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20 EL FARMACÉUTICO FátimaVela (Zaragoza) Utebo se sitúa a pocomás de 10kmde Zaragoza. Allí comenzó a dar sus primeros pasos Fátima, una enamorada de suprofesiónque aprendióde sumadre, también farmacéutica: “Mi comienzo en el mundo de la farmacia empezó cuando era niña, en la rebotica de la farmacia rural de mi madre, quien me inculcó los valores de esta bonita profesión. Me he especializado en áreas como laatención farmacéuticaendermatología, toterapia, aromaterapia cientí ca y suplementación”. Antes de regentar la botica tuvo otras experiencias laborales en el sector, pero se dio cuenta de que lo que más le gustaba era estar detrás del mostrador. “Era y soy feliz ayudando a las personas, brindándoles mis conocimientos y estando a su servicio”, asegura. De ne su farmacia como una farmacia de servicios, pues “es una farmaciaque no es transeúnte, sino que hay una clientela más o menos ja, lo cual requiere gran esfuerzo y la existencia de un importanteequipodepersonas”. Suprincipal objetivoes inculcar en sus compañeros losmismos valores que ella misma promulga. Por ello, “intentamos tener una actitud de mejora continua, y eso es lo más importante: saber que siempre vas a tener que mejorar en tu profesión con ganas de aprender cada día”. La suya es una farmacia moderna y preparada, que ha sabido aportar soluciones cuando más se le necesitaba. “Los grandes afectados por la Covid-19 han sido las personas mayores, en su mayoría pacientes polimedicados”, asegura Fátima, y añade que “ahí es donde los farmacéuticos hemosaprendido lo importantequees lacomunicaciónentreel pacienteynosotrosparaayudarlos es a ellos, pero también a los médicos de Atención Primaria”. Antes de despedirnos, Fátima re exiona sobre la situación actual de la farmacia, donde “los usuarios requierendemás tiempode calidad y de servicios en funciónde sus necesidades”. Ya no se trata de ofrecer un producto para una patología o necesidad concreta, sino que “hay que saber tratar el síntoma, pero ver la base del problema, eso signi ca ver al paciente de unamanera completa. Yparaelloes esencial la formación, laespecializaciónyunequipodepersonas involucradas”. Pilar Embid (Zaragoza) Pilar comenzó su andadura en la rebotica hace cinco años. Su farmacia está ubicada en La Almunia de Doña Godina, un municipio de Zaragoza de poco más de siete mil habitantes. “Cuando adquirí la farmacia eramuchomás pequeña y, aunque teníamos cosmética, estabamás enfocadaalmedicamento.Desdeentonces,meheestado formandoparahacerlacrecer:memudéa otro local conmásmetros,más exposición, ladecoramos y laambientamos paraque se convirtiera en un espacio apetecible para los pacientes”, empieza a explicarnos. Actualmente está centrada en potenciar la dermocosmética. “Gracias al aumento de oferta de productos, elegidos cuidadosamente, se fueron abriendo, poco a poco, nuevas oportunidades. Aposté por introducirme en el mundo online de una manera personalizada y aportando mucho valor”, nos relata, y añade que “lo que intentamos es llevar al online lo que hacemos en el mostrador de la farmacia”. Pero ¿cuáles son los servicios concretos que ofrece en dermoestética? “Hago asesoramientos en los que les ayudo amejorar la calidad de la piel y a sentirse mejor. Ahorame seguiré formando y especializándome enmicro nutrición enfocada a lamujer”. El objetivo es poder dar un consejo más completo al paciente, dedicándole el tiempo necesario. “En muchas ocasiones acuden a nosotros porque no entienden la prescripción, normalmente por falta de tiempo en la consulta, y ahí es donde nosotros actuamos también, pudiéndolo complementar con una propuesta no farmacológica que esté validada cientí camente”, re exiona. El cambio de local, lo atractivo del lugar y la ampliación de la cartera de servicios le ha servido para captar a una clientela más joven: “Hemos incorporado otro tipo de per l más joven con el que podemos trabajar en la prevención, además de seguir ayudando amejorar la calidad de vida a esa poblaciónmás mayor con la que ya contábamos anteriormente”. Por todo ello, la farmacia puede y debe convertirse en una referencia de prevención de la salud. “Tal y como está el sistema, podemos ayudar a muchas personas si nos formamos a un nivel alto, si profesionalizamos los servicios y nos ponemos en valor”, concluye. “LOS USUARIOS REQUIEREN DE MÁS TIEMPO DE CALIDAD Y DE SERVICIOS EN FUNCIÓN DE SUS NECESIDADES”

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