Blanca Llácer es farmacéutica en el más amplio sentido de la palabra, ya que ha formado parte de todos los eslabones de la cadena de la industria cosmética y farmacéutica; desde la fabricación y distribución de activos y materias primas hasta la parte más asistencial relacionada con el paciente y ...
Blanca Llácer es farmacéutica en el más amplio sentido de la palabra, ya que ha formado parte de todos los eslabones de la cadena de la industria cosmética y farmacéutica; desde la fabricación y distribución de activos y materias primas hasta la parte más asistencial relacionada con el paciente y la farmacia comunitaria. A su currículo ha sumado hace unos meses un nuevo hito: el nacimiento de The Lab, una marca de la que es fundadora y CEO. "El lanzamiento de la firma se anunció durante la celebración de Infarma 2022, y aunque contábamos que iba a tener muy buena acogida entre los compañeros, la realidad ha superado todas las expectativas", manifiesta.
Después de prácticamente dos años de parón, considera que "los farmacéuticos buscamos productos que mejoren la calidad de vida de nuestros pacientes, poniendo el foco en la salud cutánea". Así, apuestan por "fórmulas respetuosas y tolerables a nivel cutáneo y altamente eficaces con el rigor científico como premisa. Todo ello para dar un consejo farmacéutico de valor y diferenciador en nuestro día a día". En estos pilares reside el secreto del éxito de The Lab.
No en vano, Llácer tiene claro que la pandemia ha reforzado el papel del farmacéutico como profesional sanitario accesible y de confianza como primera opción ante consultas de salud, y eso incluye la salud de la piel. "La piel, como templo en el que habitamos, cada día se encuentra más alterada, más sensibilizada y mani esta más sintomatología que influye en el bienestar y en el día a día", expresa.
El farmacéutico como prescriptor
Al mismo tiempo, los usuarios de farmacia cada día dan más valor al consejo farmacéutico especializado en alteraciones cutáneas y productos dermofarmacéuticos; "cada día son más conscientes de la importancia de la prevención en cuanto a la construcción de una piel sana y de calidad, y en la protección de elementos tan importantes como la función barrera cutánea, los mecanismos reparadores de la piel o el preservar nuestro microbioma cutáneo, dejando que la arruga pase muchas veces a un segundo plano", expresa la especialista.
Precisamente, The Lab nace para dar respuesta a este nuevo concepto de filosofía de cuidado de la piel, "para que ninguna piel, y en ningún momento de la vida, tenga que renunciar a un cuidado respetuoso, tolerable y eficaz, minimizando el riesgo de alteraciones por la ausencia de irritantes potenciales y alérgenos como pueden ser los perfumes, que realmente no tienen ninguna función ni beneficio a nivel cutáneo", explica la experta. Es una filosofía que va de la mano con la importancia creciente al cuidado facial por parte de los consumidores. "Pensemos que nuestra piel, y esto se agudiza a nivel del rostro, es nuestra primera tarjeta de visita, hace que nos sintamos aceptados o rechazados y forja nuestra autoestima. Es normal que el rostro sea `punto de mira´", reflexiona la especialista.
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