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el farmacéutico | 12 Joaquín Ramírez (Las Palmas de Gran Canaria) Joaquín aprendió de la mejor: su madre. Conoció laentrega yel compromisoque conlleva el ser farmacéutico desde muy chico gracias a ella. “Tras terminar mis estudios y después de unos años trabajando en la industria farmacéutica, empecé a trabajar con mi madre en su farmacia. Lo que más me gusta es el consejo farmacéutico y el contacto con la gente. Es una relación de enriquecimientomutuo”. ¿Cómo es tu farmacia?“Estamos muy orgullosos de decir que somos una farmacia de barrio, de nuestra gente. Creemos que nuestra misión es mejorar la salud de nuestros vecinos, ser un puntode saluden lacomunidad”. Para Joaquín, la premisa principal es poner a las personas en el centro de todo lo que hacen. “El per l de cliente es muy diverso: desde gente joven hasta personas mayores”, nos cuenta, y añade: “Soy de los que piensan que no hay edad para preocuparse por la salud; cuidarse debe ser una responsabilidad que nos acompañe toda la vida”. Le preguntamos sobre cómo ha afectado la Covid-19 a la farmacia. Considera que "havisibilizadoaúnmás, si cabe, el valorqueaportamos a la sociedad. Al igual que el resto de sanitarios, estuvimosenprimera líneaayudandoanuestros vecinos. Ysientoqueeso lagente lohavalorado”. Igual que valorapositivamente la información contrastada, cientí ca y de calidad ofrecida desde la botica enmomentos de incertidumbre. “Los farmacéuticos nos convertimos en centro de información dedigna. ¡Y no fueron pocos los bulos que nos tocó desmentir! Aun así, aconsejamos de una manera rigurosa”, recuerda. Y es que, la desinformación, es parte de una sociedad saturada de inputs informativos. “Debemos ser la puerta de entrada al sistema sanitario, y eso cada día se hace más patente. La sanidadengeneral, y laAtenciónPrimariaen concreto, estácadavezmás saturada, y las listas de esperanoparande crecer”, asegura Joaquín, y prosigue: “Creo que la farmacia y el centro de salud jueganunpapel conjunto imprescindible”. De hecho, la red de más de 22.000 farmacias que hay en nuestro país puede considerarse todo un lujo: “Cada pocos metros hay una farmacia con una persona dispuesta a ayudar, y esa es la base del sistema: la individualización y la personalización de la atención”. Los servicios profesionales farmacéuticos cada vez toman más fuerza. En este sentido, Joaquíncreeque “debemosabogarpor lasalud integral, y eso signi ca no solo tratar dolencias, sino también prevenirlas”. Ante el debate sobre si deben o no estar remunerados estos servicios, Joaquín es prudente: “Enmi opinión, han de tener un precio muy asequible, pero no prestarse de manera gratuita”. Otro de los elementos fundamentales de la farmacia debe ser el trato humano, de tú a tú, con el paciente. “Lomás importante es que Julia Machado (Las Palmas de Gran Canaria) Hace unosmeses, Julia consiguió loque venía buscandodesde hace tiempo: ser titular de su propia farmacia. “Paramí, lomás reconfortante es el trato directo con el paciente, es decir, cómo a partir de una breve interacción podemos dar solución a su necesidad de salud”, empieza a contarnos. Julia lo sabe bienporque llevamás de 15 años en la profesión: “Nuestra o cina de farmacia (y digo nuestra, porque la tendencia a olvidar al resto del equipo es muy frecuente) está situada en una zona alejada del entorno urbano, fuera de la capital. Es una farmacia de barrio en un pueblo”. El cliente mayoritario es una persona de edad avanzada, polimedicada y con un nivel sociocultural bajo, “lo que provoca que, por un lado, acudanpacientesquedesconfíanpor creer que se les vas a torear y, por otro, está ese per l de cliente que recurre al servicio farmacéutico esperanzadoenencontrar respuestaa todos sus problemas, sean farmacológicos o no”. El farmacéutico realiza una aportación intangible que es decisiva para nuestra sociedad, pero tambiénpara el sistema. “La labor que las farmacias desempeñamos en plena pandemia nos impulsó a situarnos donde merecemos: como sanitarios”, recuerda. Y es que los farmacéuticos españoles están sobradamente preparados para ejercer una profesión sanitaria multidisciplinar, opina Julia: “La mejor lección que me ha dejado la Covid-19 es esa capacidad de desarrollo del ejercicio en múltiples tareas propias del farmacéutico: gestión, dispensación, información, farmacovigilancia, custodia y trazabilidad, al tiempo que el enriquecimiento personal, como la escucha, paciencia, optimismo, amabilidad, sensibilidad y disponibilidad”. el cliente no pierda ese trato individual y personalizado que recibe en la farmacia”, considera Joaquín, quien se despide señalando las que son las clavesde futuroparaél: “Se irán incorporando servicios y tecnologíasquenos ayudenen nuestrotrabajo, perosiemprehadeserdesempeñado por una o cina de farmacia y su personal, que son los profesionales que verdaderamente conocen a la persona”. “La labor que las farmacias desempeñamos en plena pandemia nos impulsó a situarnos como sanitarios” Escanea el código QR para saber más sobre Joaquín

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