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| 62 farmacia asistencial “Tenemos que aprender a escuchar al paciente, ya que durante su enfermedad planteará muchas dudas” Luis Alfonso Brizuela, farmacéutico comunitario Tal y como destaca este farmacéutico en cuanto al abordaje del paciente oncológico, lo primero que se debe tener en cuenta es que el cáncer, en estos momentos, es uno de los principales problemas de salud a nivel mundial. La tendencia va en aumento y, según el informe de 2020 de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), se han diagnosticado en España 281.478 casos y se espera que la cifra continúe aumentando. “El farmacéutico comunitario no puede permanecer ajeno a un problema que es global, y en todas las farmacias vamos a encontrar pacientes diagnosticados de cáncer, en cualquier de las fases de la enfermedad. Esto supone un impacto emocional importante tanto para el paciente como para su entorno; y puede buscar información en los sitios más accesibles, entre ellos la farmacia. Tenemos que aprender a escuchar al paciente, ya que durante su enfermedad planteará muchas dudas y preguntas, por lo que necesitamos conocimientos, habilidad y el material necesario para ayudarles”. Brizuela también destaca que es necesario conocer, detectar, e intervenir ante los problemas o dudas planteadas por el paciente. Desde su punto de vista, el tratamiento de los pacientes oncológicos ha de ser integral, por lo que será necesaria la coordinación de los diferentes ámbitos de actuación sanitarios para ofrecer a los pacientes un abordaje multidisciplinar, que permita ofrecerles información, mensajes y consejos consensuados y protocolizados de tal manera que se consigan uni car y, por ende, mejorar la vida del paciente. En esta óptica, señala, “el farmacéutico comunitario podría ayudar al paciente a detectar y manejar los posibles efectos secundarios del tratamiento y ofrecerle consejo en todos los aspectos relacionados con el autocuidado, además de la dispensación y el uso correcto de los medicamentos que tenga que retirar en la farmacia. En de nitiva, el farmacéutico no debe actuar de forma pasiva, sino implicándose y adoptando una comunicación activa con el paciente y con el resto de equipos sanitarios”. También preguntamos a este farmacéutico en relación al apoyo al paciente oncológico y su cuidador o cuidadores desde la farmacia comunitaria, quien señala que existen dos vertientes claras: por un lado, la actuación relacionada con el tratamiento de la enfermedad y los efectos secundarios derivados de ese tratamiento y, por otro, la educación sanitaria derivada de carga que provoca la enfermedad en el paciente y su entorno: “En loque se re ere al tratamientode la enfermedad y los efectos adversos, hemos de dar tanto al paciente comoa su entorno lamáxima información sobre la enfermedad, su tratamiento y las complicaciones que pueden aparecer por el tratamiento. El farmacéutico comunitario ha de tener en cuenta que, secundariamente al diagnóstico, suelenaparecer otros problemas de salud como insomnio, depresión, nerviosismoo estrés... entre losmás de 250 efectos secundarios derivados de los tratamientos oncológicos, y los pacientes deben de ser capaces de identi carlos y prevenirlos, o bien, de tratarlos tras su aparición. También es nuestra labor dar información, pautas de actuación y material de ayuda, como pudieran ser guías para los pacientes oncológicos, que permitan al paciente y su entorno interpretar con facilidad la información que necesita saber sobre su problema de salud o sus tratamientos. El farmacéutico tendrá una actitud activa, y deberá de conocer las preguntas más habituales que le pudieran hacer, o bien tener fuentes de información y consulta veraces y de calidad”. “EL FARMACÉUTICO NO DEBE ACTUAR DE FORMA PASIVA, SINO IMPLICÁNDOSE Y ADOPTANDO UNA COMUNICACIÓN ACTIVA CON EL PACIENTE”

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