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el farmacéutico | 16 Pablo Utrera (Málaga) Vivió la ilusión de ser boticario desde chico. Nieto e hijo de farmacéuticos, Pablo lleva en la botica toda la vida: “De mi abuelo aprendí la magnitud de poder ayudar a los pacientes; y de mi madre, que estuvo 10 años trabajando en el laboratorio colegial, la importancia que tiene la gestión, tanto de las compras como de los colaboradores, para la buena evolución de la farmacia”. Según Pablo, el farmacéutico educa, previene y también conciencia de un uso correcto del medicamento. “Creo que este es el pilar en el que se deben basar todas las farmacias, ya que somos los profesionales del medicamento y debemos ser los referentes para que el paciente haga un uso correcto de sumedicación”. Pero la farmacia de hoy día exige, además, tener formación en gestión. “Al incorporarme a la farmacia, descubrí que también era necesario una visión empresarial queme permitiera evaluar inversiones, líneas de negocios y tomar decisiones”, enfatiza. En cuanto a los pacientes que se acercan a su farmacia, Pablo cree que “ahora están más informados y conocen mejor sus patologías gracias a internet, aunque la información no seadel todo correcta”. “Por reglageneral, suelen Jorge Martínez (Málaga) Seguimos en la ciudad de Málaga y nos trasladamos al barrio de La Roca para conocer a Jorge, valedor de una extensa saga de farmacéuticos: “Mimadre,ademásdetitulardeoficina de farmacia, fue también directora técnica de un laboratorio, y mi padre, al igual que ella, ha estado al frente de la oficina de farmacia ymuy vinculado al sector de la distribución cooperativa farmacéutica”. El trato cercano con los clientes es, sin duda, lo más enriquecedor para Jorge. “Mi farmacia actual nacióhace pocomás de 40 años, a lapar que lohacíaelbarriodondeestá instalada, por lo queesunafarmaciadecercaníaquenospermite conocer nosolo laspatologíasdel paciente, sino también su idiosincrasia particular”. El farmacéutico es el único profesional con titulación superior sanitaria a pie de calle que atiende con inmediatez, de formapresencial y sin cita previa. Lepreguntamos si la población lo valora: “Absolutamente sí. Dehecho, creoque la farmaciadehoydíaestámuyvaloradapor los ciudadanos gracias a su cercanía, al alto grado de cualificación sanitariadel personal y, endefinitiva, a ladispensación integral queofrecemos”. Jorge, defensor a ultranza del modelo mediterráneo, comparte con nosotros su máxima: acudir al farmacéutico para contrastar o confirmar dicha información”, detalla. De ahí que el farmacéutico ejerza no solo como primer eslabón de la cadena y, por tanto, el demayor cercanía y accesibilidadpara lapoblación, sino también como fuente de información fiable fundamentada en la evidencia científica. ¿Cómo hacer frente al reto que supone la incorporación de la tecnología? “El hecho de concentrarnos únicamente en estar presentes en redes sociales o vender por internet, puede desviar el foco de nuestra función principal que es lade asesor y atenciónpersonalizadaanuestropaciente físico”. Para este jovenmalagueño, el ingreso de grandes empresas e-commerce en el mercado y la posibilidad de la entrega a domiciliodemedicamentos, supondríanel fin del modelo mediterráneo. Y es que la farmacia tienemucho que aportar, pero, para ello, es preciso que sea reconocida y valorada en su justa medida. “El futuro de la farmacia comunitaria pasa por ser capaces de hacer ver a laAdministración todo lo que ofrece una red de más de 20.000 farmacias repartidas por todo el territorio”, sostiene Pablo, y continúa: “No se debe aceptar que nos excluyan de nuestropapel sanitariopor ser unserviciopúblicodegestiónprivada, porque cuandohahecho “El verdadero valor del servicio es estar cuando te necesitan”. Sin duda, ha quedado patente a raíz de la Covid-19, que ha servido para poner de relieve la labor sanitaria que desempeña la farmacia. “El gran éxito de la farmacia comunitariaespañolasedebe, precisamente, almodelo mediterráneo”, declara, y advierte: “El modelo anglosajón, con liberalizaciónde instalación, ha supuestoen los países en los que seha instalado el cierre de muchas farmacias del extrarradio y pueblos, dejando a pacientes desatendidos”. Endefinitiva, aunque la esencia de la farmacia es la custodia y dispensación del medicamento, esto no quita que se desarrollen otros servicios al alza como la nutrición y la estética. Con todo, "no cabe duda de que estos servicios deben ampliarse con personal formado”. Unos servicios que deben instalarse, pero no solo, y exclusivamente, a costa del farmacéutico. “Deben ser remunerados, ya que lo que no se cobra no se valora. Un farmacéutico, cuando toma la tensión, no se limita a dar unos valores y listo, sino que interpreta los datos y, si es necesario, hace un acto de seguimiento farmacoterapéutico”, detalla Jorge, quien tambiénhabla sobre los impagos enAndalucía: “Últimamente estamos en una situación normalizada de pagos”. Esto, junto con otros avances, hace que sea optimista ante el futuro. “El farmacéutico garantiza la accesibilidad, seguridad y eficacia en ladispensacióndelmedicamento, así como la realizaciónde seguimiento farmacoterapéutico de lospacientes, loquenoshacemuynecesarios en la sociedad”. En este sentido, la especialización es clave: “La preparación cada vez mayor de los farmacéuticos nos permite ofrecer a los ciudadanos una gran farmacia de calidad, valorada como el mejor servicio de oficinas de farmacia de proximidad del mundo”. falta hemos estado solucionando problemas e, incluso, llevandomedicamentos al domiciliode los pacientes vulnerables o dependientes”. La evolución del modelo depende de condicionamientos externos, sí, pero, sobre todo, de la fortaleza de un sector que debe avanzar unido: “El futuro está en nuestras manos. Debemos realizar lamejor labor posible para que, cuando lleguen voces queriendo importar el modelo anglosajón, los pacientes tengan claro que prefieren un modelo de pequeño negocio conunaatenciónpersonalizadaque les conoce, les escucha y les aconseja”.

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