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| 76 ANUARIO 2020-21 El gasto farmacéutico creció un 4,18% en Andalucía durante 2020, hasta los 1.981 millones de euros en su acumulado de enero a diciembre. Además, en el mes de diciembre creció hasta el 5,77% con respecto al mismomes del año anterior. Fijándonos en este 2021, en el acumulado de enero a mayo la cifra creció un 4,59%, y un 4,26% en el acumulado interanual hasta el mes de mayo, confirmando la tendencia al crecimiento. Durante la pandemia, en la comunidad andaluza se han intensi- ficado los lazos de colaboración con Atención Primaria, gracias, en granmedida, a los compañeros farmacéuticos que desarrollan su labor en este nivel asistencial, tal y como nos cuenta Rafael Casaño de Cuevas , presidente del COF Córdoba : “La mejora de la adherencia de los pacientes a sus tratamientos y la prevención de problemas de conciliación terapéutica son un objetivo común para todos los farmacéuticos, sea cual sea nuestro ámbito. Bajo ese objetivo hemos desarrollado nuestro trabajo, con especial ahínco en este tiempo de pandemia, en el que nos hemos esforzado por garantizar el acceso de todos los pacientes a la prestación farma- céutica, sobre todo a aquellos más vulnerables”. Papel relevante Desde el COF Córdoba defienden que la farmacia tiene que aspirar a contar con un papel más relevante en los retos en Salud Pública que se le plantean al SNS, y que una herramienta para conseguirlo es demostrar todo lo que pueden hacer: “En la pandemia está quedando clara nuestra capacidad de respuesta, y el alcance de la farmacia como espacio sanitario más pr ó ximo y accesible para los pacientes. No obstante, desde la profesión creo que debemos perseverar en el desarrollo de iniciativas asistenciales que nos permitan demostrar con datos fehacientes los beneficios en salud derivados de la actuación del farmacéutico”. En ese sentido, el presidente destaca la necesidad de un marco jurídico que otorgue a la farmacia la seguridad necesaria para poder centrarse en iniciativas relacionadas con la mejora de la salud de la población: “Andalucía es un buen ejemplo de lo que quiero decir. Las subastas demedicamentos fueron durante años un quebradero de cabeza que nos restómucho tiempo que nos hubiera gustado dedicar a proyectos asistenciales, de prevención y promoción de la salud”. Preocupación Un tema que aún genera recelos entre la profesión andaluza es la posibilidad de la convocatoria de un sistema de licitación que suponga reeditar la subasta, pero esta vez impulsada desde el Gobierno nacional. Tal y como recuerda Casaño, “la extinta subasta andaluza fue impulsada por la hoyministra de Hacienda, aunque creo que quedó bien patente que no generaba beneficios en materia de salud a los pacientes y, si hablamos del plano económico, tampoco se materializó en el supuesto ahorro. Reitero que una de nuestras aspiraciones es alcanzar un marco jurídico seguro que nos permita centrarnos en proyectos de salud y ponernos al servicio de las admi- nistraciones y la sociedad”. Tras el compromiso del actual Ejecutivo andaluz de zanjar las subastas, el grueso de la farmacia andaluza se ha podido centrar con mayor libertad y empeño en iniciativas asistenciales dirigidas a aprovechar el potencial, la capilaridad y cercanía de su red. Los farmacéuticos andaluces reclaman la extinción de las subastas de medicamentos ANDALUCIA “LAS SUBASTAS DE MEDICAMENTOS FUERON DURANTE AÑOS UN QUEBRADERO DE CABEZA”

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