IMFarmacias_155

ESPECIAL DERMOFARMACIA 22 En lo tocante a los filtros solares que bloquean la acción de la radiación UVA y UVB para preservar la piel, pueden incluir disruptores endocrinos como las benzofenonas, xibenzona o cinamatos. Mientras que los ftalatos son plastificantes químicos sintéticos que permiten fijar las fragancias en los cosméticos, como el salicilato de bencilo y el butilfenil metilpropional. Se localizan en esmaltes de uñas, lacas para el cabello, perfumes, champús, acondicionadores, desodorantes y artículos para la regla, además de envases de plástico. Se trata de estabilizadores de este material tan omnipresente, cuya detección por el consumidor no resulta posible en tienda porque no hay exigencia legal de que aparezcan en el etiquetado. Por su parte, el triclosán es un conservante que se incorpora a los cosméticos y productos de higiene personal para evitar el desarrollo bacteriano. Además de incluir en estas agrupaciones de sustancias químicas los aceites esenciales como la lavanda o el árbol de té, cuya pureza y concentración es necesario vigilar. Del farmacéutico, el consejo Siempre al lado del paciente y el consumidor, el farmacéutico comunitario está atento a repasar las sustancias que componen los productos cosméticos y así poder evitar los disruptores endocrinos conocidos. A la vez que ayuda a optar por productos cosméticos certificados por la naturaleza de su formulación o su carácter orgánico, además de su contribución a la sostenibilidad. Siempre con predilección por aquellos cosméticos que ofrecen mayor seguridad y menor sospecha de poder incluir disruptores endocrinos. A la vez que el consejo debe ir siempre dirigido hacia un uso medido en la cantidad de cosméticos sin recurrir a los que no pudieran ofrecer la calidad suficiente. Mientras que, en lo referente al envasado, es una buena medida evitar los recipientes de productos hechos con plástico y que los protectores solares sean íntegramente de origen mineral y que cuenten con certificación ambiental. Evitando así mismo perfumes y conservantes alergénicos en los cosméticos, como también aceites esenciales ecológicos específicamente recogidos en la lista INCI, nomenclatura internacional de ingredientes cosméticos, siendo útil guiarse por las leyendas fragrance-free y alcohol-free. De lo que se deduce que resulta muy práctico consultar dicha relación de la INCI cuando no se vayan a comprar cosméticos de base natural y ecológica, ya sea en forma de crema corporal, producto facial o de protección solar. Pero siempre con el recurso a mano de consultar al personal de las farmacias como verdadero experto en la materia. La hora de la epigenética Cuando la ciencia traza intersecciones entre el entorno, los hábitos cotidianos y el genotipo que reside en el ADN de cada individuo, se facilita que la epigenética pueda contribuir de forma muy importante al cuidado de la piel. Concretamente en dermocosmética, dicha disciplina también es cada vez mejor conocida y puesta al servicio del órgano más extenso y delicado del organismo por su función de frontera y aduana con el exterior. Al ser la epigenética capaz de discernir el efecto del entorno y los estilos de vida en el comportamiento bioquímico de los genes y sus interacciones. De forma que trasciende el repaso a tales genes para profundizar, por ejemplo, en los mecanismos que producen el envejecimiento de la piel. Porque ya es posible incidir en la expresión genética desde la dermocosmética epigenética para reducir las afecciones externas con productos capaces de actuar a ese nivel de detalle. A sabiendas de que el 80 % de dinámicas que conducen a dicho envejecimiento de la piel son de motivación exógena. Para llegar a manifestaciones como manchas oscuras en la cara, arrugas y líneas faciales prolongadas. Por todo lo anterior, son numerosos y diversos los factores que pueden activar marcadores moleculares específicos que modifiquen la expresión de los genes humanos, como muestra la última investigación epigenética que hace seguimiento de las interacciones entre genes y sus efectos. Europa por delante de EE. UU. En los últimos tiempos, la agencia federal de Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ha ampliado su actividad regulatoria en el terreno de la dermocosmética. Esto se ha visto especialmente desde la aprobación de la Ley de Modernización de la Regulación de Cosméticos (Modernization of Cosmetics Regulation Act, MoCRA) que se aprobó en Estados Unidos en 2022. Norma por la que tanto las plantas de fabricación como los productos cosméticos deben ajustarse a las buenas prácticas de fabricación, GMPs. A la vez que el organismo regulatorio sigue poniendo el foco en aquellas sustancias químicas que, por ejemplo, liberan formaldehído en los productos capilares o amianto (asbesto) en los cosméticos que contienen talco y que puedan afectar a la seguridad. La ley MoCRA es el esfuerzo regulatorio de mayor alcance en materia de cosméticos desde 1938 en el país americano, habiendo mediado muy escasas actualizaciones de la norma hasta su reciente aprobación. Para responder hacia el presente al propósito de aproximar dicha regulación a otras más maduras y respetuosas como la de la Unión Europea, para dotarse de un carácter más proactivo y exhaustivo en la regulación de los cosméticos según exigencias de seguridad, control de riesgos específicos de determinados ingredientes y para generalizar mejores normas de fabricación. Hasta ahora el impacto de MoCRA se traduce en el registro de productos e instalaciones por parte de la propia FDA y su monitorización en el mercado. Mediante la comprobación de esas buenas prácticas que garantizan que la producción se realiza en condiciones controladas y según los estándares de calidad establecidos. En procedimientos en los que las compañías se ven obligadas a informar sobre cualquier evento adverso o efecto secundario que pudiera derivarse del uso de sus productos. Un requisito que también establece que las compañías hayan respondido previamente de la seguridad de sus productos. La FDA trabaja actualmente para prohibir el formaldehído y las sustancias químicas que lo liberan en productos para suavizar y alisar el cabello porque se han puesto en relación con problemas de salud que pueden aparecer ESTADOS UNIDOS AÚN TIENE MUCHO QUE APRENDER DE EUROPA EN REGULACIÓN DE COSMÉTICOS

RkJQdWJsaXNoZXIy NTI5ODA=