IMFarmacias_116

el farmacéutico | 12 Ana Navarro (Murcia) Ana regenta una botica en el municipio mur- ciano de Calasparra, al noroeste de la capital. Nos cuenta cómo han vivido desde allí la pandemia: “En general, han aumentado las consultas de personas jóvenes sin patologías crónicasqueacudenalafarmaciaporunproble- ma puntual de salud, pero el perfil mayoritario sigue siendo mayores de 50 años que vienen a retirar medicación crónica, ya sea para ellos o para un familiar”. La farmacia comunitaria ha sido clave en la gestión del Covid-19. “Hemos desarrollado un rol importantísimo, somos el sanitariodeprime- ra línea que ha estado realizando seguimiento farmacoterapéutico, detectando problemas con la medicación, dificultades de adherencia, nuevaspatologías conel control deparámetros, etc.”. Ciertoes, pero, además, tambiénhandes- empeñado un servicio esencial en atención primaria. “Ahoramásquenunca, con los centros médicos casi saturados, estamosaliviandogran carga asistencial a nuestros compañeros de Atención Primaria con el tratamiento de sínto- mas menores, contribuyendo así a mejorar la calidad de vida de la población de unamanera muy accesible”. No sólo la población ha sufrido cambios, tam- bién el boticario hamodificado sus rutinas de trabajo : “Durante la pandemia nuestro papel cambió totalmente, pasamos del mostrador al teléfono atendiendo cada día múltiples llama- das sobre tratamientos, recetas, etc. Físicamente apenas venían pacientes” ¿Se ha llegado a recuperar la rutina? “Yo creo que sí, porque la mayoría de los pacientes acude de nuevo a retirar sus tratamientos. La única novedad son las medidas de seguridad entre farmacéutico y paciente”. Y es que el farmacéutico comunitario, ade- más, ha sido clave a la hora de concienciar a la población de las medidas a adoptar y de ofrecer información basada en la evidencia científica. En definitiva, ha desarrollado un rol preventivo y educacional . “Hemos sidoel único sanitario al que el paciente ha tenido acceso personal durante muchos meses. Nos hemos centrado en transmitirle información veraz con el fin de tranquilizarlo enmomentos de tensión e incertidumbre”. Sin duda, un trabajo encomiable, pero ¿cómo es el futurode la farmacia? “En losúltimosaños hemos vivido un panorama cambiante que todavíanosehaestabilizado. Nos encontramos en una situación en la que el medicamento en sí cada vez renta menos, lo que obliga a los farmacéuticos a optar por dos caminos: o bien centrarnos en la parafarmacia o bien en los servicios farmacéuticos”, sostieneAna, y añade: “Comoprofesionales sanitarios tenemosmucho potencial para ayudar al paciente y aliviar la carga asistencial, pero necesitamos que se nos valore desde la administración”. Con gran esperanza de que esto ocurra, apre- mia apostar sin fisuras por la consolidaciónde los servicios farmacéuticos porque, claro está, otra dificultad es la fijación de una remune- ración determinada asociada a los mismos. “Todos los servicios que se realizan en la botica paraayudar al paciente (SPD, indicación farma- céutica,AMPAYMAPA, controldeparámetros…) son el futuro tanto de la farmacia como de la sanidadpública, ydeberíanestar remunerados, bien por el paciente bien a nivel de sistema nacional de salud”. Y es que el valor añadido que ofrece la farmacia al sistema supone un ahorro significativo del gasto sanitario, pues contribuye a prevenir posibles afecciones, al tiempo que alivia la carga asistencial. ¿Hacia dónde se dirige la farmacia del futuro? “No sabemos si los precios de losmedicamentos cambiarány tendremos queajustarnos el cintu- rón, o si se empezaránavalorar los servicios que realizamos y podremos potenciarlos. Lo único que tenemos claro es que seguiremos al pie del cañónparamejorar la salud y la calidadde vida de nuestros ciudadanos”, asegura Ana. María José Santamaría (Murcia) Al sur de la Región de Murcia se encuentra Águilas, unmunicipiocosterodemásde30mil habitantes. Hasta allí nos trasladamos para co- nocer a María José, apasionada boticaria que ama su profesión. “El personal de la farmacia cadavez estámás preparadoyactualizado, nos formamos continuamente y tenemos un papel clave para acercar a la población el consejo so- bre salud y prevención, y lo hemos demostrado durante la pandemia”. Y es que, si bienes verdadque el farmacéutico siempre ha estado a pie de calle, ahora se ha hechoaúnmáspatente. “Hasidobastanteduro trabajar durante la pandemia, especialmente los primerosmeses cuandohabíamuchadesin- formación”, asegura con cierta consternación, y añade: “El sentimiento de desprotección por partede lasautoridadeshacianuestrosectornos ha hecho sentir muy vulnerables, pero creo que hemos sabido enfrentarnos a ello con valentía y mucho sacrificio”. Un apoyoque sí ha sabido reconocer la pobla- ción: “Vieron cómo las farmacias permanecían abiertas y dispuestas a aconsejar, apoyarles e informarles en unmomento en el que no se po- día acceder a los centros de salud y únicamente era posible contactar con el médico telefónica- mente”. Una muestra de lo que el boticario es y ha sido desde siempre. Elmodelode farmacia “siguesiendocambiante, aunque susbases continúansiendo lasmismas”

RkJQdWJsaXNoZXIy NTI5ODA=