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el farmacéutico | 16 Ana María Barba (Madrid) Para Ana María, la botica de su padre era su segunda casa. Estaba situada en Alcorcón, a unos 15 minutos de Madrid. Allí aprendió el carácter asistencial de la farmacia, la entrega a los pacientes y la cuali cación de una profesión valorada: “Comencé a trabajar en la farmaciademis padres a inicios de ladécadade los 80 del pasado siglo. Allí aprendí a escuchar a la gente y a buscar lamejor solución para sus problemas de salud”. Sinduda, la farmacia se de ne por “sucarácter asistencial, que es distintivo ymarca de nuestra profesión”. Actualmente, Ana María está al frente de una pequeña farmacia en el popular barrio de Argüelles, en el centro de Madrid. “No tenemos un per l de cliente de nido, sino que atendemos a estudiantes con pequeñas emergencias, empleados de o cinas o de los centros educativos, gente de paso por el barrio, turistas, pacientes de cirugías ambulatorias, y nuestros escasos pacientes residentes en la zona”, explica. ¿Qué rol ha ejercido la farmacia en la crisis del Covid-19? “Nos hemos convertido, por desgracia, en un polo de atracción de primera magnitud para pacientes, para distribuidores ajenos al canal, para los medios de comunicación e inclusopara los políticos”, asegura AnaMaría, y continúa: “Durante estos dos años hemos estado en el foco de forma muy poco afortunada, sientoquenoseha tenidoencuentanuestro trabajoprofesional ynuestraaportaciónvital para el sostenimientodel sistema sanitario”. Y es que la farmacia ha desarrollado un papel esencial enel diagnóstico, tratamientoyprevenciónde otras enfermedades distintas del coronavirus como auténtico punto de Atención Primaria. “A pesar de ello, siento que nuestra labor no ha sido reconocida”, se lamenta Ana María. servicios, y a nosotros se nos ve más como dispensadoresdeproductos”. Hay servicios como los SPD que tienen que ser remunerados por el sistema sanitario o por el paciente, y así lo considera, pues “al n y al cabo se trata de un trabajo que implica bastante tiempo y mucha responsabilidad. Me parece una deslealtad que haya quien lo ofrezca gratis”. ¿Cómo asegurar la sostenibilidad de la farmacia a medio plazo? Ana María lo tiene muy claro: “Reduciendo costes y stock de partidas poco rentables, aumentando la atención farmacéutica y poniendo cada vez más cariño en todo lo que hacemos. Frente a la deshumanización de lo digital tenemos que poner en valor nuestra humanidad”. Los recortes de 2008 en la Comunidad deMadrid hicieronmucho daño. “Enmi farmacia de entonces signi có la diferencia entre sobrevivir y no hacerlo. Al nal tuve quemalvender, lo que me supuso un fuerte golpe económico ymoral”, aseguraAnaMaría, y adviertedel deterioro en la asistenciaprimaria en la capital “que, lejosde paliarse al mejorar los indicadores Covid, sigue siendomuy insu cientepara las necesidades de la población”. Algunos desafíos que acechan a la farmacia comunitaria en España son la liberalización y lades nanciaciónde la sanidad. AnaMaría, en este sentido, es optimista: “Pre eroser positiva, creer que la cultura de los cuidados prevalecerá sobre la culturameramente nanciera”. ¿Ha cambiado mucho la farmacia en estos 30 años? “En esencia sigue siendo la misma, pero con más burocracia, algo que nos supone una pesadacarga. Losmedicamentos hanevolucionado, hanmejorado, hancrecido, sobre todo los OTC, loquenos permiteayudar enel cuidadode la salud”. Y es que la pandemia ha demostrado “que es imperativo que exista la indicación farmacéutica”. ¿Cómo potenciar los servicios complementarios al medicamento? “Depende de dónde esté situada tu farmacia. Una farmacia a las afueras de Madrid capital tendrá muchas más opciones para desarrollarlos, mientras que las farmaciasdel centro lo tenemosmásdifícil, pues hay establecimientos especializados en esos Escanea el código QR para saber más sobre Ana María tiene que ver -y mucho- la entidad colegial: “Lacorporacióncolegial supoestar enel tiempo ymomentooportunoparasumergir al sector en la oleada tecnológica y salir fortalecidos todos de esta inmersión”. Con todo, considera que con la implantación de la receta electrónica, la relación paciente-farmacéutico ha mejorado: “Antes era el médico el más importante, y ahora nosotros somos los que estamos a diario en la primera línea de actuación”. También se han incorporado nuevos servicios: “Los servicios complementarios son un gran apoyo, y ha aumentado su venta -debido en parte a la disminución del preciodelmedicamento-, locual haposibilitado que la sociedadadquieraproductos de cuidado personal que antes eran impensables en el medio rural”, re exiona. Para Nuria, la parafarmacia no es el futuro propiamente dicho, pues “la basemás sólida e importantedelafarmaciasiguesiendoelmedicamento”. Si bienes ciertoque los serviciosadicionales suponenunauténtico retoparael sector, también loesque “lainstitucióncolegial,al igual quetiene lacompetenciaenlaconcertaciónde la prestación farmacéutica, debe coger este testigo y apelar a la Administración en legislar y regular esta parcela de la farmacia española”. Para terminar, hablemos de desafíos, como la presencia en internet. ¿Cómo afrontarlo? “Nos obliga a estar actualizados constantemente, pero es complicado porque la competencia es brutal y, además, la relación paciente-farmacéuticosepierde totalmente.Desdemi punto de vista, la función esencial de la farmacia y su componente de servicio al paciente, en este sentido, se pierde", con esa Nuria a modo de conclusión. “El Covid-19 ha logrado que se acreciente el nivel de confianza en nosotros mismos”

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