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| 66 monográfico (sobrepeso, hipercolesterolemia, diabetes del adulto), circulatorias (hipertensión leve, varices, hemorroides), respiratorias (resfriados, gripe, bronquitis), etc. Base científica En la actualidad existe una base científica que apoya la eficacia de muchos productos fitoterápicos para determinadas indicaciones. El lugar que debe ocupar la Fitoterapia en terapéutica debe ser aquél para el cual ha demostrado su utilidad. La eficacia se consigue sólo con el uso adecuado de los preparados fitoterápicos, tanto en lo que se refiere a las indicaciones como a la forma de administración, teniendo en cuenta sus posibles contraindicaciones, efectos secundarios e interacciones. Es necesario disponer de medicamentos con calidad, seguridad y eficacia contrastados, así como de herramientas de información rigurosas y fiables para los profesionales sanitarios, además de proporcionarles la oportunidad de adquirir una formación sólida en Fitoterapia. En Fitoterapia se emplean productos de origen vegetal que presentan una característica básica: sus márgenes terapéuticos son amplios. Incluye productos relativamente poco potentes (por ejemplo, capítulos de manzanilla, sumidad de espino blanco y sus extractos) o de potencia intermedia (como la flor de árnica y la raíz de regaliz) y excluye aquellos con un margen terapéutico estrecho (por ejemplo, la hoja de digital y sus principios activos, como la digoxina). Esta característica es fundamental, puesto que enmarca a la Fitoterapia como una terapéutica suave, poco agresiva, con un bajo porcentaje de efectos secundarios. La Fitoterapia se utiliza tanto para el cuidado de la salud y mejora de la calidad de vida, como en la prevención y el tratamiento de las enfermedades. Su principal campo de acción son las afecciones leves y moderadas, así como las enfermedades crónicas, siendo útil en la terapia buena parte de las afecciones tratadas habitualmente en Atención Primaria. Prevención de infecciones virales Desde la declaración de la pandemia causada por el Covid-19, se ha iniciado una carrera por desarrollar vacunas y otros tratamientos. Los investigadores están mostrando mucho interés por las plantas medicinales, en las que esperan encontrar moléculas naturales con efecto antiviral. De hecho, actualmente existen estudios Siempre en la farmacia El farmacéutico es un experto en plantas medicinales, y por ello la farmacia debería ser la primera opción a la hora de adquirir productos de Fitoterapia, entre otras razones por: - La formación universitaria del farmacéutico, que incluye asignaturas sobre las plantas medicinales y sus acciones farmacológicas. - Será un profesional sanitario quien aconsejará sobre la opción que mejor solucione el problema de salud. Las propiedades farmacológicas de las plantas medicinales son muy numerosas, y en función de la dosis y forma farmacéutica son más específicas para una u otra dolencia. Eso sí, el hecho de ser productos naturales no implica que no puedan tener efectos secundarios. En ocasiones están contraindicadas en niños, embarazadas, lactantes, pacientes polimedicados y ancianos. - El farmacéutico hará un seguimiento teniendo en cuenta todos los medicamentos que el paciente consume y su situación fisiológica, evitando con ello posibles interacciones farmacológicas y efectos secundarios en caso de que no pueda o no deba consumirlos. - El farmacéutico actúa como garante de todos los medicamentos que se encuentran en la farmacia, incluidos aquellos abasedeplantasmedicinales, garantizando su correcta conservación y las propiedades descritas en su ficha técnica tanto de inocuidad como de efectividad. científicos que demuestran la acción de ciertas plantas medicinales sobre el virus de la gripe, el virus del herpes o algunos virus responsables de las gastroenteritis. Parece que estas plantas contienen moléculas que atacan las membranas protectoras de los virus, impiden que estos se introduzcan en nuestras células o evitan incluso que se multipliquen. Ahora es necesario que se estudie si este efecto antiviral actúa sobre el SARS-CoV-2. Dentro de las plantas medicinales destacan las plantas aromáticas, de las que se obtienen los aceites esenciales, que son los extractos vegetales más concentrados. En estos tiempos de pandemia nos pueden servir para, desinfectar la atmósfera, las manos y algunas superficies. Y pueden ser una buena manera de prevenir los contagios. Los difusores de aceites esenciales pueden ser de gran ayuda, tanto los que funcionan en seco como los que lo hacen con agua. El aceite esencial más indicado es el de ravintsara (Cinnamomumcamphora quimiotipo cineol). La pauta más habitual es encender el difusor durante un cuarto de hora cada hora. Afortunadamente, la difusión atmosférica de estos aceites esenciales es apta a todas las edades, incluso durante el embarazo y la lactancia. También se puede desinfectar la atmósfera de una forma muy cómoda gracias a sprays a base de aceites esenciales. Su olor es muy agradable y es apto incluso para bebés siempre que se airee previamente la habitación. Y para desinfectar las manos, los pomos de las puertas, las bolsas de la compra, etc. la mejor opción son los sprays hidroalcohólicos, que deben contener un 70% de alcohol (como indica la OMS) y aceites esenciales para potenciar su efecto desinfectante. Por otro lado, es especialmente importante poner a punto el sistema inmunitario. De estemodo estaremos más protegidos frente a cualquier tipo de infección. Hay muchos aceites esenciales que estimulan nuestras defensas, y la buena noticia es que algunos de ellos también pueden prevenir los contagios. LA FITOTERAPIA SE UTILIZA TANTO PARA EL CUIDADO DE LA SALUD Y MEJORA DE LA CALIDAD DE VIDA, COMO EN LA PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DE LAS ENFERMEDADES

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