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137 pero que ha evolucionado. Al principio, se refería a la responsabilidad social corporativa, aunque sin estar integrada. Luego, pasó a los ASG, haciendo que la empresa haga una visión integral, con la pata económica, la pata social y la pata medioambiental. Es una cuestión de minimizar los impactos. Ya estamos en una nueva era, con una visión estratégica. La razón de ser está orientada a generar valor para el conjunto de la sociedad. Claramente, es una tendencia consolidada. Es una responsabilidad. ¿Una farmacia puede ser más sostenible? Ana López-Casero, tesorera del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de España, consideró que la farmacia es una aliada para conseguir los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Primero, por el modelo de farmacia que tenemos en nuestro país, una red capilar que cubre todo el territorio español, una infraestructura social. Es mucho más que la labor asistencial pura y dura. En la pandemia, ha sido un refugio de las personas vulnerables. Se han dispensado medicamentos “para el alma”. Se ha percibido mucho más que la farmacia comunitaria es un espacio sociosanitario que genera bienestar. Segundo, la profesión ha canalizado todo esto en una hoja de ruta de estrategia social, con diferentes proyectos, como el Observatorio de la Sostenibilidad, para que cualquier farmacéutico pueda trabajar en esa sostenibilidad. Se pretende convertir al farmacéutico en un actor principal en todos los desafíos sociales, como por ejemplo el cambio climático. ¿Estamos en un buen momento o queda recorrido respecto al reciclaje? Miguel Vega, subdirector general de SIGRE, se mostró de acuerdo en que la sostenibilidad no es una moda. “Estamos en un buen momento, SIGRE es una iniciativa consolidada, pero queda recorrido”, aseveró. SIGRE tiene también un componente sanitario, que intenta concienciar al ciudadano sobre el uso responsable de los medicamentos. El 86% de los hogares recicla medicamentos. La evolución desde su implantación, hace 22 años, ha sido siempre positiva. “Estamos en un momento en el que la sostenibilidad ha llegado para quedarse, y tenemos que seguir concienciando al ciudadano de la importancia medioambiental, del reciclaje general y del de los medicamentos en particular”, opinó. Hay que hacer que los ciudadanos entiendan su actividad. ¿La solidaridad es una parte importante de esa farmacia sostenible? Yolanda Tellaeche, farmacéutica, cofundadora y presidenta de la asociación farmaSolidaria, expuso que la solidaridad y la sostenibilidad son las “dos caras de una misma moneda”. Ser solidario desde el punto que abordan en farmaSolidaria, cuyo lema pasa por promover entornos sostenibles. “Somos sanitarios, tenemos conocimientos y nuestra accesibilidad hace que el acceso a la Sanidad se iguale”, razonó. Los suyos son pequeños proyectos en el entorno de las farmacias. Animó a los farmacéuticos a dar un paso adelante y dejarse apoyar por una ONG farmacéutica que quiere elaborar unas raíces profundas de lo social desde la profesión. Las labores sociales de la farmacia pueden hacer que el medio sea sostenible. Se puede hacer más “por nuestros barrios”. Manifestó que lo social emociona. ¿Qué recomendaciones daría a los farmacéuticos para tener una farmacia más sostenible? Luis García Moreno, farmacéutico comunitario de la Farmacia García Moreno en Munera (Albacete), dietista-nutricionista, técnico ortopédico, máster en atención farmacéutica, vicepresidente de SEFAC Castilla-La Mancha, recibió el año pasado el premio de farmacia solidaria de Chiesi. Puso el foco en el equipo de la farmacia y en la comodidad con la que se ha de trabajar. Su proyecto nació de cubrir una necesidad. La idea era tener un retorno emocional. Apostó por tener un edificio arquitectónico sostenible, con un proyecto manchego, con sistema de aislamiento térmico, sistemas recuperadores de calor, aerotermia y energía solar fotovoltaica. Destacó que la formación hace libre al equipo. Para ellos, la formación es muy intensa. “Tenemos que respetar cómo está el compañero, su energía, y, si está mal, ver el motivo”, admitió. Intentan que la farmacia vaya un poco más allá de la cruz. Trabajan con Cruz Roja, con personas mayores. Trabajan pivotando sobre los servicios asistenciales. Tienen tres zonas de atención personalizadas. Hacen cesación tabáquica, servicio de nutrición, ortopedia, espirometrías, cardiovascular, etcétera. “Intentamos ser un referente sociosanitario en la zona. No hay cosa más solidaria que la farmacia”, reflexionó. ¿Cómo definiría la ayuda que recibe la farmacia por parte de la industria para abordar estos proyectos más sostenibles? Jaume Pey, director general de la Asociación para el Autocuidado de la Salud (anefp), valoró que Chiesi es una empresa que apuesta por la sostenibilidad. “Salud, medioambiente, responsabilidad social. ¿Qué va antes? Si tenemos un medioambiente que no respetamos, la salud de las personas empeora. No puede haber productos de autocuidado que no sean responsables con el medioambiente”, aseveró. La industria actúa de una manera responsable, pero quien impulsa a hacerlo es el ciudadano. Es un trabajo que no es fácil, pero que repercute en que se tenga una situación mejor en el futuro. Hay que ofrecer a la farmacia productos que sean sostenibles y apoyar las buenas prácticas en la farmacia.

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