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E s una farmacia familiar. Tres genera- ciones y cada día intentando dar lo mejor y amoldándose a los tiempos que corren. Arancha e Ignacio Ila- rraz , que previamente habían trabajado en la industria, se hicieron cargo de la Farmacia Cruz Vera (Madrid) en diciembre de 2018. Antes era de su tío, aunque la puso en mar- cha su abuelo en los años 50. Trabajan en ella cinco farmacéuticos y dos auxiliares.“ Pensábamos que eramuy debarrio, muyde lagentedealrededor, pero tambiénnos hemos dado cuenta de que es una farmacia de paso. Estamos entre dos calles que son bastan- te transitadas, cerca del metro y abrimos 12 horas ”, cuenta Arancha. Llevaron a cabo una reforma integral en el verano pasado, con la ayuda de Concep·. “ Pilló en medio de toda la vorágine de lapandemia, pero creoque ha sido algo valiente que hemos hecho y algo bueno porque la gente está muy contenta ”, dice. Es una especie de “ podemos seguir adelante y seguir haciendo cosas nuevas ”. Arancha describe que la farmacia ha cambiado mucho. Empezó siendo muy pequeña y ahora han cogido el local de al lado. “ ¿Qué queríamos con la ampliación? Darle un buen lavado de cara y brindar unos servicios que lagente esperaactualmente de una farmacia, no sólo la atención estrecha que teníamos anteriormente ”, aclara. Por ejemplo, han pasado de tener una máquina en la que la gente se tomaba la tensión ella misma a tomarla de una forma más individualizada, en una sala aparte y con una relación más estrecha con el paciente. Ignacio señala que están muy contentos de cómo ha quedado la farmacia. “ Ha sido un cambio brutal. “Hemos ganado espacio, por la ampliación y además hemos robotizado todo ”, con la tecnología de BD Rowa, celebra. Desde finales de septiembre, la han puesto a funcionar “ a pleno rendimiento ”. ¿Notanmuchas diferencias? Él con- testa que se perciben en el volumen de gente que entra. “ Haciendo Arancha e Ignacio Ilarraz y su equipo comparativas de cómo está el sector, porque lees que las operaciones caen un 15%a nivel nacional, nosotros nos estamosmanteniendo. Nos está yendo mejor y la parafarmacia funciona ”, comenta. Del robot, precisa que no sólo les supone un mayor rendimiento a nivel de ventas, sino también mejoras de gestión del inventario. “ Es que ese es otro mundo ”, expresa. Han apostado por uno de un brazo con dos cintas de salida. El local es en forma de U y uno de los cuatro mostradores está unos diez metros adelantado del resto. “ Queríamos guardar el espacio inicial de la farmacia para poder fomentar la parafarmacia, con una zona diferenciada de dermo, pero no dejar rota la dispensación en esa parte. Por ello, tenemos la cinta que atraviesa toda la farmacia y que habilita ese puesto ”, expone. Recuerda que están en un barrio, Vallecas, en el que la dispensación es muy importante. De hecho,

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