71 es más concreta: prevenir diarreas, estimular el sistema inmunológico o competir con microorganismos patógenos en situaciones específicas, como el uso de antibióticos”, ha afirmado. Por eso, considera que deben evaluarse con criterios científicos rigurosos, tal como se hace con los medicamentos. En este sentido, ha advertido sobre la falta de regulación adecuada en muchos países. En Europa, por ejemplo, para que un probiótico llegue al mercado, basta con demostrar que es seguro, pero no se exige evidencia de eficacia. Solo aquellos productos que han sido estudiados mediante ensayos clínicos con placebo y que cumplen con los estándares internacionales definidos por la FAO y la OMS pueden considerarse auténticos probióticos. “Es preocupante que haya tantos productos disponibles sin respaldo científico. Necesitamos criterios más exigentes”, ha demandado. Ante esta realidad, el papel del farmacéutico cobra una relevancia creciente. Para el Dr. Guarner, es fundamental que estos profesionales conozcan a fondo los probióticos disponibles, sus cepas específicas y las evidencias científicas que los respaldan. “No es aceptable que dé lo mismo un producto que otro. El farmacéutico debe saber qué recomendar en cada situación clínica, igual que lo hace con los antibióticos”, ha manifestado. Y es que, en un mercado saturado de productos dirigidos directamente al consumidor, la formación y el criterio del profesional sanitario marcan la diferencia. Mirando hacia el futuro, la investigación se orienta a reintroducir bacterias propias del ecosistema intestinal humano, como Akkermansia o productoras de butirato, que podrían tener efectos beneficiosos en procesos como la pérdida de peso o la regulación inmunológica. También se están explorando nuevas aplicaciones en inmunoterapia para pacientes oncológicos e incluso en enfermedades autoinmunes y alergias, donde el objetivo no es solo fortalecer el sistema inmune, sino educarlo para que tolere sustancias inocuas como el gluten o los alérgenos. Potenciar la categoría en las farmacias Una vez expuesto todo el potencial, Beatriz Saralegui, farmacéutica de Saralegui Pharma, ha desarrollado las ‘Palancas para potenciar la categoría de probióticos en la farmacia’. ¿Cuáles son las principales estrategias que pueden implementar las boticas para mejorar la visibilidad y la recomendación de los probióticos entre los pacientes? Sobre esta cuestión, la experta ha recordado que los profesionales disponen de un completo abanico de herramientas que pueden implementar. Además, “en el ámbito online, todo el tema de las redes sociales nos sirve como una herramienta muy potente y eficaz para labores de divulgación sanitaria. Lo que nos aportan las redes es que son fundamentalmente un altavoz brutal de divulgación y, de una manera relativamente rápida, podemos llegar a muchísima gente”, ha incidido. Asimismo, en el mundo físico también existen varias estrategias para mejorar la visibilidad y la recomendación de probióticos, como, por ejemplo, “tener un surtido adecuado y cada vez más especializado; y trabajar muy bien el punto de venta, es decir, tener, por ejemplo, un consejo de mostrador o una recomendación activa en el mostrador, porque el mostrador también vale para esa labor de divulgación y de recomendación”, ha enumerado Saralegui. A esto se le suma “trabajar bien los escaparates, tener unos lineales atractivos en los que se puedan ver los probióticos y, además de ello, si pueden estar ordenados por beneficios que va a obtener paciente, mejor que mejor: probióticos digestivos, probióticos dermatológicos, probióticos capilares, etc.”. En definitiva, que estén muy bien identificados para que el usuario los pueda reconocer. Como ha reiterado la farmacéutica, “tenemos un montón de herramientas para que el usuario final, el paciente, pueda saber que nosotros somos prescriptores de calidad desde la oficina de farmacia”. Con las mismas, en un mercado cada vez más competitivo, las farmacias deben poner esfuerzo en diferenciarse en la oferta de probióticos frente a otros canales de distribución, como tiendas online o supermercados. Para ello, Beatriz Saralegui ha aconsejado, por un lado, tener un surtido especializado y no solo presentaciones generalistas: “Está muy bien tener probióticos que sirvan un poco para ‘todo’, pero si somos especialistas en probióticos debemos tener un surtido cada vez más especializado, enfocado a determinadas situaciones o patologías concretas, como pueden ser: probióticos para la piel, para la impermeabilidad intestinal, probióticos para el sistema inmune, etc.”. Y, en segundo lugar, ha defendido que la herramienta más potente para diferenciarse es, sin lugar a dudas, el consejo de mostrador: “Tenemos que ser conscientes de que, en el mundo físico, tenemos una gran ventaja, y es que tenemos la atención del paciente. Además, se genera un entorno de intimidad donde el paciente se abre muchas veces en canal y nos traslada un montón de preocupaciones e información que difícilmente la va a hacer llegar en otros canales, como una tienda online o un supermercado. Este entorno de intimidad permite poder establecer un consejo de calidad y, por ende, una recomendación de calidad”. Es por eso que, en su opinión, “la formación del farmacéutico es la base de absolutamente todo, porque es lo que nos va a ayudar a diferenciarnos, como decía anteriormente, de otros canales de distribución”. Entonces, ha agregado, “tenemos que ser conscientes de que formación e información van a distintos ritmos”. “Formarnos requiere un tiempo y un esfuerzo, y recibir información es otra cosa distinta. El usuario final está totalmente torpedeado por información, pero ya digo que adquirir formación es otra cosa distinta, y es donde nosotros, los sanitarios, nos tenemos que hacer fuertes de alguna manera”, ha constatado. En relación con las Iniciativas formativas más interesantes para que el farmacéutico se forme, la experta ha destacado “las plataformas online, como Impacta Faes Farma, que permiten formarte en los lugares más insospechados”. Por otra parte, el formato físico le parece también “muy interesante, porque no solo te ayuda a formarte, sino que además te ayuda a tener contacto con otros compañeros que pueden compartir contigo sus experiencias sobre el funcionamiento de un producto”. Ejemplo de ello son las jornadas sobre microbiota y evidencia científica que organiza Faes Farma, a las que ha animando a participar “a todos los farmacéuticos que se quieran especializar en este campo”. En consonancia, la farmacéutica ha dado algunas pinceladas acerca de cómo puede la farmacia posicionarse como un referente en la recomendación de probióticos personalizados según las necesidades del paciente. En palabras de Saralegui, “actualmente las farmacias tienen gran cantidad de información a su disposición, un montón de campos en los que se pueden desarrollar de lo más heterogéneos: antes era medicamento, medicamento y medicamento, pero hoy en día el abanico se abre muchísimo”. Partiendo de esa base, plantea a la farmacia que se focalice, porque, advierte, “nos podemos llegar a dispersar”. “Si quieres ser un referente en la recomendación de probióticos, primero tienes que hacer una labor de introspección, pensar dónde quieres verte en 3-5 años, plantearte toda una serie de cuestiones y de decisiones, y ponerte en acción. Y, posteriormente, de manera más o menos recurrente, debes volver a evaluar si eso que estás haciendo es lo correcto o no. Así que si lo que te apasiona es el mundo de la microbiota, pon foco en la microbiota: fórmate de una manera específica, ten un surtido muy atractivo, gestiona el punto de venta de una determinada manera, y gestiona también la formación del equipo”, ha concluido.
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