EMPRESA 106 AUNQUE DESDE HACE AÑOS SABEMOS QUE ESTOS ÁCIDOS GRASOS SON ESENCIALES PARA LA SALUD, LO CIERTO ES QUE LA MAYORÍA DE LAS PERSONAS NO LOS CONSUMEN EN LAS CANTIDADES SUFICIENTES. PARA EL PROFESIONAL FARMACÉUTICO, COMPRENDER EL PAPEL QUE JUEGAN ESTOS ÁCIDOS Y SABER CÓMO COMPENSAR ESTE DÉFICIT ES CLAVE PARA OFRECER UNA RECOMENDACIÓN REALMENTE PREVENTIVA. Omega-3, el nutriente que falta en el día a día de las personas Vivimos deprisa, comemos mal y descansamos peor. Nuestro cuerpo lo nota y nos lo recuerda a diario: cansancio constante, inflamación, problemas de concentración, colesterol alto o incluso cambios de estado de ánimo sin ningún tipo de explicación. Y en muchos de estos casos hay algo en común: la falta de Omega-3. De hecho, el 60 % de los españoles no ingiere la cantidad de Omega-3 mínima recomendada (250 mg EPA+DHA). Una cuestión de equilibrio... roto por la vida moderna El cuerpo humano necesita unas cantidades equilibradas de Omega-6 (proinflamatorio) y Omega-3 (antiinflamatorio). Sin embargo, la realidad es que este equilibrio está muy desajustado, y se debe principalmente a nuestra dieta, que está llena de aceites refinados, bollería industrial, comida rápida... Y todo ello está sobrecargado de Omega-6. Cuando hablamos de alimentación equilibrada, la proporción entre ambos ácidos grasos debería estar alrededor del 2:1 (Omega-6:Omega-3). Hoy, en muchas personas, supera el 15:1, por lo que nuestro cuerpo debe asumir mucha más inflamación de la que realmente puede gestionar. El resultado de este exceso puede provocar desde enfermedades cardiovasculares hasta problemas inflamatorios crónicos, e incluso llegar a sufrir deterioro cognitivo, depresión o alteraciones del sistema inmune. BIBLIOGRAFÍA
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