Por Meritxell Martí, farmacéutica experta en dermatología Todos sabemos que la piel es el órgano mas grande de nuestro organismo, y que su principal función es la relación con el exterior. Tiene cuatro funciones principales: Proteger el organismo del exterior, tanto del medioambiente, como pueden ser las temperaturas adversas, como de ...
Por Meritxell Martí, farmacéutica experta en dermatología
Todos sabemos que la piel es el órgano mas grande de nuestro organismo, y que su principal función es la relación con el exterior. Tiene cuatro funciones principales:
La función de protección la conocemos como `efecto barrera´ de la piel, que evita la penetración de agentes patógenos, tóxicos o nocivos que puedan provocar infecciones en el organismo. Sin embargo, en ocasiones esta función puede verse alterada, y es cuando aumenta el riesgo de infecciones provocadas por bacterias, virus u hongos, que pueden ser de más a menos graves. Siendo abordables desde la farmacia o necesitar consulta médica.
Tipos y tratamiento
Infecciones bacterianas
Ocurre cuando en pequeñas grietas, roturas o erosiones de la piel, o incluso a través de los folículos pilosos, pueden penetrar bacterias. Las más habituales son los esta lococos y los estreptococos, siendo el más grave, debido a la resistencia a los antibióticos, el esta lococo aureus. Las infecciones bacterianas generalmente comienzan con pequeñas lesiones o rojeces y, entre las más conocidas, encontramos: antrax, ectima, eritrasma, foliculitis, furúnculos, impétigo, linfadenitis, abscesos cutáneos, celulitis, erisipela, linfangitis, heridas infectadas y necrosis cutáneas.
Generalmente se tratan con antibióticos vía tópica, con o sin antibióticos orales. Si se trata de una infección importante es posible que sea necesario el tratamiento parenteral, con hospitalización o no.
Infecciones víricas
Causadas por un virus, suelen ser más graves y permanentes. Ejemplo de ello son el herpes zóster, la varicela, el molusco contagioso, las verrugas, el sarampión y el papiloma. Para su tratamiento es necesario el uso de antivirales, aunque algunas veces se solucionan sin tratamiento, dependiendo de su gravedad.
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