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| 66 gestión “ “JEFEAR” LIDERANDO ES LA CLAVE. MANDAR NO ES MALO, PERO HAY QUE HACERLO BIEN. ¿Jefe o líder en la farmacia? Por Paloma Carpintero, directora de Selección de Farmatalent N i para ti ni para mí”, como dice la común expresión. Es necesario un término medio que aúne el alma de los gigantes y la sensibilidad y cercanía de las tradicionales empresas familiares. Así de sencillo ydedifícil a la vez es decidir el tipo de mando que queremos para nuestra farmacia. Tan recurrente pregunta es a conciencia elegida para comenzar un artículo en el que se quiere abordar el tema, en candente augedesde el principio de los tiempos, de lagestióndel equipo humano. El “mando que impone” se pelea con la “política del saber pedir” para ver quién saca la cabe- za. La receta ideal debería ser la de la jerarquía que manda bien y motiva a un equipo que comprende (porque le han enseñado a comprender) que recibir órdenes (malentendida ex- presión esta a menudo) no es para nada malo, ni les quita a estos autonomía en su trabajo diario. Cómo conducir el equipo humano ¿Se debe mandar con el concepto tradicio- nal que rodea a esta palabra? ¿O por el contrario se debe liderar como indican las modernas teorías del management people? En Farmatalent lo tenemos claro: se debe jefear liderando, permítase la expresión. Este es un tema con largo recorrido ya e infinitas teorías al respecto, tanto demultinacionales como de pequeñas consultoras enfocadas a PyMes, pero en Farmatalent creemos que merece la pena hacer cuatro puntualizaciones básicas sobre cómo conducir a ese equipo humano que dependen del titular o gestor, y las hemos resumido así: 1. Complejos semánticos fuera : hayque tener claroque es necesario mandar, pero esto debe hacerse siempre desde la humildad de haber realizado primero esa tarea, de saber lo que supone y lo que engloba, de conocerla porque se ha vivido el esfuerzo que requiere…Además, esemando y reparto de tareas debe ser siempre lo más equitativo posible pues, de no ser así, se crea un caldo de mal cultivo entre el personal que en nada ayudará a la consecución de las tareas, ni comunes ni indi- viduales, a la que el equipo está encaminado. 2. Es necesario repren- der cuando no se obra de manera adecuada a la persona responsable de ello, pero más necesario es aúnhacerlo solo cuando esa reprimenda suponga unamejora real enel desem- peñodel reprendidoy, huelga decir, se haga siempre desde el máximo de los respetos. 3. Es fundamental, lo más nece- sario probablemente, felicitar por el trabajo bien realizado y -cuidado con esto que a menudo se olvida- por los erro- res enmendados… Los refuerzos positivos (en tiempos pasados llamados “palmaditas en la espalda”) motivan, impulsan y potencian al empleado que lo recibe, ya que se le da el mensaje claro y explícito de que está en la senda del buen camino y por tanto en la dirección correcta. 4. Todo buen líder que se precie debe contar con la habilidaddel don de gentes. Cuando se habla de personas, del trato a darles y de cómo hacerlo, no sirve de nada el aura del “porque sí”, sino que es mucho

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