IMFarmacias_157 INFORME DEL SECTOR

55 como la que se ha vivido este último ejercicio, Antonio Mingorance apunta que “en Bidafarma hemos reforzado la diversificación de proveedores, mejorado nuestros sistemas de predicción de la demanda y aumentado la flexibilidad de nuestras rutas logísticas”. A este respecto, explica que la empresa cuenta con 32 almacenes estratégicamente repartidos “que nos permiten responder de forma ágil y cercana”. De igual manera, el directivo presume del mantenimiento “de una comunicación constante con farmacias y autoridades para actuar de forma coordinada”. La relación entre la distribución y el canal farmacia En este contexto, cabe destacar otro factor que está afectando a la ecuación de la distribución farmacéutica, al menos al modelo tradicional: la digitalización. Sobre este punto, el presidente de Bidafarma tiene claro que “la digitalización es clave para el presente y el futuro del sector”. Tanto es así que la cooperativa ha llevado a cabo una enorme inversión en este sentido. En concreto, indica, “hemos invertido más de 21 millones de euros en transformación digital, ciberseguridad y robotización”. Esta estrategia, afirma, “nos ha permitido mejorar la trazabilidad, automatizar procesos y anticiparnos a la demanda de las farmacias”. A su vez, señala que “seguimos desarrollando soluciones digitales que faciliten la gestión diaria de nuestros socios”. Antonio Mingorance comenta, asimismo, que “más del 90 % de nuestra actividad está centrada en la distribución a oficinas de farmacia. Es nuestra razón de ser. No somos un operador logístico genérico, somos una cooperativa al servicio exclusivo del modelo farmacéutico español”. De hecho, la relación actual entre distribuidores y oficinas de farmacia, en el caso de Bidafarma, “es cercana, transparente y sólida, porque formamos parte del mismo proyecto. La farmacia es dueña de Bidafarma. Sin la farmacia, Bidafarma no existiría”, reitera contundente el directivo. No obstante, son conscientes desde la cooperativa que “el sector en su conjunto debe evitar dinámicas de tensión comercial o tecnificación excesiva que debiliten el vínculo humano”. “Hay que seguir apostando por la confianza mutua y la cooperación”, esgrime. En lo relativo a las tendencias que detecta la cooperativa en el comportamiento de compra de las farmacias, como frecuencia, volumen, tipos de productos, etc., el presidente observa “una mayor racionalización de los pedidos, con más foco en el control de stock”. También han percibido que crece el interés por la categoría de parafarmacia, “especialmente a través de marcas propias como Acofarma, que estamos impulsando”. De igual forma, manifiesta que “notamos una mayor demanda de servicios de valor añadido que acompañen la gestión de la oficina de farmacia”. Y, acerca del papel que juega la distribución farmacéutica en el acceso equitativo a los medicamentos en zonas rurales o de difícil acceso, bajo su punto de vista, se trata de algo “absolutamente clave”. Por esa razón, “en Bidafarma, muchas de nuestras rutas y almacenes están ubicados precisamente donde otros no llegan. Apostamos por la cohesión territorial no como un lema, sino como una realidad diaria. Cada medicamento que llega puntualmente a una farmacia rural es una victoria del modelo cooperativo”, insiste. La distribución, aportando valor sanitario, social y territorial al sistema de salud De cara al futuro, Mingorance aporta su visión sobre la evolución del papel de las distribuidoras en el sistema sanitario español en los próximos cinco años. A su modo de ver, “vamos hacia un modelo donde la distribución no solo traslada cajas, sino que aporta valor sanitario, social y territorial”. Así, piensa que las empresas de economía social, como Bidafarma, están llamadas a jugar un papel clave: “Garantizando la equidad, sosteniendo a las farmacias más vulnerables y siendo un apoyo activo en políticas de salud pública”. “Nuestro compromiso va más allá de la eficiencia; apostamos por un modelo humano, próximo y cooperativo. En esa línea, nuestra reciente incorporación a la Alianza Cooperativa Internacional refuerza nuestro compromiso con los valores del cooperativismo a nivel global”, expone el presidente de la cooperativa. En cuanto a la sostenibilidad, otro pilar clave ya no de futuro, sino de presente, el directivo desarrolla, al ser preguntado por las acciones que están llevando a cabo para reducir la huella ambiental en sus procesos logísticos, que “hemos puesto en marcha iniciativas como el uso de energías renovables en nuestros almacenes, rutas más eficientes para reducir emisiones, y una fuerte apuesta por la eficiencia energética y la robotización; también trabajamos con proveedores locales para fomentar una cadena de suministro más sostenible”. Entre tanto, la distribución farmacéutica ha tenido que adaptarse al impacto de la normativa europea (como el Reglamento Delegado 2016/161 sobre verificación de medicamentos) en su operativa diaria, algo que, en sus palabras, “ha supuesto un esfuerzo de adaptación importante, tanto en términos de tecnología como de procesos, pero también ha reforzado la seguridad del paciente”. Desde Bidafarma, incide Antonio Mingorance, “hemos integrado los sistemas de verificación con garantías y sin que ello afecte a la velocidad ni a la fiabilidad del servicio”. Para finalizar, el presidente de Bidafarma lanza un último mensaje: “Vivimos un momento clave. La distribución farmacéutica debe ser reconocida como parte estratégica del sistema de salud. Y debe hacerlo sin perder el alma”. En Bidafarma, asegura, “no queremos ser los más grandes, queremos ser los más útiles”. Por ese motivo, “nuestro reto es seguir construyendo desde los valores que nos guían: proximidad, sostenibilidad y compromiso social”, concluye. “MÁS DEL 90 % DE NUESTRA ACTIVIDAD ESTÁ CENTRADA EN LA DISTRIBUCIÓN A OFICINAS DE FARMACIA. ES NUESTRA RAZÓN DE SER. NO SOMOS UN OPERADOR LOGÍSTICO GENÉRICO, SOMOS UNA COOPERATIVA AL SERVICIO EXCLUSIVO DEL MODELO FARMACÉUTICO ESPAÑOL”

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