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el farmacéutico | 18 Cristina Villega (Burgos) Nos vamos a Arija, un pueblecito al norte de Burgos para conocer a nuestra siguiente pro- tagonista, Cristina. Conapenas 100habitantes el municipio a orillas del embalse del Ebro linda casi con Cantabria, lo que ha acarreado ciertas di cultades debido a las incompati- bilidad entre CCAA. “Cantabria fue una de las primeras en implantar la receta electrónica, y lo sufrí mucho porque gran parte de los vecinos de Arija tienen la tarjeta sanitaria cántabra. Por ejemplo, los padres de la panadera viven en un pueblocántabro, yella teníaque irseaReinosaa sacar sumedicaciónteniéndomeamí a lavuelta de la esquina”. Faltade interoperabilidadqueen las farmacias fronterizas supone un grave problema y que, por supuesto, requiere la coordinación del personal sanitario. “Eneste sentido, no todos los médicos estaban dispuestos a colaborar. Clien- tesqueveníanadecirmeconpenaque lehabían hecho la receta electrónica aunque las pedían en papel porque el médico decía que estaba obligado, a pesar de tener esa opción. Como en todo, hubo personas dispuestas a colaborar y facilitar la implantación, y otras que no”. Colaboración entre los profesionales que es imprescindible a la hora de ser e caces y mejorar el servicio. “Con todo esto, las bajadas de precios contantes en los medicamentos, y la implantación lenta y por CCAA de la receta electrónica han abocado a la farmacia a una situación complicada, al menos durante los últimos 7 años”, se lamenta Cristina . “Además del bajón en la facturación está el desgaste psicológico al ver cómo el negocio vamuriendo por motivos totalmente ajenos a ti”. Pero hablemos de cosas positivas. Esta farmacéutica tiene mucho que contarnos. “Llegué aArija hace 11 años. En febrero de 2008 conseguí la reapertura de la farmacia, que por motivospersonalesdelanteriorfarmacéuticolle- vabaya4mesescerrada.Loquemásmegustaes la cercanía con los pacientes, la total con anza que depositan enmí, conozco sus tratamientos al dedillo”, nos con esa sonriente. En cuanto a la crisis, “soy farmacia VEC, y la aplicación del índice corrector ha servido de ayuda, perono es la solución, solo es una forma demantenernos a ote. Necesitamos tenermás ayudas y menos gastos”. Farmacia rural queha experimentadode cerca la reducción de las cuentas. “Considerando que el 80% de nuestra facturación es de medi- camentos, la bajada de precios en la zona rural nos as xia”, asegura, y continúa: “No se puede mantenerunsistemaconprecios ridículos. El go- bierno pone el foco en la farmacia comunitaria paraahorrar,cuandoenrealidadsuponemosun porcentaje muy bajo del gasto sanitario”. Y ¿cómo revertir esta situación? “Comenzando, por ejemplo, remunerando todo tipode servicio queofrezcael farmacéutico. Enmi farmacia, por ejemplo, apartedel consejo farmacéutico, tomo la tensión y siempre me dan algo por ello”. A ello hay que sumarle otros efectos como la despoblación de las zonas rurales. “Se trata del factor más importante en nuestro entorno”, advierte Cristina, y concluye: “Sin vecinos no hay necesidad de negocios, ni el mío ni nin- guno”. Para ello propone facilitar la vuelta a los pueblos, los teletrabajos, dar facilidades scales o ayudas a la vivienda. “Todos tenemos que ayudar para que esto revierta y los pueblos tengan vida”. Nos despedimos de este pueblecito con en- cantoyde suboticaria entregada a los vecinos de Arija. “A pesar de las di cultades que hemos sufrido sobre todo en los pueblos, intento ser optimista, estoy contentadondeestoy yveoque losclientesestánvolviendoalafarmaciadetoda la vida”. Mayor interacción entre los servicios, más colaboración y homogeneidad en la gestión entre CCAA son algunas de las reivin- dicaciones que nos deja esta joven boticaria. Por tanto, innovar, sí, pero siempre desde una perspectiva profesional. “Debemos implantar estos nuevos servicios desde la rigurosidad y la evidencia cientí ca”. Dichas cuestiones son esenciales para el día a día del farmacéutico que tienequehacer frenteamedidas como las bajadas del preciode losmedicamentos que a suvezhanprovocadodesabastecimientos. “En los últimos meses son muchos los fármacos di- fíciles de encontrar. Esto genera en la población inseguridad y malestar”, se lamenta Cristina, y añade: “El gasto farmacéutico hospitalario constituye el 39% del gasto farmacéutico total. Por lo tanto, del mismo modo que hay recortes en uno, debería haber habido en el otro”. La fórmula de futuro se basa en “conocer los últimos estudios porque capacitaal farmacéut- ico para ser un mejor profesional y así poder formarasusequipos,proporcionarunaatención farmacéutica rigurosa y con conocimientos actualizados”. Se despide con un mensaje esperanzador: “Nos espera un futuro apasio- nantedondeelmodelodefarmaciaseráintegra- dor, accesible, colaborativo y multidisciplinar”. “El modelo de farmacia del futuro será integrador, accesible, colaborativo y multidisciplinar” “Soy farmacia VEC, y la aplicación del índice corrector ha servido de ayuda, pero no es la solución”

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