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En este sentido, explica que se ha trabajadodemanera intensa enotra esfera también fundamental para los pacientes: “Los ensayos clínicos en marchaconmedicamentosparaotraspatologías,afectadosporelcolapso de los hospitales y el riesgo para los pacientes”. Urzay indica que se está regresando ya a la normalidad con el apoyode la Agencia Española de Medicamentos y la implicación de investigadores y hospitales y des- taca, además, que las compañías que integran Farmaindustria se han movilizado también en las ayudas sobre el terreno al sistema sanitario y a organizaciones sociales, por la vía de donaciones y ayudas directas e incluso a través del voluntariado de profesionales de la industria. “Hemosdemostradonuestrocompromisoconlasociedadenunmomento degrannecesidadynuestracapacidadpara,de lamanodelacooperación con laAdministraciónyotrosagentes, responder con rapidez” , considera, sin pasar por alto que el suministro demedicamentos ha sido un gran desafío: “Hay que tener en cuenta que en España hay 25 millones de personas que tomanalmenos unmedicamentocadadía. La situaciónde emergenciacreadapor lacrisis, condificultadesdentroy fueradenuestras fronteras, con riesgos de acopio demedicamentos y con repentinos cam- bios de demanda, no lohapuesto fácil, pero creoquehemos respondido”. Deslocalización Paradar esa respuesta, sehanaplicadoplanesde contingencia “quehan logradoque lasmás de80plantas deproduccióndemedicamentos deuso humano de nuestro país y sus miles de trabajadores no hayan dejado de funcionar”, indica Urzay. Muchas de ellas, añade, incluso han ampliado turnosparaduplicar o triplicar laproduccióndeciertos fármacos críticos en la lucha contra laCovid-19. Asimismo, seha trabajadocon laAgencia deMedicamentos, distribuidores y farmacéuticos para “compartir infor- mación y anticipar los problemas que pudieran producirse”. Esta situación de tensión en la cadena de suministro demedicamentos ha puesto de manifiesto, explica Urzay, “la dependencia de España y Europademercados, sobre todoasiáticos, donde en los últimos años se ha ido deslocalizando la producción de principios activos y medicamentos, fundamentalmente por la erosión continuada de los precios”. De ahí que se haya tomado conciencia de que “una dependencia tan grande en un ámbito tan delicado como el del medicamento no es recomendable”. El subdirector general deFarmaindustria, por ello, señalaque “recuperar produccióndemedicamentos esenciales es unaprioridad, comoha trasla- dadoelministrodeSanidad,SalvadorIlla,enalgunadesuscomparecencias deestasúltimassemanas,yunaoportunidad,tantodesdeelpuntodevista sanitario, para tener mayor garantía de suministro, como desde el econó- mico y social, puesto que puede reforzar nuestro tejido industrial, generar empleo e impulsar la exportación”. Sanidad pública Son varias las lecciones que está dejando esta crisis sanitaria sin prece- dentes y, como primera, Urzay apunta a la necesidad de tener un buen sistema sanitario público, “bien dotado y adecuadamente financiado”. Recuerda, además, que antes de la crisis “ya debatíamos sobre si dedicar un6%delPIBanuestrosistemasanitariopúblicoerasuficienteonoyahora más vocesautorizadaspiensanquedeberíamosdedicaranuestrasanidad pública, como mínimo, un 7%”. Este objetivo, indica, “afortunadamente apareció en el programa electoral de varios partidos políticos; ahora es momento de hacerlo realidad”. Asimismo, aseguraque tambiénsehavisto lo importantequees “invertir adecuadamente en I+D, en innovación, y cómo la colaboración público- privadanosayudaasermásrápidosyeficientesparaencontrarsoluciones”. Eneste sentido, consideraque “nodebemosolvidarquecasilamitaddela inversiónquehacenlascompañíasfarmacéuticasenI+Desencontratoscon terceros,porloquesomoselmayordinamizadordelainvestigaciónpública”. Por ello, asegurano tener dudade la importanciadecontar consectores industriales estratégicos, comoes el de la innovaciónenmedicamentos, “que no sólo pueden aguantarmejor el embate de una crisis tandura, sino que realmenteestánencondicionesdeaportar solucionesparasalirdeella alconjuntodelasociedad”. Ensuopinión, además, “hemosvisualizadocon mayor claridad que el dinero que dedicamos a sanidad y amedicamentos no es un gasto, sino una inversión que es rentable por su impacto positivo sobre lo sanitario, lo social y lo económico: la pandemia nos ha enseñado que no hay economía si no hay salud, y no hay salud sin investigación”. Propuestas Desde Farmaindustria se han planteado una serie de propuestas para la reactivación de la economía española ante esta crisis sanitaria. “Entendemos que configuramos un sector estratégico para cualquier país moderno, por lo que estamos llamados a ser uno de los pilares de la reactivación económica y la transformación del modelo productivo”, explica Urzay, que indica que la industria farmacéutica en España es uno de los sectores más avanzados en la generación de empleo de calidad, conun94%de empleos indefinidos -frente al 73%de lamedia nacional-, con dos de cada tres trabajadores titulados universitarios y con casi uno de cada tres nuevos empleos para menores de 29 años. “Entre empleo directo, indirecto e inducido, este sector ocupa a más de 215.000 personas y, en el caso del empleo directo, más de la mitad son mujeres. Estamosencondicionesdeproporcionar empleosdecalidady, en especial, empleo juvenil. Podemos crecer yaportar anuestropaís empleos cualificados, con proyección y vinculados a la innovación” , considera Urzay. En línea con el objetivo de recuperar para España producción de medicamentos deslocalizada, en Farmaindustria también se con- sidera que la industria farmacéutica podría asumir un incremento de la inversión industrial, “creando nuevas plantas de producción demedi- camentos en España, modernizando las actuales o ampliando algunas de las 82 existentes”. En tercer lugar, Urzay indica que “las compañías innovadoras podrían atraer más inversiones en investigación básica y clínica (cada año las compañías farmacéuticasdedican150.000millonesdeeuros enelmundo a este capítulo) e incrementar la colaboración con instituciones públicas para fortalecer la I+Ddenuestropaís”. TeniendoencuentaqueEspaña ya es una referencia internacional en ensayos clínicos demedicamentos, “partimos de unaposiciónde privilegiopara competir con el restode paí- ses que luchan por hacerse conmás inversión, y es el medio para reforzar también la investigación básica y generar el ecosistema de investigación biomédicaquenecesitanuestropaís para recuperar terreno frenteaotros países conmayor inversión”. Por último, y relacionado con lo anterior, Urzay señala que el sector farmacéutico también puede contribuir a generar un entorno ade- cuadopara afrontar futuras pandemias y otras emergencias sanitarias. “Estapropuestadevalor es realistay seorienta tantoa la reactivaciónque necesita España de manera inmediata como al cambio de modelo pro- ductivoque debe abordar en los próximos años. Para ellonecesitaríamos únicamenteunaestrategiadepaísconunmarcopredecibleybiendefinido quepermita la inversiónamedio-largoplazo y unapolítica farmacéutica que entiendaalmedicamentocomo inversión, nocomogasto” , sostiene. Un informe reciente del Real Instituto Elcano, según recuerda Urzay, señalabaprecisamentequeEspaña tiene laoportunidadde convertirse en un hub de inversiones en sectores estratégicos como el farmacéu- tico: “Ya hemos trasladado nuestra disposición a trabajar en esta línea tanto al Gobierno como al Parlamento, a través de la Comisión para la Reconstrucción Económica y Social”.

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