IMFarmacias_143

EL FARMACÉUTICO 14 Eva Pérez (Cuenca) Eva desarrolla su labor como farmacéutica adjunta en la botica de su madre, quien compró la farmacia cuando ella tenía cinco años: “Me crié en la rebotica jugando a ser farmacéutica. Lo que más me satisface de mi vocación es ser referencia para nuestros pacientes, consuelo y solución para sus problemas”. Ella, que siempre tuvo claro que su lugar estaba en la oficina de farmacia, no duda en afirmar que “mi mayor satisfacción es el contacto diario con los pacientes”. “Mi madre nos recuerda día a día que los medicamentos son los mismos en todas las farmacias, y que la única forma de que el paciente vuelva es en el trato que recibe por nuestra parte”, nos traslada Eva, cuya botica está situada en Motilla del Palancar, un municipio conquense de algo más de cinco mil habitantes. Explica que “actualmente estoy realizando un máster en dermofarmacia” y que en estos momentos desarrollan servicios como “elaboración de SPDs, toma de tensión, consulta de nutrición y consulta en dermofarmacia”. También sostiene que las oficinas de farmacia son esenciales para que la Atención Primaria siga en pie. De hecho, “ya lo hicimos durante la pandemia, siendo el sanitario más accesible a la población. Y hoy en día lo volvemos a ser con el colapso de los centros de salud, intentando que el paciente no sufra las consecuencias”. No en vano, el servicio de SPD ayuda a prevenir ingresos hospitalarios, reduce la cantidad de medicación de los usuarios y evita la duplicidad de medicamentos. Considera que debería ser remunerado, pues “cada vez que ingresa un paciente en el servicio de SPD y trae la medicación que tiene en casa, vemos cajas enteras sin abrir. Por un lado, sería un gasto para la Administración, pero por otro se reduciría el gasto en hospitalizaciones, en medicación, etc.”. La farmacia será sostenible a largo plazo siempre y cuando no continúen las medidas de reducción del gasto y “cuando no existan competencias desleales, como por ejemplo la que vivimos con la furosemida”, advierte Eva, para quien “la mejor manera de combatir la farmacia online es la experiencia de compra, que es más satisfactoria en los puntos de venta físicos”. Sin duda, la botica de esta joven conquense es una muestra de la importancia de adaptarse a las nuevas situaciones: “Mi farmacia avanza hacia la digitalización. Disponemos de un dispositivo de venta que llamamos ‘kiosko’, donde el paciente tiene acceso a un amplio catálogo de productos y puede comprar parafarmacia sin pasar por el mostrador”. “Creo firmemente en el valor que puede aportar la figura sanitaria más accesible. Además, debemos hacer de las oportunidades en servicios y digitalización, una realidad. Y, como siempre, luchar por esta maravillosa profesión”, concluye. “LA MEJOR MANERA DE COMBATIR LA FARMACIA ONLINE ES LA EXPERIENCIA DE COMPRA, QUE ES MÁS SATISFACTORIA EN LOS PUNTOS DE VENTA FÍSICOS” “PIDO A NUESTRA CLASE POLÍTICA UN MARCO ESTABLE DONDE PODAMOS CENTRARNOS EN LO REALMENTE IMPORTANTE: LA SALUD Y EL BIENESTAR DE NUESTROS PACIENTES” Actualmente, en Castilla-La Mancha se está desarrollando un nuevo servicio de dispensación colaborativa de medicamentos de dispensación hospitalaria: “Consiste en que el paciente, en lugar de tener que desplazarse al hospital, puede recoger el medicamento en su oficina de farmacia. El farmacéutico coordina la entrega y recibe una remuneración fija a cambio de cada acto de dispensación”, detalla. Pero no todo son buenas noticias, y la continua bajada del precio de los fármacos supone un problema para muchas boticas. En este sentido, Eduardo piensa que “el hecho de tener unos servicios sanitarios remunerados podría servir para paliar el impacto que tienen estas medidas en la farmacia rural, aumentando su rentabilidad”. Y es que es “un firme defensor de que servicios sanitarios tales como la educación sanitaria, los servicios de guardia, la elaboración de SPD, el seguimiento de la adherencia o la atención farmacéutica domiciliaria deben ser remunerados”. Eso sí, cree que este apoyo “no puede pasar por la concesión de subvenciones o ayudas, sino por la toma de decisiones más profundas que garanticen el futuro económico de nuestras farmacias independientemente de su localización”. Sea como fuere, los farmacéuticos aún tienen mucho que aportar en atención farmacéutica y en prevención de enfermedades y promoción de la salud. Se despide de nosotros con una petición: “Pido a nuestra clase política un marco estable donde podamos desarrollar nuestro trabajo y centrarnos en lo realmente importante: la salud y el bienestar de nuestros pacientes”.

RkJQdWJsaXNoZXIy NTI5ODA=