La prevalencia varía de unas zonas geográficas a otras y es mayor cuanto más al norte de un país nos encontramos y cuanto más alto es su nivel de desarrollo industrial.
La atopía predispone a padecer una serie de enfermedades, y el eccema es la manifestación cutánea (dermatitis atópica) crónica y recurrente, como consecuencia de reacciones de hipersensibilidad a antígenos variados en niños genéticamente predispuestos. Es fundamentalmente una enfermedad propia de la infancia y disminuye su prevalencia e intensidad con la ...
La atopía predispone a padecer una serie de enfermedades, y el eccema es la manifestación cutánea (dermatitis atópica) crónica y recurrente, como consecuencia de reacciones de hipersensibilidad a antígenos variados en niños genéticamente predispuestos. Es fundamentalmente una enfermedad propia de la infancia y disminuye su prevalencia e intensidad con la edad. En el 60% de los pacientes se inicia en los primeros 6 meses de vida, en el 85% en los primeros 5 años y sólo un 10% inician la enfermedad después de los 7 años. El 70-80% de los niños tienen antecedentes familiares o personales de enfermedades atópicas.
Tal y como nos explica el doctor Juan Escalas, presidente de la sección balear de la AEDV (Academia Española de Dermatología y Veneorología), adjunto del Servicio de Dermatología y responsable de la Unidad de Fotobiología del Hospital Universitario Son Espases (Mallorca), “la dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria crónica que produce un importante deterioro en la calidad de vida de los pacientes y en sus familias. Se manifiesta con un prurito muy intenso y una sequedad de la piel muy marcada. Ante estos síntomas, el paciente (o en caso de ser un niño, sus familiares) deberán sospechar la enfermedad”.
En el origen de esta enfermedad se involucran cuatro factores determinantes: la predisposición genética, la alteración de la inmunidad, la disfunción de la barrera epidérmica y factores ambientales. En la actualidad en nuestro país afecta al 20% de la población infantil y a un 3% de la población adulta, disminuyendo a medida que el paciente crece. “La dermatitis atópica suele iniciarse en la infancia. Normalmente puede estar presente al nacimiento, pero es más frecuente que se inicie a partir de los 3 meses, si bien es una enfermedad autoinvolutiva, en pocos casos va a perdurar toda la vida”, puntualiza Escalas.
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