati cante ser testigos de cómo, en cuestión de semanas, se ha producido una exibilización de la regulación que veníamos exigiendo durante años; y en casi todo el mundo ”, mani esta. Esto ha permitido la implantación de servicios de valor añadido, como las entregas a domicilio, el suministro de EPIs a profesionales sanitarios y el uso de recetas electrónicas. Por otro lado, hemos asistido a“ un fuerte desarrollo en la telefarmacia ”. Apunta que esto tienemuchas ventajas,“ comoposicionar al farmacéu- tico dentro de la Sanidad digital, asesoramiento online a los pacientes, entregademedicamentos adomicilioy seguimiento remotode terapias ”. A rmaque seríamuypositivopara los pacientes poder contar coneste servicio de ahora en adelante, y que éstos lo están esperando. Insta a progresar en estos cambios “ que tan claramente han bene ciado a la sanidad de las comunidades a las que servimos ”. El abordaje de la cronicidad y de la adherencia o la asistencia a nues- trosmayores desde las farmacias comunitarias pueden convertirse en elementos fundamentales para superar esta crisis sanitaria. “ El nuevo modelo debe estar basado en la promoción, la prevención y la búsqueda de la calidad de vida, con una mayor coordinación sociosanitaria y el fomento del protagonismo del paciente, su autocuidado (tanto para do- lenciasmenores comoparaelmanejodeenfermedadesno transmisibles) y el apoyo a la persona cuidadora ”, expone. Las nuevas tecnologías se han presentado como una herramienta especialmente e caz para el seguimientode los pacientes crónicos. Matiza que todo ello es posible gracias a la buena comunicaciónque existe entre los profesionales del primer nivel asistencial. Es decir; médicos, enfermeras, trabajadores sociales y farmacéuticos. En este aspecto, “ la colaboración entre los diferentes profesionales de Salud es crucial; y el rol del farmacéutico comunitario es esencial, como el profesional sanitariomás accesible ”. Pone como ejemplo el rol de farmacéutico en la lucha contra las en- fermedades no transmisibles (ENT). “ La prevención y el tratamiento de las ENT requieren intervenciones que sean terapéuticamente efectivas, El siglo XXI será el siglode los farmacéuticos comunitarios “Todos los farmacéuticos, científicos farmacéuticos y educadores tienen un papel clave en el futuro sistema de Salud. Me siento orgulloso de ser farmacéutico”, indica Lars-Åke Söderlund. “También sabemos que todos los profesionales farmacéuticos deben adaptarse a los nuevos desafíos y ser socios integrados en el sistema sanitario”, añade. Opina que ahora es muy importante avanzar hacia una perspectiva de la farmacia comunitaria como la farmacia de Atención Primaria, que ponga énfasis en la salud como componente de bienestar y calidad de vida, enfocada tanto desde la perspectiva individual como comunitaria, procurando mejorar las cotas de equidad y disminuir las desigualdades de salud. El trabajo multidisciplinar será aún más importante, con la farmacia comunitaria como un agente integrado en estos equipos para la optimización de los tratamientos y la mejora de la seguridad del paciente, con una mayor coordinación entre los niveles asistenciales y una mayor consideración tanto de los aspectos clínicos, sociales como de Salud pública. “De esa manera, vamos a potenciar nuestro perfil y competencia farmacoepidemiológico”, precisa. Igualmente, “será importantemodernizar la formade atender a los pacientes, tanto en sus consultas sobre medicación como en los procesos de dispensación en la Atención Primaria, evolucionando hacia sistemas de telefarmacia y servicios digitales”. Pide utilizar la coyuntura para consolidar los cambios y para aprovechar las oportunidades que se presenten. Su conclusión es que ésta es una gran oportunidad para la farmacia comunitaria para efectuar cambios rápidos en la evolución de las farmacias. Se muestra optimista sobre el futuro de la farmacia comunitaria y está convencido de que “el siglo XXI será el siglo de los farmacéuticos comunitarios”. asequibles tanto para el paciente como para los sistemas de salud ”, pun- tualiza. Insiste en que los farmacéuticos están entre los profesionales de Atención Primaria más accesibles, y ofrecen un apoyo rápido y cuali cado para atender las necesidades de los pacientes. Con todo, las farmacias comunitarias han reaccionado y adaptado sus servicios con respecto al Covid-19.“ Enel futuro, la farmaciacomunitaria debería ofrecer una serie de servicios y recibir una remuneración adecua- da para ayudar a manejar esta crisis y futuras pandemias o crisis ”, dice. Reivindica que, en primer lugar, los farmacéuticos deben “ inmunizar ” contra el Covid-19 y las enfermedades infecciosas, y obtener autori- dad para ampliar las inmunizaciones. Segundo, que hay que mejorar el papel de los farmacéuticos en el autocuidado y el cribado. Tercero, hay que garantizar un acceso continuo a losmedicamentos durante la pandemia, gestionar la sustitución terapéutica de los medicamentos en coordinación con losmédicos cuandohaya escasez. Por último,“ los farmacéuticos debenutilizar la ‘telesalud’ y la ‘telefarmacia’ parabrindar atención y seguimiento a los pacientes ”.

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