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IM MEETINGS PATROCINADO POR TERESA MUÑOZ RUIZ DE AZÚA: “EL FARMACÉUTICO TIENE UNA LABOR CLAVE EN CONSEGUIR QUE LA FOTOPROTECCIÓN SE VEA COMO UN GESTO COTIDIANO” Cubedo subrayó que hay daños distintos asociados a las diferentes radiaciones y que hay que tenerlos en cuenta. Muñoz Ruiz de Azúa contó que se puede comprobar el daño solar comparando la piel de detrás de la oreja, a la que apenas le da el sol, con otras partes. Cubedo insistió en que las manos se exponen mucho al sol. Tras analizar la necesidad y las consecuencias de una protección solar insuficiente, se pasó a conocer la solución que ofrece Nuraderm®. Cubedo profundizó en sus ventajas diferenciales, con especial atención a la tecnología iHelios Adaptative-Tech. Ante la pregunta: ¿Qué aporta la fotoprotección adaptativa frente a los protectores convencionales? Cubedo respondió que hay una necesidad no cubierta en solares. “La tecnología de Nuraderm® es un cambio de paradigma. Funciona de manera diferente a los filtros tradicionales. Con la exposición a la radiación solar, la molécula de iHelios Adaptative-Tech se va activando y cada vez es más capaz de protegerte”, describió. Muñoz Ruiz de Azúa detalló que son texturas muy ligeras y que las formulaciones están respaldadas por estudios científicos. Estudios que avalan la innovación Cubedo puntualizó que se lanzó esta gama “porque había una tecnología muy diferencial”. El objetivo es que, con productos diferenciadores, se ayude a la farmacia a distinguirse. “Tenemos estudios in vitro que demuestran que esta tecnología te defiende mejor. Previene el daño en el ADN. El fotoenvejecimiento ocurre por muchos mecanismos que van sumando. Se va dando un daño estructural. Se va perdiendo colágeno. La tecnología iHelios Adaptative-Tech ofrece una protección 360° contra el fotoenvejecimiento”, aseguró. Muñoz Ruiz de Azúa añadió que es apta para todo tipo de pieles a partir de los seis años. Acto seguido, se abordó el papel de la farmacia en la fotoprotección. Muñoz Ruiz de Azúa recomendó romper con la estacionalidad y “tener la categoría solar en un punto estratégico” todo el año. Igualmente, exponer ejemplos de las consecuencias del daño solar. “Cada vez que dispensamos medicamentos, hay que dar consejo farmacéutico y recomendar el uso de protector solar para evitar la fotosensibilidad”, aseveró. Cubedo consideró que Nuraderm® ayuda a salir de dicha estacionalidad. Y que el futuro está con iHelios Adaptative-Tech. Se mostró muy segura de los beneficios de dicha tecnología, porque la han testado. “La innovación no solo viene de la I+D+i interna, sino también de sinergias”, declaró Cubedo antes de explicar que “Laboratorios Lainco ha colaborado con una startup, Roka Furadada, que desarrolló la tecnología para lanzar Nuraderm®”. Para Muñoz Ruiz de Azúa, conseguir filtros más estables es muy interesante de cara al futuro. Con los solares, siempre que uno tenga la oportunidad de hacerlo, hay que reaplicar la crema. La tecnología iHelios depende de la radiación que se recibe, por lo que, si uno se moja, no va a impedir que se active. Cualquier solar, aunque sea resistente, hay que reaplicárselo. Muñoz Ruiz de Azúa aclaró que el que los solares sean efectivos más tiempo no significa que no haya que reaplicar. Cubedo vaticinó un futuro en el que quizá no haya que hacerlo, pero siempre que esté basado en una ciencia que lo avale. Necesidad de la prevención Respecto al momento en el que estamos para poder revertir el daño solar causado, “a día de hoy no es posible, aunque hay activos, como antioxidantes, que van a mejorar”, en palabras de Muñoz Ruiz de Azúa. Eso sí, el secreto está en la prevención. Cubedo apuntó que han encontrado ciertos parámetros en los que, aplicándose iHelios, es como si no te hubieras expuesto al sol en ese tiempo. Hay que explicar las texturas y dejar claro que fotoprotegerse no significa no ponerse moreno. Ahora bien, según Muñoz Ruiz de Azúa, “el bronceado es un daño”. Muchas veces, los médicos se olvidan de recomendar fotoprotección, después de aplicar un tratamiento láser, porque dan por hecho que la gente se protege. El hábito surge a partir de la conciencia. No hay que olvidar que la piel es el órgano más grande del cuerpo humano. Resulta muy interesante compaginar el solar tópico con la nutricosmética. Muñoz Ruiz de Azúa concluyó que “el farmacéutico tiene una labor clave en concienciar y en conseguir que la fotoprotección se vea como un gesto cotidiano”, al igual que lavarse los dientes. Cubedo remarcó que Nuraderm® es una gama pensada para el farmacéutico. La línea se completa con un aftersun. Tiene facial y corporal, con SPF 30 y 50. Para la farmacia, supone una oportunidad de reforzar la recomendación activa, adaptada a cada estación, y de potenciarse como un referente en salud cutánea. TERESA MUÑOZ JUDIT CUBEDO

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