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ESPECIAL DERMOFARMACIA 10 tecnología en positivo, “las consultas las podemos realizar a través de videollamadas, permitiendo a los pacientes obtener consejos profesionales sin tener que visitar físicamente la farmacia”. Esto es particularmente útil para seguimientos o en situaciones donde el paciente no puede desplazarse. En los últimos años está resultando “una verdadera revolución”, en palabras de Aguado Benito. “La tecnología nos ayuda a acceder a una mayor oferta formativa, nos conecta entre profesionales y con el resto de la sociedad”, juzga. Asimismo, procura herramientas para poder realizar un mejor análisis de las consultas que se pueden recibir, registrar datos y compartirlos de forma segura, cumpliendo con todos los criterios previstos por la LOPD. “Muy útiles son aplicaciones como Cosmile Europe, que nos ayuda a identificar mejor los ingredientes activos de los cosméticos”, opina. “Tenemos compañeros que ya han comenzado a utilizar la IA en su actuación farmacéutica, siendo capaces de optimizar procesos con brillantes resultados y en tiempos antes impensables”, comunica. Aquilata que aún hay mucho camino por recorrer en la farmacia comunitaria en este terreno, aunque, sin duda, “lo veremos muy pronto”. ¿Cómo puede ayudar en el mostrador a la hora de atender a un paciente dermo? A la hora de hacer búsquedas de productos, entender diagnósticos médicos, optimizar las recomendaciones, etcétera. O sea, “recursos capaces de complementar la actuación profesional en búsqueda siempre de la excelencia”. Es evidente que la tecnología ha ayudado muchísimo a dar voz al papel asistencial del farmacéutico tanto en la parte sanitaria como a nivel del consejo de la dermocosmética. Arnal menciona que las redes sociales, Instagram, TikTok, Youtube y Spotify son un altavoz para el sector y su papel es crucial. Aparte de eso,“la tecnología facilita tener aparatos de imagen y diagnóstico que soportan y ayudan a difundir mensajes de concienciación, como con la fotoprotección”. De la IA, insinúa que todavía está“en estado embrionario”en el sector. Si bien, está segura de que podrá utilizarse de forma muy eficiente para el diagnóstico precoz de las patologías o alteraciones en la piel. Vaticina que tendremos que ver muchos avances en esta dirección. La conclusión de Ramos Niño al respecto es que la tecnología llegó para quedarse, y no será lo contrario en las farmacias comunitarias. Actualmente, “no es un servicio muy extendido en nuestras farmacias, ya que es algo personal, pero desde luego el uso de este tipo de aparatos ayuda a que el farmacéutico elija el tratamiento cosmético más adecuado a la patología existente”. A su parecer,“un dermoanalizador es una herramienta perfecta para recabar información sobre el estado de la piel (hidratación, sebo, elasticidad y pigmentación), muy importante para un buen consejo dermocosmético”. Cuando la IA entre en las farmacias de manera normalizada, prevé que lo hará para bien,“mejorando así la experiencia profesional para elegir los productos más adecuados para el cuidado de la piel del paciente, todo ello basado en un aprendizaje automático”. Adelanta que se generarán nuevos protocolos de trabajo en el que existirán millones de imágenes de rostros con patologías. Cuando el rostro del paciente coincida con los parámetros de uno de los rostros de la IA,“se identificará y se estudiará la patología existente”. Una vez identificada con certeza la patología, “la misma base de datos redactará una pauta de aquellos productos cosméticos en concreto que deberá utilizar el paciente para el cuidado de su piel”. En definitiva, “con la implantación de la IA en las farmacias comunitarias, el profesional farmacéutico tendrá un gran aliado para ampliar sus consejos dermocosméticos”. Hay unanimidad en que toda la tecnología supone un avance para la profesión. Llácer cuenta que, en el propio día a día de la farmacia, hay muchas aplicaciones dentro del campo de la dermo. “Por una parte, tenemos a nuestra disposición dermoanalizadores que nos dan datos objetivos sobre el estado de la piel del paciente como son la hidratación, la función barrera, la pigmentación, la elasticidad, el estado de descamación o el sebo. Con estos datos podemos completar la información que recabemos en el proceso de entrevista, lo cual va a ser determinante para valorar mejor el estado de la piel del paciente y sus necesidades, y también para poder realizar un buen seguimiento de la evolución de la consulta. Por otra parte, los avances tecnológicos nos permiten poder realizar un servicio de asesoramiento online que hace unos años sería impensable: las videollamadas y el hecho de poder disponer de fotos e imágenes del estado de la piel del paciente a tiempo real nos dan la mayoría de los casos, ya que adquiere los productos cosméticos en diferentes canales de distribución sin tener en cuenta o dar valor muchas veces a un consejo profesionalizado”. Elegir marcas que apoyen al 100% a la oficina de farmacia es crucial para ella como farmacéutica titular. Se debe tener siempre en cuenta “la amenaza que supone el comercio online muchas veces de los propios laboratorios, así como la presencia de muchas marcas de farmacia en otros canales de distribución en los que prima el autoservicio y una recomendación no profesionalizada”. Son dos las claves para incentivar la categoría de la dermofarmacia en la farmacia comunitaria que cita Hernández Navarro. Una, “la formación del equipo de la farmacia, especialmente los que se van a dedicar a esta categoría”. Es trascendental que todo el personal de la farmacia sepa reconocer las características principales de la piel. Ha de saber identificar una piel grasa y distinguirla de una piel seca, conocer si la piel está muy deshidratada o no, etcétera. Dos, amplitud de surtido. “Tener al menos tres líneas de producto, tres marcas diferentes, con una variedad lo suficientemente amplia para poder aconsejar”, revela. Como resumen de ambas cosas, que el personal de la farmacia sepa recomendar los productos adecuados a cada persona. El papel de la tecnología ¿Qué papel juega la tecnología en el campo de la dermofarmacia? Herrerías señala que“la tecnología y la inteligencia artificial (IA) están intentando entrar en el campo de la dermofarmacia, tanto en el estudio de la piel como en la personalización del tratamiento y, sin duda, en la experiencia del cliente”. Recalca aspectos negativos como el uso de equipos tecnológicos avanzados por IA en determinadas webs sin consejo experto, con sofisticados sistemas de análisis de la piel por imagen, que permiten emitir informes con recomendaciones de productos y tratamientos, pero sin tener en cuenta factores diferenciadores como tipos y estados de piel que no son equivalentes, ni factores que puedan afectar a la piel como el estrés o efectos secundarios de medicamentos. Avisa de que “tampoco podrán resolver consultas posteriores en caso de irritación de la piel por el uso de retinoides o de la vitamina C”. Valora que, en un futuro cercano, sí se podrían emplear sistemas beneficiosos basados en IA que puedan ayudar a monitorear la progresión de los tratamientos en los pacientes, ajustando las recomendaciones de productos conforme a los resultados obtenidos. Con la ayuda de la CADA PACIENTE NECESITA SU PROPIO TRATAMIENTO DERMOCOSMÉTICO DE MANERA ESPECÍFICA

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