IMFarmacias_116

paraverquesí sepuedencambiar lascosasdes- de laperspectiva individual, representativa, co- lectivay nalmente institucional. Asociaciones profesionalespatronalescomoa laquetengo la suerte de pertenecer; Adefarma – FEFE gracias al inquietuddeunos cuantosFARMACÉUTICOS ha conseguido desarrollar herramientas que permiten que nos adaptemos al cambio, son herramientas como D-Coupon y el proyecto LUDA-FARMA, sobre lascuales sepuedeencon- trar infoen los enlaces. Laprimera traeusuarios de fuera del canal a dentro, y la segunda pone adisposiciónde cadapaciente -cliente el stock de las ya más de 1.000 farmacias que integran la red en un solo segundo, indicando qué, cuántos y dónde hay cualquier producto del stock de la red (lo cual es útil no solo en caso de desabastecimiento, sino también para satisfacer al paciente que no quiere esperar a quese loencarguemos yquevaa salirdel canal farmacia para encontrarlo). Los pacientes que van a estas farmacias no necesitan salir de un canal en el que confían. En atención personalizada, especializada y digitalizada, la farmaciacomunitariasería impa- rable, porque tienemás capacidad, necesidady ganasquecualquier otra rama sanitaria, hecho quehaquedadopatentedurante lapandemia, pues la farmacia comunitaria es el único canal sanitario que no se ha saturado, el único. Si asumimosqueunpaciente, porque lonecesita, pero tambiénporquequiere, puedeque tenga hasta derecho a disponer del servicio farma- céutico en su domicilio, por mucho miedo, incertidumbre, pereza, pasmo o asombro que nos produzca debemos al menos plantearnos cómo dar ese servicio. Si no lo hacemos, otros jugadores se adelantarán e irán por delante en el desarrollo de plataformas para dar este servicio. Empresas tan“raras”comoVolvo, Ford, Sanitas,Mapfre, etc. ofrecenYAeste servicio. Lo quepropongoesnoreplicarmodelosconesen- ciamercantil comoel de la carita sonriente con nombre de río, cosa que algunas cooperativas están haciendo, pues si quieren hacer lo que hace alguien, digamos Amazon oGoogle, me- jor queAmazonoGoogle, están condenadas a tirar el dinerode sus cooperativistas. Debemos subirnos al trende la tecnología, parapilotarlo, conrespeto, perosinmiedoytraernosel campo de batalla donde somos más fuertes; los servi- cios profesionales asistenciales especializados. Se tratadedar el servicio sinpivotarloen torno a posicionamientos en buscadores o a diluir el paciente en esas plataformas sonrientes, perdiéndolo para siempre y permitiendo que quede cautivo en ellas. El serviciodebepivotar dentro del canal farmacia, detectando esas necesidades y solucionándolas sin que sea necesario que salga de nuestro canal, nuestra red, la red de farmacias, pero actuando como unmodelo colaborativo. Estamos enunpunto de in exión tan potente y radical como el que tuvo lugar en 1944 cuando se fundaron las primeras cooperativas pero que ahora actúan -en algunos casos- como S.L.; movidas por el bien de sí mismas. Este modelo colaborativo, perodigitalizadoy transversal, que lehace judo a toda esa disrupción, es la única manera de salir reforzados en estos momentos de duda y temor. En lugar dequejarnos tantopor nuestro destino, tomemosel toropor los cuernos como nuestrosabueloshicieronenunaépocamucho másdifícil yconvulsaque laactual (sí, pandemia incluida). postCovid L O S H Á B I T O S D E C O M P R A YA E S T Á N C A M B I A N D O comprador customer journey ventas O C T U B R E D i s p o n i b l e e n

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