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EL EXPERTO 116 DERMATOLOGÍA POR DRA. LOREA BAGAZGOITIA, DERMATÓLOGA Retinoides tópicos y orales para el acné con carga glucémica elevada (harinas refinadas, azúcares) o lácteos, especialmente desnatados. Retinoides en el tratamiento de acné Tanto las guías internacionales como la española, en sus revisiones sobre el tratamiento del acné, introducen a los retinoides en la primera línea del tratamiento. El uso de aquellos tópicos será preferible en casos de acné leve. Los casos más graves, con abundantes lesiones inflamatorias y que tengan riesgo de ocasionar cicatrices de forma definitiva, serán candidatos a usar retinoides por vía oral, en concreto, la isotretinoína. Qué es un retinoide Los retinoides son moléculas con acción intracelular. Una vez administrados por vía tópica u oral alcanzan las células de la piel y, a nivel intranuclear, activan los receptores RAR alfa, beta y gamma. Los dos primeros tipos de receptores se encuentran en diversos tejidos (pulmón, bazo, vejiga, vesícula, próstata, corazón, hígado, mientras que los tipo gamma únicamente están presentes en la piel. Si bien no es una enfermedad grave, y en la adolescencia puede incluso considerarse algo intrínseco a esa fase vital, no es despreciable la repercusión psicológica que el acné puede tener a cualquier edad. En la inmensa mayoría de los casos afecta a la cara, y esto hace que muchos pacientes busquen armas terapéuticas para controlarlo tanto en las consultas de dermatología como en la oficina de farmacia. ¿Por qué aparece el acné? Los retinoides son un pilar fundamental en el tratamiento del acné. Para comprender por qué es esto así es imprescindible profundizar en la patogenia de este cuadro tan frecuente. El acné se presenta como comedones (espinillas), tanto abiertos (puntos negros) como cerrados (granitos), salpicados por la superficie facial. En algunos casos, estos granitos presentan mayor inflamación, formándose pústulas o incluso nódulos. Son diferentes factores los que provocan el desarrollo de acné y, en conjunto, contribuyen a su mayor o menor gravedad. La presencia de una mayor cantidad de queratina en los poros (hiperqueratosis folicular) favorece la retención del sebo en su interior, cuya producción está aumentada en la piel acneica. Esta mayor cantidad de sebo en la apertura folicular favorece el sobrecrecimiento de la bacteria cutibacterium acnes. La presencia de este microorganismo causa la atracción de células inflamatorias que pueden llevar a un proceso inflamatorio que será el que origine granitos con mayor rojez, tamaño, supuración o dolor. Sabiendo que siempre puede existir una base genética para el desarrollo de acné, en el origen patogénico del mismo se encuentra esta mayor producción sebácea. La influencia de los andrógenos sobre dicha producción es clave, la cual actúa especialmente durante la etapa adolescente. El efecto de los andrógenos es también relevante en el acné de la mujer adulta. Por otro lado, la dieta indirectamente también puede influir en la producción sebácea a través del aumento de la síntesis de IGF-1 (insulin-like growth factor). Esto se da en dietas ricas en alimentos

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