El Informe Anual de Oficinas de Farmacia 2015 que ha realizado Aspime para el Club de la Farmacia de Almirall ha sido presentado en el Colegio de Farmacéuticos de Madrid, detectando una leve mejoría económica de las farmacias, a excepción de aquellas que tienen menos facturación.
La asesoría especializada en oficinas de Farmacia Aspime ha presentado la decimosexta edición de su informe sobre las oficinas de Farmacia de España. El trabajo analiza los datos del IRPF de 800 oficinas de todo el territorio, uniendo a la información fiscal otros datos laborales y socioeconómicos de gran importancia ...
La asesoría especializada en oficinas de Farmacia Aspime ha presentado la decimosexta edición de su informe sobre las oficinas de Farmacia de España. El trabajo analiza los datos del IRPF de 800 oficinas de todo el territorio, uniendo a la información fiscal otros datos laborales y socioeconómicos de gran importancia a la hora de retratar con precisión el momento que atraviesan las farmacias en el país.
El informe de Aspime vino a confirmar que los costes laborales disminuyeron levemente en todas las farmacias analizadas, a excepción de las farmacias más pequeñas donde, comparativamente con el resto, los gastos siguieron subiendo. Se confirma, por tanto la realidad de las farmacias rurales y de menor facturación, siendo las únicas que siguen sufriendo una caída de sus ventas y márgenes comerciales. A esto se une que todavía son las menos aptas para incrementar sus ventas de productos de Autocuidado, eje del crecimiento económico para las farmacias del futuro.
Por volumen de facturación, las citadas farmacias con menor facturación (-300.000 euros de facturación anual) mantuvieron unas ventas de medicamentos financiados por el SNS del 70,72%, frente al resto que fue de venta libre. Sus gastos de personal se situaron en el 8,04% de sus ventas y su margen neto cayó al 6,08% en 2013, cuando había sido del 7,21% en 2012. En cuanto a la pérdida de ingresos por efecto de los reales decretos para la reducción del gasto farmacéutico fue de 5.900 euros en todo el año 2013. Las farmacias siguientes (300.000-600.000 euros de facturación) siguieron siendo las más habituales en el conjunto de España. Su facturación en recetas fue de 57,93%, mientras sus costes laborales se aproximaron al 10% (9,92%). Su margen neto fue del 7,06% (6,5% en 2012) y el “agujero” provocado por los reales decretos de 9.000 euros en todo el año estudiado. Entre las farmacias un poco más grandes que las anteriores (600.000-900.000 euros) consideradas por Aspime como las mejor dimensionadas de cara al futuro, la facturación de origen público fue del 56,55%. Sus gastos de personal fueron del 11,74%. Su margen medio en 2013 del 8,41%, siendo el mayor de todos los grupos de farmacias. En cuanto al efecto negativo de los RDLs, fue de 17.000 euros en el año, prácticamente una nómina, según comentó Sánchez. Las farmacias de (900.000-1.200.000 euros) tuvieron unas ventas públicas del 57,18%, con unos gastos de personal sobre ventas del 11,86% y un impacto regulatorio de 39.000 euros, siendo su margen neto de 6,91%. Finalmente, las farmacias grandes (1.200.000-2.000.000 euros anuales) vendieron recetas por el 57,14% de sus ventas, con costes laborales del 11,75% y un impacto por los reales decretos de 65.000 euros, para un margen del 6,94%. Cifras ampliamente superadas por las farmacias más potentes (+2.000.000 euros anuales) que tuvieron unas ventas de medicamentos financiados del 58,93%, con un 14,51% de costes laborale y un “boquete” de 190.000 euros en 2013 por efecto de los sucesivos RDLs; resultando al final con un margen neto del 6,03%. A todos estos márgenes citados habría que restarles un 2% en concepto de impuestos.
Junto a lo expresado arriba, el informe también incide en la necesidad que tienen las farmacias de contar con una fiscalidad menos severa. En concreto, el estudio abogaría por contar con medidas fiscales que favoreciesen la reinversión empresarial de las ganancias patrimoniales derivadas de los actos de transmisión de farmacias. Tras la derogación de la deducción por inversión de beneficios, el informe solicita medidas de deducción en la cuota del IRPF por inversiones en activos materiales nuevos como los que conlleva la adopción de mejoras tecnológicas. Igualmente, ayudaría a las farmacias contemplar una amortización libre de los intangibles destinados a la mejora organizativa de los establecimientos. Para lograr una conciliación más racional, alterada por la necesidad de apertura horaria que trajo la crisis, el informe de Aspime pide planes de retribución flexible que puedan tener cabida en el esquema de deducciones del IRPF. Incentivar, igualmente a través de una amortización libre, la apertura de oficinas, siempre constreñida por la regulación oficial en materia de distancias a respetar entre farmacias, sin los condicionantes de tener que crear empleo o realizar obra nueva, ya que esto último es muchas veces imposible por la naturaleza del tejido urbano. Finalmente, y en relación a las cantidades que se adeudan a la Seguridad Social, el informe recomienda que se permita a las farmacias provisionar estos montantes, dado que ahora no es posible por tratarse de entidades de derecho público.
En cuanto a la posibilidad de que las farmacias puedan tributar como sociedades en lugar de cómo profesionales sanitarios (farmacéuticos titulares de oficina), los 3 ponentes coincidieron que a día de hoy eso es absolutamente imposible.
PIE DE FOTO: Juan Antonio Sánchez, director de Aspime; Óscar López, vocal de titulares de farmacias del COFM; y Jordi Domínguez, jefe de RRII y Comunicación de Almirall Healthcare
