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el aumento de la Covid-19. ¿Cómo se vive el coronavirus en una botica en pleno centro de Málaga que solo entre junio y agosto recibió casi dos millones de visitantes? “Nos convertimos en actores esenciales para salir adelante. No en vano, éramos el único vínculo de los ciudadanos con lasanidadal permanecer abiertos; la cruz verde que no se apaga”. Yes que la farmacia comunitariahademostrado una vez más su esencialidad. “La farmacia, en los últimos años, ha experimentado grandes cambios, vamosporel caminode los servicios, de la atención farmacéutica. Siempre buscando la unión y la proximidad con el paciente”. Así, mientras que el medicamento sigue siendo la razón de la farmacia, cada vez toman más peso otros aspectos: “El precio fijo del medicamento nos da seriedad, por eso se dispensa más y se aprecia más el consejo del profesional farmacéutico”. Un consejo fundamentado en el conocimiento científico, y una prestación basada en la excelencia. ¿Cómo hacer rentables los servicios complementarios? “Todos deberían estar remunerados porque conllevan esfuerzo y tiempo”, afirma Cristina, y añade: “Para no especular con ellos, se debería fijar un precio por el servicio. Estos servicios ayudarían a descongestionar los servicios ambulatorios, los centrosdesaludy lasurgenciasde loshospitales”. Los datos así loatestiguan: soloel seguimiento farmacoterapéutico supone un ahorrode 273 euros por paciente y año. “Estoy convencida de que podríamos aportar mucho más a la sociedad y anuestra sanidad. Si se aprovechara más el valor de las farmacias y nuestros conocimientos, creo que se podría disminuir el gasto de sanidad”, asegura. Toda una declaración de intenciones. “El futuro del sector se dirige hacia los servicios y la especialización. Ponernos en valor y potenciar la comunicación con el médico. Todo ello sin perder nuncadevistaal paciente, queesnuestra prioridad”, remarca Cristina. Cristina Rico (Málaga) Nos trasladamos al centro de Málaga para conocer a Cristina, una boticaria que vive por y para la farmacia. No en vano, lo lleva en la sangre. Cristina ha tomado el testigo de una tradición familiar de más de 200 años: “Mi farmacia abrió sus puertas enMálaga en 1830, y lleva en el mismo sitio, en la calle Puerta del Mar 5-7, desde 1868”. Sus primeras palabras acrecientannuestra curiosidadpor conocer su historia. “Mis padres yhermanos son farmacéuticos. He crecido entre medicinas y formulación magistral. He hecho mis deberes del colegio en la rebotica”, prosigue. Sonriente y entregada, Cristina es una apasionada de su trabajo: “De mi profesión me gusta todo, tenemos conocimientos de todos los campos de la salud. Si tuviera que destacar algo, sería la cercanía con el paciente. Somos el pilar fundamental de la salud”. Ella, mejor que nadie, ha visto cómo ha cambiado la antigua botica, al tiempo que lo ha hecho la Málaga más turística. Y el centro de la capital de la Costa del Sol también tiene mucho que decir de la farmacia de Cristina: de estar habitado por gente de toda la vida a convertirse en un conglomerado de oficinas. “Con estas características no tenemos un perfil fijo, es muy ecléctico y variado”, reflexiona. El pasado verano, las farmacias de Málaga triplicaron las ventas de test de antígenos ante Juan Díaz (Málaga) Juan está al frente, junto a su hermana, de la botica familiar. Ubicada en el barriomalagueñodeFuenteOlletas, conunadensidaddemás de dos mil vecinos, presenta una población envejecida. “Cogimos el relevodenuestropadre e iniciamos unprocesode renovación”, empieza a relatarnos. Juan se dedica más a las tareas de gestión, mientras que su hermana se encarga de la labor más asistencial. “A nosotros acude el cliente de toda la vida, aunque cada vez hay más turistas”. ¿Cómo se ha vivido la pandemia en una botica de barrio? “Ha servido para subrayar el papel sanitario del farmacéutico en nuestra sociedad. Pienso que la ciudadanía también ha sido consciente de ello, y tenemos su reconocimiento”. Y tambiénel de las administraciones, oasí locree Juan: “Somos profesionales sanitarios y la Administración confía cada vez más en la farmacia. Nosvecomounpartner fundamentalensanidad”. De hecho, según él, la farmacia ha evolucionado para mejor: “El desarrollo de los servicios asistenciales y la digitalización contribuyen a mejorar el bienestar de los pacientes. Si bien es ciertoque ladigitalizaciónnuncapodrásustituir el papel presencial del farmacéutico”. En este contexto, los servicios profesionales son ya una realidad. “Por ejemplo, la dermocosmética está en pleno desarrollo por la investigación, se descubren nuevas formulaciones, moléculas exclusivas, etc.”, apunta, y añade: “En nuestra farmacia, el mayor volumen de facturacióncorresponde a medicamentos. Somos una farmacia especializadaenpérdida de peso, pero, al fin y al cabo, vivimos del medicamento”. Para este joven farmacéutico el futuro es, y debe seguir siendo, el medicamento, pero apoyado en los servicios asistenciales, que permiten desarrollar la labor sanitaria del farmacéutico. “La farmacia es y será parte esencial enel cuidadode lasaludde lasociedad”, concluye. “La Administración nos ve como un partner fundamental en sanidad”

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