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ESPECIAL DERMOFARMACIA 50 KOBHO LABS Dr. Vicente Mera Especialista en medicina interna y antienvejecimiento 1. ¿Qué tecnologías o ingredientes activos considera que marcarán el futuro de la dermocosmética en los próximos cinco años? Los llamados‘péptidos inteligentes’, que estimulan el colágeno y la elastina con alta precisión, serán uno de los aspectos claves, así como toda una nueva generación de prebióticos y postbióticos, que refuerzan el microbioma cutáneo. Por su parte, los exosomas y los factores de crecimiento serán, posiblemente, las aplicaciones estelares en la reparación de la barrea cutánea. Así mismo, se consolidarán ingredientes novedosos como el escualano vegano y el ácido hialurónico biofermentado. Finalmente, la nanotecnología y los modernos sistemas de encapsulación serán capaces de mejorar la estabilidad y penetración de activos como la vitamina C, el retinol o ciertos antioxidantes. En definitiva, asistiremos al nacimiento y consolidación de la nutricosmética ‘inteligente’ que utiliza test genómicos y/o dispositivos de diagnóstico cutáneo con sensores que utilizan inteligencia artificial y que permitirán recomendar productos adaptados a las nuevas formulaciones ‘inteligentes’. También serán tendencia los nuevos conceptos de sostenibilidad y clean beauty, que pretenden desarrollar formulas con menor impacto ambiental gracias al desarrollo de ingredientes biodegradables, envases reciclables y fórmulas waterless. 2. ¿Cómo contribuye el farmacéutico a la educación del consumidor en torno al uso correcto de la dermocosmética? Dado que la elección de un nutricosmético a menudo solo reconoce criterios de necesidad, eficacia, marketing y coste; el farmacéutico está llamado a ser uno de los agentes correctores para una adecuada utilización de la dermocosmética, ya que es un profesional sanitario capacitado para recomendar distintas fórmulas según el tipo de piel (seca, grasa o sensible) o ciertos problemas cutáneos específicos (acné, rosácea) y, especialmente, en función de las posibles interacciones con otros tratamientos médicos concomitantes. Además, no hay duda de que el farmacéutico está llamado a convertirse en la pieza más importante de la lucha para combatir la desinformación, la ausencia de sustento científico de algunos productos y el riesgo de efectos indeseables, como irritación química o fotosensibilidad. FARLINE Adela Bonelo Product Manager 1. ¿Qué tecnologías o ingredientes activos considera que marcarán el futuro de la dermocosmética en los próximos cinco años? En los próximos cinco años, la dermocosmética estará marcada por avances en biotecnología, inteligencia artificial, sostenibilidad y el estudio del microbioma cutáneo. Además, la limitación en la concentración de retinol en productos faciales (máximo 0,3 % a partir de noviembre de 2025) ha impulsado la búsqueda de alternativas más eficaces y mejor toleradas. En este contexto, el retinaldehído (retinal) cobra protagonismo. Es un precursor directo del ácido retinoico con mayor eficacia y tolerancia que el retinol, siendo apto incluso para pieles sensibles y acneicas, que destaca por su acción multifunción: estimula colágeno, elastina y ácido hialurónico, mejora la textura, combate el acné y aporta efecto antioxidante. En Farline hemos apostado por esta innovación con el lanzamiento de un sérum de retinal encapsulado en nanovesículas veganas biomiméticas, que permiten una liberación profunda y sostenida. La fórmula se completa con bakuchiol, niacinamida, vitamina E y F, y manteca de moringa, ofreciendo una solución avanzada, eficaz y respetuosa con todo tipo de piel. 2. ¿Cómo contribuye el farmacéutico a la educación del consumidor en torno al uso correcto de la dermocosmética? El farmacéutico desempeña un papel esencial como educador sanitario y prescriptor de confianza en dermocosmética. Su formación científica le permite evaluar el tipo de piel, identificar necesidades específicas y recomendar productos adecuados, evitando combinaciones contraproducentes. De hecho, a menudo, es el primer profesional en detectar afecciones cutáneas, diferenciando entre problemas estéticos y patologías dermatológicas. Asimismo, promueve un consumo consciente y sostenible, evitando el sobreuso de productos o la compra por tendencias sin base científica. A través de campañas, charlas, redes sociales o materiales informativos, se convierte en una fuente idónea para conocer novedades, rutinas eficaces, protección solar y hábitos saludables para la piel. En definitiva, el farmacéutico aporta confianza, criterio y cercanía en un mercado saturado de información, actuando como un puente entre la ciencia y el consumidor para que la dermocosmética sea efectiva y segura.

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