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ferias y eventos | 138 Para Emilio Monte es preciso potenciar “la integración en los equipos sanitarios” de la farmacia asistencial, apostando por aumentar la “participación, de una forma compartida con el médico, a la hora de prescribir y seleccionar medicamentos”. Ángel García, por su parte, considera que existe cierta distorsión en el seguimiento de los pacientes enAtención Primaria y hospitalaria, a causa de la falta de herramientas de comunicación comunes para facilitarlo. Para Juan Uriarte, la gran fortaleza de la farmacia comunitaria es “la cercanía” en el trato humano de los pacientes y de los cuidadores. “La labor asistencial de la farmacia comunitaria es la gran fortaleza que tenemos”, ha recordado. A continuación, Emilio Monte ha reclamado que la farmacia hospitalaria tenga una mayor información de los tratamientos o medicamentos que los pacientes están tomando y que adquieren habitualmente en los establecimientos de farmacia comunitaria. En esta línea, Uriarte considera que para que la información fluya conmayor facilidad a todos los niveles es preciso impulsar “cambios legislativos” ya que en juego está el tratamiento de datos personales muy sensibles para los pacientes. A este respecto, Monte ha apuntado que no es necesario “esperar a que haya cambios legislativos para empezar a movernos e impulsarlos nosotros”. Respecto a los obstáculos para mejorar la coordinación entre los diferentes agentes del sistema sanitario, EmilioMonte ha recordado que en muchas ocasiones “ni siquiera nos conocernos. Tenemos que dejar de mirarnos a nosotros mismos y mirar al paciente, liberando la mente para ayudarle”, mejorando el conocimiento de lo que hacen los diversos agentes del sistema sanitario. A este respecto, Ángel García ha recordado que la farmacia comunitaria está “fuera del sistema” sanitario, por lo que la coordinación es mucho más complicada con los centros de salud y otros profesionales sanitarios. “A veces parece que una rama de la profesión farmacéutica quiere crecer a costa de otra. No funcionamos como una red, hay que saber qué está haciendo el otro para intentar colaborar”, apunta. Por su parte, Juan Uriarte ha afirmado que “hay formas de comunicarnos y de conocernos” pero en muchos casos o no se utilizan o se hace un uso deficiente de las mismas. Debilidades y fortalezas, a revisión Sobre cómo la sociedad ve a la profesión farmacéutica, especialmente en lo referente a sus debilidades y fortalezas, ha versado uno de los coloquios del encuentro,moderadopor la tesorera del Consejo General de Colegios de Farmacéuticos, Ana López. En él han participado la jefadel ServiciodeFarmaciadelHospital Gregorio Marañón, María Sanjurjo; la farmacéutica de Atención Primaria Ingrid Ferrer, y el farmacéutico comunitario y patrono de la Fundación Pharmaceutical Care España, Jaime Román. “Se han vivido momentos muy difíciles y de mucha angustia, pero los profesionales del sector de farmacia han dejado el pabellón muy alto”, ha destacado López. Para IngridFerrer, “las farmaciashanganadoen visibilidad” durante lapandemia, especialmente “de cara a nuestras compañeras, sobre todo de Enfermería”. Por su parte, Jaime Román ha reconocido que “el paciente se ha reorientado, especialmente en el ámbito del medicamento. Han visto que había profesionales, como los farmacéuticos, que podían aportarlesmuchomás”. Según la experiencia de Sanjurjo, en su hospital se “reforzó mucho la unidad de intravenosas, preparando mucha más medicación” que anteriormentea lapandemia. Sanjurjoesperaqueestadinámicacontinúeen el futuro, para no depender tanto de los suministros demedicamentos por parte de otros hospitales o, incluso, de otros sistemas sanitarios. También es necesario, según Ferrer, “reducir la carga farmacológica” de los pacientes. Y para Román sería preciso “comunicar de manera más clara en qué podemos ayudar a las personas, colaborando con el resto de profesionales sanitarios de Atención Primaria para mejorar la salud de la población. Es preciso hacer pedagogía interna y demostrar los resultados del trabajo farmacéutico”. Para Sanjurjo, tanto los pacientes como los medicamentos “cada vez sonmás complejos” y señalaque “seestátransmitiendomucharesponsabilidada los domicilios de los pacientes”. La jefa del Serviciode Farmacia del Hospital Gregorio Marañón ha indicado que los farmacéuticos deberían poder ayudar más a las familias a seguir sus tratamientos de modo correcto. Para ello, aboga por establecer herramientas y estrategias de comunicación claras entre la comunidad sanitaria, y de ésta hacia los pacientes. Según Ferrer, una de las debilidades de la Atención Primaria es el escaso número de profesionales disponibles, por loque consideraprioritario “reforzar” esaprimera líneade atención sanitaria en nuestro país. Respecto a los aspectos a mejorar de cara al futuro, Sanjurjo ha reclamado más “horizontalidad” en la toma de decisiones hospitalarias y sanitarias, teniendomás encuenta a los farmacéuticos y a los pacientes. IngridFerrer ha aseguradoque, enAndalucía, vana apostar por realizar campañas educativas hacia la población, en las que los protagonistas sonmédicos, farmacéuticos yenfermeros.Y tambiénvana fomentar “la notificación de incidentes relacionados con lamedicación, a través de la receta electrónica, para que esos problemas lleguen inmediatamente al buzón del profesional”. Por su parte, Jaime Román ha reclamado una mayor coordinación entre las farmacias y los centros de salud: “Tenemos que conocernos más”, ha indicado antes de añadir que “también haría un programa concreto en el que se atribuyera a los profesionales farmacéuticos determinadas acciones y funciones”.

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